Falta menos de un año para las elecciones presidenciales en Argentina pautadas para el 25 de mayo del 2015. Cristina Fernández de Kirchner ha ganado dos veces la batalla por el más alto cargo de gobierno de manera que no podrá postularse de nuevo para la presidencia.

La cuestión de su sucesor se está discutiendo de manera cada vez más frecuente en Argentina. ¿Quién asumirá la filosofía del kirchnerismo, versión moderna de la ideología del Partido Justicialista fundado en 1947 por Juan D. Perón? Néstor Kirchner, destacado político que se le ubica junto a Lula da Silva, Hugo Chávez, Evo Morales y Rafael Correa, murió el año 2010. Sin embargo, Cristina Fernández fue capaz de mantener las políticas que él había instaurado, es decir, fortalecer la soberanía de Argentina, oponerse a los dictados norteamericanos sobre el continente y llevar a cabo reformas favorables al pueblo.

Se cree que el sucesor presidencial para continuar la política de los Kirchner, sería Daniel Scioli, que fue Vicepresidente de Argentina y es el actual gobernador de la Provincia de Buenos Aires.

Scioli evita la confrontación política y contribuye a alcanzar compromisos con la oposición, de ahí que no levantara muchas simpatías entre los seguidores del kirchnerismo de línea dura quienes rechazan cualquier diálogo con la oposición.

Scioli sabe como maniobrar, demuestra su moderación y está dispuesto a cooperar con los círculos empresariales y financieros que le suministran un constante flujo de recomendaciones incluso sobre como romper políticamente con Cristina. Existen también otros candidatos que estuvieron cerca de Néstor y que ahora forman parte del equipo de Cristina –ministros, gobernadores y senadores—que actualmente se encuentran activamente dándose a conocer. El candidato será decidido de una vez a través de elecciones primarias en el mes de agosto del 2015 cuando todos los postulantes presidenciales de la gobernante coalición Frente para la Victoria transiten el procedimiento para la selección.

Resulta posible evaluar la complejidad del momento para Cristina Fernández a través de los resultados de las elecciones parlamentarias del mes de octubre del 2013. La coalición gobernante no logró alcanzar una victoria decisiva. Mantuvo la mayoría en ambas cámaras pero no logró la mayoría constitucional de los dos tercios de los votos. La coalición logró solamente la mitad de las 24 provincias del país. La rivalidad tradicional entre el Partido Justicialista y sus opositores representados por la Unión Cívica Radical y el derechista Partido Propuesta Republicana se encrespó aun más debido a una división dentro del mismo partido gobernante. No obstante, el Frente para la Victoria sigue siendo en Argentina la principal fuerza política.

Néstor Kirchner, luego de abandonar el modelo neo liberal, logró sacar al país de un profundo estancamiento. Posteriormente, en medio de la crisis global Cristina fue obligada a tomar difíciles decisiones incluso a endurecer el control estadal sobre las importaciones y sobre la tasa de cambios. Tuvo también que poner mano dura sobre el dominio burocrático, la inflación y la especulación con las divisas extranjeras, etc.

Junto con todo esto, Cristina inició una revisión de los bancos y de las casas de cambio con el objeto de contener los canales del ilegal lavado de dinero. Bajo la sospecha de retiro ilegal de capital por parte de la gigantesca empresa norteamericana Procter & Gamble, sus actividades fueron suspendidas en la Argentina. Por otra parte, continúan las investigaciones en torno a los crímenes cometidos por las agencias de seguridad durante la dictadura militar que duró desde el 1976 hasta 1983.

Por lo tanto, no es sorprendente que Cristina tenga cierto número de enemigos incluso en los medios de prensa que adelantan una campaña de descrédito en su contra.

Las declaraciones de impuesto sobre la renta de Cristina, como también las de su esposo y de sus hijos adultos, están siendo minuciosamente revisadas. Se dice que ocultan ingresos. El círculo interior de Cristina también está en la mira.

Según analistas políticos, los ataques que actualmente se lanzan contra la presidenta argentina son parte de un elaborado plan con el objeto de asegurar el ascenso al poder de sectores políticos leales a Estados Unidos y a un cambio de políticas.

Es en esta vena que la escandalosa historia de los fondos buitre debe ser considerada. Hubo quienes adquirieron a precio de gallina flaca obligaciones contractuales de países soportando dificultades financieras y luego ahora exigen en tribunales el pago total de esta deuda a un valor exorbitantemente superior a la deuda original. Esto es exactamente lo que sucedió con Argentina. Hablando ante la Asamblea General de Naciones Unidas, Cristina Fernández condenó duramente esta práctica y clamó por la adopción de medidas legislativas para restringir las actividades de estos “buitres”.

En relación con el juicio, Argentina –un estado soberano—ha emplazado a un juez norteamericano, Thomas Griesa, quien ha pasado varios años tratando con los fondos prestados a Argentina. El gobierno argentino no considera que la situación actual esté cerca del default, es decir, del incumplimiento.

Buenos Aires está dispuesto a cumplir con sus obligaciones con sus acreedores. Existiría una salida para la actual situación: a los titulares de la deuda reestructurada se les está ofreciendo el pago de intereses del Banco de la Nación Fideicomiso.

Sin embargo, Thomas Griesa está amenazando con nuevas represalias. Específicamente, si Buenos Aires no capitula y acepta pagar a los “buitres” lo que ellos exigen, entonces Argentina enfrentará la prohibición de hacer negocios con bancos norteamericanos. Buenos Aires, no obstante, se niega a aceptarlo. Cualquier decisión que tome el juez norteamericano, que cree dificultades para la reestructuración de la deuda argentina o cuestione las decisiones que tome el gobierno del país, será considerada como interferencia en los asuntos internos de la nación.

La teoría de un inminente incumplimiento de pago reiterativamente repetida por la propaganda está causando en las autoridades argentinas una comprensible irritación. En el mes de septiembre del corriente, el Encargado de Negocios interino de la embajada de Estados Unidos en Argentina, Kevin Sullivan, dijo al diario Clarín que “para regresar a un camino de crecimiento económico estable y atraer las inversiones que Argentina necesita, es importante que el país salga del incumplimiento –se ponga al día—lo más rápidamente posible.”

Sullivan fue citado al Ministerio de Relaciones Exteriores donde le reconvinieron sus palabras “las cuales carecen de toda base real pero que si están de acuerdo con las posiciones de los fondos “buitre”. Al diplomático norteamericano se le advirtió que “en caso de nuevas injerencias en los asuntos internos de la República Argentina, se tomarán las medidas más severas de acuerdo con lo estipulado por la Convención de Viena en relación a la conducta de los representantes diplomáticos.” Tal como lo recalcó la prensa argentina, eso significa declarar a Kevin Sullivan persona non grata.

Es bueno recordar que el cargo de embajador de Estados Unidos en Argentina ha estado vacante desde el mes de julio del 2013. En América Latina esto dejó de ser extraño, puesto que por un largo período no ha habido embajador norteamericano en Ecuador y Washington no ha logrado destacar un embajador en Venezuela ni en Bolivia.

Estados Unidos por más de un año ha estado considerando a Noah BrysonMamet –empresario que tiene buenas relaciones con Obama, normalmente juega al golf con él y lo más importante, financió su campaña electoral—como candidato para el cargo de embajador en Argentina. Durante las audiencias del Senado, Bryson no estuvo muy rebosante en conocimientos sobre la realidad argentina. Las críticas de los senadores fueron filtradas a los medios: “Argentina tanto en términos económicos como políticos, es un estado en pre-crisis.” Por lo tanto, se necesita enviar a Buenos Aires a un diplomático profesional y no a un aficionado.

El personal de la embajada de Estados Unidos en Argentina formado por vía del Departamento de Estado, el Pentágono y las agencias de inteligencia ya está lleno de profesionales capaces de evaluar el status de Argentina como en “estado de pre-crisis”. La lista de diplomáticos norteamericanos publicada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina incluye a muchos que han llevado a cabo actividades subversivas en otros países. Las secciones políticas y económicas encubren a funcionarios de la CIA tales como Timothy Murdoch, que no solo es un teórico sino que también lleva a la práctica las actividades subversivas; Kenneth Roy, Yordanka Roy, Brendan O’Brien, Michael Lance Eckel y muchos otros que demuestran estar particularmente activos. También vale la pena mencionar a Anaida K. Haas, quien trabajó con éxito en Afganistán y luego fue transferida al Departamento de Estado como funcionaria de Políticas Públicas en la Oficina de Asuntos Rusos. Es posible suponer que el traslado de la Haas a la Argentina tenga que ver con las tareas que le han sido asignadas en relación con las relaciones comerciales entre Rusia y Argentina. Washington está furioso por el hecho que Cristina Fernández fue una de las primeras mandatarias(os) en declarar su disposición para suministrar productos argentinos al mercado ruso en reemplazo de los productos europeos que habían sido retirados y demostró sus palabras con hechos.

La durabilidad del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner quedará demostrada durante las primeras semanas del año entrante. Resulta difícil pretender que la campaña por la elección presidencial será pacífica ya que agentes de la CIA en las filas de la oposición trabajan por la desestabilización. Habrá probablemente llamados para que Cristina renuncie anticipadamente alegando razones de salud, la “quinta columna” será movilizada, habrá huelgas del transporte colectivo y sabotajes a las líneas de transmisión eléctrica no deberán descontarse. Todo esto ha sucedido en otros países que Washington geopolíticamente considera como opositores.

Las actividades sediciosas de la embajada norteamericana en Buenos Aires se pueden deducir a partir de los informes que distribuyen los funcionarios de la embajada (¡solo a ciudadanos norteamericanos!) que se refieren al dramático aumento en las tasas delincuenciales y que les sugieren que eviten los lugares muy congestionados.

Traducción: Sergio R Anacona

Hablando por cadena nacional de televisión, Cristina Fernández se refirió a este tipo de “informes” como actos de provocación.

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