He decidido, que en función del momento que actualmente vive el país, hacer una evaluación de estos últimos quince días del mes de octubre, comenzando este mes de Noviembre. Me referiré a la elección de Venezuela como miembro no permanente al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), del tema de los Derechos Humanos, Estado Fallido y Estado Forajido, y por último de los últimos cambios en el Gabinete Ejecutivo del Presidente Nicolás Maduro.

La elección de nuestro país para ese puesto dentro de las Naciones Unidas estaba más que anticipada por los diversos analistas objetivos, pero el principal impacto de esa victoria fue en la forma en que se dio. De 193 votos posibles, nuestro país obtuvo 181, cuando tenía que haber obtenido 122, es decir, el 94% aprobó la incorporación de nuestro país con un asiento no permanente al Consejo de Seguridad, a partir del 15 de enero de 2015 y hasta el 31 de diciembre de 2016. También cabe resaltar el estruendoso aplauso de las delegaciones presentes en la Asamblea General, le dieron a nuestro país.

Este hecho lo resaltamos, porque cabe destacar las inmensas campañas internacionales que se dieron durante semanas respecto al tema de los Derechos Humanos en nuestro país (además de ahora ser parte del Consejo de Seguridad como miembro no permanente, Venezuela es también en estos momentos miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, lo cual realza aún más este triunfo) y los cuales se respetan. La matriz de que Venezuela estaba aislada y de que nuestro Gobierno era una «feroz dictadura que viola los más elementales derechos humanos», pulveriza ambas matrices de opinión. Además de ello, políticamente hablando, este triunfo de Venezuela es también de la política exterior implementada por el Comandante Hugo Chávez, apoyada y continuada por Nicolás Maduro, se traduce en una importante inyección de moral y mística en el chavismo, en virtud de la alegría que produjo en el país, y lo que seguramente tiene como contraparte un golpe moral para los contrarrevolucionarios.

La reacción de los Estados Unidos tras la elección fue inmediata y fuerte. En su comunicado, señalan que continuarán exigiendo que Venezuela respete las libertades fundamentales y los derechos humanos universales de la población. Es decir, seguirán conspirando junto a sus lacayos del patio. Están «sangrando por la herida» y redoblando su prepotencia.

El tema del caso Manfredir puso en el tapete el tema de la situación de nuestros cuerpos policiales que no es nada nueva. Dentro de nuestras evaluaciones del período comprendido en el lapso de esta coyuntura, señalábamos que «…sin dejar de reconocer la situación de anarquía en la que se mueven algunos de los llamados «colectivos»: «¿…es acaso el «ataque» de un cuerpo policial el antídoto correcto?». Y también, después de expresar nuestras sospechas por haber ocurrido los hechos poco después del impacto causado por el asesinato de Robert Serra: «Penetrar los cuerpos de seguridad del Estado es una acción típica de los laboratorios enemigos».

No es una política del Estado Revolucionaria aplicar el «disparar primero y averiguar después». La política del Gobierno Bolivariano es la imposición de las autoridad democrática del Estado, pero en estricto apego a nuestro ordenamiento jurídico y de respeto a los derechos humanos. Aunque no negamos que puedan haber individualidades dentro de nuestros cuerpos policiales que puedan cometer fechorías y violaciones, pero, la responsabilidad penal es individual, no es compartida.

En el lapso de esta coyuntura, y apoyados en análisis del periodista Arlenin Aguillón, luego de la elección de Venezuela al Comsejo de Seguridad de la ONU, se ha buscado reforzar la matriz de que en Venezuela se violan los Derechos Humanos. Miguel Henrique Otero presentó en Chile un informe titulado «Venezuela, un país de contrastes». Además, consignó seis documentos elaborados por varias instancias de EEUU. El Alto Comisionado de la ONU, Zeid Ra’ad al Hussein pide la liberación de Leopoldo López. Estas acciones buscan generar internacionalmente , una serie de operaciones psicológicas, luego de la elección de Venezuela como miembro no permanente al Consejo de Seguridad. Con esto, se busca desacreditar al Gobierno Bolivariano. Y lo mismo ocurre a nivel nacional. El objetivo que se persigue es doble: «Alertar sobre la falta de libertad de expresión», y consolidar la idea de que en nuestro país se violan los Derechos Humanos. El marco jurídico internacional prevé que si en un país se violan los DDHH, se puede intervenir para mediar en su «solución». ¿Y quién interviene? EEUU, el mismo país que, aprovechando su hegemonía comunicacional, es experto en crear escenarios de «países conflictivos», para invadirlos. Organismos de inteligencia venezolanos alertaron sobre frecuentes reuniones de María Machado y David Smolansky en la embajada de Alemania en Caracas, precisó José Vicente Rangel en su sección «Los Confidenciales» de su programa dominical. A ello habría que agregarle el viaje de Henrique Capriles a los Estados Unidos. Uno de los conspiradores más activos en el país, Antonio Ledezma, fue invitado a una reunión en Miami. A la cita asistiría el narcoparamilitar Alvaro Uribe Vélez e Ileana Ross-Lethinem, pero asesores les recomendaron que no lo hicieran. Asimismo, un reporte de Prensa Latina aseguró que desde Canadá atacan a Venezuela como un «Estado Forajido que apoya el narcotráfico».

En Madrid se concentra una de las más intensas conspiraciones contra Venezuela. Además de la presencia de Henrique Capriles y de Lilian Tintori, los medios de comunicación confirmaron la visita del Presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) Monseñor Diego Padrón. El representante de la CEV, en su intervención a la prensa española, negó que la oposición haya activado protestas violentas en el país y abogó por la liberación del terrorista Leopoldo López. La extrema derecha venezolana, recibió también el respaldo del presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, quien se reunió con Tintori. En una clara acción injerencista, Rajoy solicitó la libertad de López y denunció, implícitamente, que en Venezuela no hay derecho a las manifestaciones públicas y se restringe la libertad de expresión, esto motivo que el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenara que nuestro embajador en el Reino de España fuera llamado a consultas, además de que nuestra Cancillería emitió un comunicado condenando estas declaraciones. Tintori, en días previos, se había reunido con el ex-presidente del gobierno español, José María Aznar, y con elites ultraconservadoras en Noruega, Bélgica, Suiza, Francia y República Checa.

Junto a esa campaña y a esas tácticas, la derecha y la canalla mediática pretenden profundizar la matriz de inestabilidad, división e ingobernabilidad que vienen sembrando desde hace tiempo, para tenderle la cama a la caída de la Revolución Bolivariana, esto lo han hecho a través del tema de «los colectivos».

Con este tema, han sido varios los de la canalla mediática que se les han sumado a los ataques. Luego del reportaje realizado por el Miami Herald, NTN24 y CNN en español, se les suma ahora el Diario de las Américas, el cual presentó un artículo titulado «Los colectivos chavistas», según el cual estos se convierten en «pesadilla para el Gobierno de Maduro».

Si a eso le agregamos las acciones de asesinatos y ataques selectivos, la agresión sufrida a la sede de la Juventud del Partido Comunista de Venezuela, presumiblemente con bombas molotov, esto no es pura coincidencia. Las personas que se encontraban dentro de esas instalaciones lograron salir ilesas de este ataque, gracia a la intervención oportuna de vecinos y del Cuerpo de Bomberos del Gobierno del Distrito Capital.

¿Será que lo expresado en artículos anteriores, donde señalamos lo siguiente: «…el periodista Miguel Salazar saca en su semanario «Las Verdades de Miguel» Edición N° 503 de la semana comprendida del 19 al 25 de septiembre, tituló de la siguiente manera: «Maduro Vamos por Ti, Guarimbas Octubre Negro»…» se estará cumpliendo a cabalidad? ¿Si existen y se están ejecutando estos planes para derrocar al Gobierno Bolivariano, cuales son las líneas de acción que el Estado y nuestro pueblo deben seguir para neutralizar estos nuevos desestabilizadores?

En este orden de ideas, el día lunes 27 de octubre de 2014, cuatro reuniones exclusivas dedicaron la Comisión Interamericana de Derechos Humanos respecto al tema Venezuela. Estas reuniones se desarrollaron en Washington en su 153 período de sesiones. El Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Prensa, el Centro de Derechos Humanos de la UCAB, el Instituto de Prensa y Sociedad y la ONG Espacio Público presentaron sus «conclusiones» acerca de la situación en Venezuela, en materia de Derechos Humanos. Una extensa repercusión se prevé. El Cardenal Urosa Savino preparó el escenario, desde Caracas, y acusó a nuestro Gobierno Bolivariano de violador de Derechos Humanos. El Cardenal defiende a los terroristas que impulsaron los ataques criminales, entre los meses de febrero a junio. La acusación es sistemática. Desde Madrid, la semana pasada, el Presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV), Diego Padrón, arremetió contra el Gobierno Bolivariano y también lo acusó de represor. La organización Human Rights Watch emitió en la capital estadounidense, su acostumbrado informe para descalificar al Gobierno de Nicolás Maduro. La jornada de reuniones finalizó ayer viernes. Si utilizáramos un símil, pues diríamos que «se avecinan lluvias tormentosas, a preparar impermeables y paraguas».

Por otro lado, la ultraderecha internacional está haciendo bastante ruido con el caso de Leopoldo López, a instancias de los factores fascistas más radicales del país. Basta recordar el pronunciamiento del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU, sobre los casos de delincuentes de la talla de Leopoldo López y Daniel Ceballos. Tras está declaración, otras se han sumado, provenientes de organismos y funcionarios títeres del imperialismo que ha colocado en lugares clave del entramado de organizaciones internacionales que suele usar a discreción y a los cuales hace caso omiso cuando toman decisiones en su contra o no respaldan sus agresiones en todo el mundo.

Debemos prepararnos, pues los ataques amenazan con recrudecer, y nos preguntamos: ¿Será este el preludio de lo que se avizora para el año 2015, que de paso es año electoral?

En fecha 24 de octubre de 2014, el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro anunció que la Almiranta en Jefa, Carmen Meléndez Rivas, sería la nueva Ministra del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz, en sustitución del Mayor General del Ejército, Miguel Rodríguez Torres.

A su vez, Carmen Meléndez sería sustituida como Ministra del Poder Popular para la Defensa por el General en jefe Vladimir Padrino López, quien se desempeña también como Jefe del Comando Estratégico de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (CEOFANB).

Los procesos de cambios dentro del Gabinete Ejecutivo hay que verlos como algo normal y cotidiano. Aunque sectores de la derecha, además de atacar y «hacer leña del árbol caído», con toda una serie de especulaciones respecto a la salida de Rodríguez Torres de la cartera de Interior y Justicia, para los revolucionarios y las revolucionarias no debe ser un proceso traumático ni que genere ningún tipo de fracturas. Pero, lo que no tienen claro es que Rodríguez Torres será siempre un pilar fundamental de nuestra Revolución Bolivariana. Lo fue con Chávez, como lo ha sido, lo es, y no nos cabe la menor duda, lo seguirá siendo mientras Nicolás Maduro siga siendo Presidente de la República Bolivariana de Venezuela.

En el caso del Ministro saliente, Miguel Rodríguez Torres, sólo podemos referirnos a un inmenso respeto y admiración de una Patria a una gestión brillante. Cumplió un importante rol y tareas como garantía de estabilidad de los Poderes del Estado, en la implementación de la política de los cuadrantes, en el ajuste de la Gran Misión A Toda Vida Venezuela, la implementación del Plan Patria Segura, el Patrullaje Inteligente, la aplicación del Patria Segura, el inicio del Plan de Desarme a nivel nacional, además del Movimiento por la Paz y la Vida y el Plan Nacional de Paz y Convivencia, son parte de su gestión.

Pero también por otro lado, con la llegada de la Ministra Carmen Meléndez, todas estas políticas tendrán continuidad, y antes bien serán profundizadas, siempre en cumplimiento de los lineamientos e instrucciones del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro. El Plan Patria Segura se relanza a una nueva fase, la conformación de una Comisión Presidencial para transformar nuestros cuerpos policiales y la cual dirigirá el compañero Freddy Bernal, el lanzamiento de la Gran Misión Guardianes de la Policía, la creación de Academias para Cuerpos de Seguridad, la designación de Dante Rivas como responsable de la Dirección de la Oficina Nacional del Servicio Autónomo de Registros y Notarías (SAREN), para que la incorpore al esfuerzo de tener una autoridad única de trámites y acabar con el burocratismo que tanto daño hace a la Revolución Bolivariana, son instrucciones ya dadas por el Primer Mandatario Nacional a la nueva Ministra, a la que debemos acompañar en este esfuerzo.

Por último, ya la Ministra el día 30 de octubre desde el Estado Anzoátegui se ha declarado que implementará el Gobierno de la Eficiencia Policial en la calle. Pues acompañemos ese esfuerzo por lograr una sociedad donde haya una verdadera convivencia democrática y la paz social.

¡Bolívar y Chávez Viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!

¡Hasta la Victoria Siempre!

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!