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La deuda externa e interna de los EE.UU. alcanzó el umbral de los 18 billones de dólares. Mientras los políticos aseguran que pueden paliar la situación, algunos analistas destacan 5 grandes mentiras que no deben ser creídas. 1. EE.UU. puede mantener la deuda bajo el control Es una de las mentiras más peligrosas, según el portal Zero Hedge. En primer lugar, la última vez que el tamaño nominal de la deuda de Estados Unidos se redujo fue en 1957, durante el mandato del presidente Eisenhower, pero al año la cifra volvió a crecer.
En segundo lugar, en los últimos años el gobierno de Estados Unidos gasta aproximadamente el 90% de sus ingresos fiscales en el pago de los programas obligatorios de compensación y los intereses sobre la deuda. «Esto no deja casi ninguna posibilidad de reducción de la deuda pública», asegura el portal. 2. La deuda en aras del bienestar de los ciudadanos Dos fondos fiduciarios del Seguro Social (OASI y DI) son propietarios de 2,72 billones de dólares de la deuda estadounidense. El Gobierno Federal presta este dinero a expensas de los beneficiarios actuales y futuros de los fondos fiduciarios, es decir, a costa de cada ciudadano estadounidense. No está claro cómo el aumento de la deuda puede mejorar la vida de la población, ya que si el gobierno declara un default, esto golpeará a los ciudadanos y no a los bancos. 3. El gobierno siempre puede negarse a pagar las deudas La economía de EE.UU. es la más grande del mundo y algunos sostienen que el gobierno norteamericano puede negarse a pagar sin que esto conlleve alguna consecuencia. Sin embargo, esta medida podría arruinar la confianza en Estados Unidos y los mercados financieros se enfrentarían a una grave crisis, que de inmediato tendría lugar en el sector real.
Otra posibilidad es que EE.UU. pueda anunciar un default selectivo sobre los bonos de la Reserva Federal de Estados Unidos (2,46 billones de dólares). Es posible, pero dado que en el mismo momento la FED se considerará insolvente, las secuelas de la crisis monetaria serían catastróficas. 4. La deuda neta es más importante que la bruta Los analistas suelen prestar más la atención a la deuda neta que a la deuda bruta del país. En términos generales, si usted tiene un millón de dólares en efectivo, pero todavía necesita pagar un millón a alguien, entonces su deuda neta equivale a cero. Esta opinión tiene asidero, pero el problema es que el Gobierno de Estados Unidos no tiene dinero. El Tesoro de los Estados Unidos tiene 71.900 millones de dólares en efectivo, es decir, el 0,39% de la deuda total. 5. Se puede lidiar con la deuda aumentando los impuestos Se suele pensar que el aumento de impuestos conduce a un aumento en los ingresos presupuestarios y que estos recursos adicionales pueden ayudar a reducir la deuda. No obstante, desde finales de la Segunda Guerra Mundial, los ingresos fiscales del Gobierno de Estados Unidos no superan el 17% del PIB. Es posible aumentar los impuestos, pero en términos de ingresos como porcentaje del PIB, esto no cambiará mucho la situación. Con el crecimiento de los gastos, el Gobierno simplemente no tiene más remedio que seguir aumentando la deuda.