José Gregorio Blanco
«Un fantasma recorre el mundo: Ebola le dicen».!! Y sobre ese fantasma se han tejido y se tejen múltiples conjeturas, análisis e interpretaciones. ¿Y que es el Ebola? Es una enfermedad causada en el ser humano por el virus del mismo nombre. Los síntomas: fiebre hemorrágica que comienza de 4-16 días después de la infección y que ocasiona fiebre, escalofríos, dolores de cabeza, dolores musculares y pérdida del apetito. A medida que la enfermedad progresa, se pueden producir vómitos, diarrea, dolor abdominal, dolor de garganta y dolor de pecho. El paciente puede sangrar en la zona tracto gastrointestinal, en la piel y en los órganos internos. La tasa de mortalidad suele ser muy alta.
El nombre de la enfermedad proviene del río Ébola (en la República Democrática del Congo, antiguo Zaire), donde fue identificado por primera vez en 1976 durante una epidemia con alta mortalidad. Sin embargo, esta teoría es discutible, pues revistas científicas de renombre, como «The Lancet» y el «New England Journal of Medicine» colocan el primer brote en Marburg, Alemania. Tal vez en el debate sobre el lugar de origen de la enfermedad se encuentre la primera implicación racial del Ebola, puesto que hay información documentada y precisa aclarando que el primer brote reconocido no tuvo lugar en África sino en Marburg, Alemania, de ahí el nombre dado al Ebola como Marburg Virus. Esto ocurrió en 1967, simultáneamente en los laboratorios de Marburg y Frankfurt, Alemania, donde treinta y una personas se enfermaron, en un principio los trabajadores de laboratorio seguidos por personal médico y miembros de la familia que habían cuidado de ellos. Se reportaron siete muertes. Sin embargo, la gran prensa insiste en ubicar en Africa el origen de esta enfermedad. E incluso: dentro de la linea temporal evolutiva de la enfermedad se ubica un brote de ébola ( el cuarto ) en Reston, Virginia, en los Estados Unidos, a finales de 1989. Este hecho es ignorado olímpicamente por la prensa, por lo que muy pocos de los que siguen el presente brote de Ébola saben que ya hubo uno en un suburbio de Washington, a menos de 20 millas del Capitolio de Estados Unidos .
Ebola hoy.
Con el nuevo brote de Ébola, iniciado en 2013 y actualmente en curso, y las proyecciones «oficiales»de más de 1,4 millones de personas infectadas en los próximos meses, iniciativas de integracion continental como la Unión Africana y la CEDEAO (Comunidad económica de Africa Occidental ) han pasado a un segundo plano mientras los medios de comunicación internacional utilizan este virus para estigmatizar a África y a los africanos, partiendo de declaraciones realizadas tanto por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como por el Banco Mundial que advierten que el Ébola podría tener costos económicos «catastróficos » en la región de África Occidental. Este mismo Banco Mundial que no ha aceptado todavía su triste papel en la política neoliberal que empobrece a África,y el cual solo ve «costos económicos» en la posibilidad de la pandemia. Pero como dicen en mi pueblo: ¿ será verdad tanta mentira ?.
Veamos:
Aunque los noticieros y la industria de la prensa privada hablan todos los días de «catástrofe», la realidad es que la epidemia del virus del Ébola sigue manteniendo una magnitud bastante modesta. La prensa habla de 2.400 muertos en toda África,pero incluso esta cifra no acaba de ser exacta. Si accedemos a la página web de la Organización Mundial de la Salud (OMS) veremos que de hecho hay 1.044 fallecimientos cuya causa oficial declarada es el virus del Ébola. El resto son por el momento «probables» o «posibles» casos de muerte por ébola,pero no confirmados.
Por supuesto, se trata de 1.044 muertes lamentables, pero debería compararse esta magnitud con la cifra de 1,4 millones de muertes anuales por tuberculosis o con la de 855.000 muertes al año por paludismo . O por los millones que mueren de hambre no digamos en el planeta, sino solo en Africa. Entonces: de que se asombran?
Al contrario de la tuberculosis o el hambre que mata, el virus del Ébola no se transmite con tanta facilidad: se necesita un contacto directo con un líquido biológico como la sangre, las heces o los vómitos u otros líquidos corporales de animales o personas infectadas, es decir, aunque alguien hable o tosa, no expandirá el virus del Ébola por el aire.
Eso significa, explica el profesor Bruno Marchou, jefe de servicio de enfermedades infecciosas y tropicales del Hospital de Purpan, en Toulouse, que el virus del Ébola: «no alcanzará el estadio de pandemia. En Conakry (capital de la República de Guinea), hubo en un inicio varias decenas de casos entre el personal hospitalario. Pudieron superarlo aplicando medidas de higiene sencillas que frenaron la propagación del virus entre el personal». Estas medidas de higiene no tienen nada de magia: «Quien se ocupa de un paciente tiene que cubrirse las manos con guantes. Si el paciente vomita, también hay que taparse la cara. Es el ABC de la profesión, lo hacemos todos los días», prosigue.
Sin embargo, y si todo es tan sencillo: ¿por que el virus del Ébola tiene «una tasa de mortalidad de entre el 20 y el 90% de los casos»?. Y sobre todo: ¿A qué se deben unos limites tan absurdamente amplios? A que el virus del Ébola es sobre todo peligroso cuando se trata mal. Las personas mueren por deshidratación o hemorragias, pero el tratamiento consiste entonces sencillamente en hidratar o en someter al paciente a transfusiones, no en darle una vacuna ni un hipotético medicamento. No hay que creer lo que pretende la industria farmacéutica, a la que le encantaría poder vender a los gobiernos unos polvitos mágicos como hicieron cuando se produjo la alarma por gripe AH1N1.
Pero en definitiva: «Los nuevos medicamentos no son la solución contra el ébola». La solución contra la epidemia consiste en respetar medidas sencillas y de sentido común: higiene, nutrición adecuada, vitamina C y vitamina D. Por lo tanto, no hay razones para sospechar que el virus del Ébola se transforme brutalmente en una pandemia en el continente africano, y menos aún en el resto del mundo.
El pánico como negocio.
Pero no cabe duda que esta psicosis puede servir a los intereses económicos de algunos. Y es que el pánico puede ser un negocio muy lucrativo!! El pánico en torno al virus del Ébola recuerda a la gripe aviar de 2005 y a la gripe porcina (AH1N1) de 2009. ¿Recuerdan los miles de «chinitos» caminando por las calles atiborradas de Pekin cada uno con su «tapa-bocas» en la cara? Les fue muy bien a los fabricantes de tapa-bocas en esos días por todo el mundo.!!
Se aprovecharon estas dos «pandemias inminentes» para manipular burdamente a la opinión pública y así justificar una vacunación masiva de poblaciones enteras: solo el gobierno español anunció en julio de 2009, que había acordado con dos de las más importantes empresas farmacéuticas del mundo la compra de la friolera de 37 millones de dosis de vacunas contra la gripe Aviar al «módico» precio de 266 millones de euros. Doce meses después, sólo se habían vacunado tres millones de personas. Millones de dosis se guardaron como «reserva estratégica» (después se donaron a la Organización Panamericana de Salud) y el resto tuvieron que ser destruidas ( demás está decir que se perdieron millones de Euros ).
Además, resultó que numerosos supuestos casos de gripe AH1N1 ni siquiera fueron casos de gripe, sino simples resfriados, lo cual recuerda al caso del virus del Ébola en Brazil el mes pasado que finalmente acabó siend una gastroenteritis.!!!
¿Y la prensa que?
He aquí algunos titulares con los que nos anima la prensa diariamente:
«La OMS decreta una emergencia de salud pública a nivel mundial»
France 24, 20 de agosto de 2014.
«Ébola sin control»
El País. 5 de septiembre de 2014
«Los científicos ven un futuro calamitoso en la crisis del ébola»
The Times. 12 de septiembre de 2014
Esta psicosis ha traido serios problemas en África, donde algunos gobiernos ya han empezado a cerrar sus fronteras, movilizar a sus ejércitos para reprimir a las poblaciones e incluso aislar sin razón a decenas de miles de personas, hombres y mujeres, ancianos y niños puestos en cuarentena y que están protagonizando escenas desgarradoras, como la huida de hospitales y centros de aislamiento, su persecución por parte de la población, toques de queda, personas sanas hacinadas como sospechosas bajo supervisión policial, etc.
Del mismo modo, se empiezan a tomar medidas contra los africanos:
«A escala internacional, los ciudadanos de esos países son sometidos a una cuarentena cada vez más estricta con el cierre de fronteras, la suspensión de vuelos por parte de la mayoría de compañías aéreas que los ofrecen, la repatriación de los miembros de las familias del personal diplomático en dichos países, la anulación de conferencias internacionales, la supresión de invitaciones a eventos deportivos, etc.», apunta Le Nouvelle Observateur.
Al escuchar a las autoridades y a los periodistas, podríamos creer que puede estallar una epidemia de ébola en cualquier momento en Europa o América: basta con que un africano afectado por la enfermedad llegue en avión y desembarque. Esta hipótesis es totalmente irreal. Sólo pone de manifiesto una ignorancia absoluta hacia lo que es en realidad el virus del Ébola.
¿Pero que hacer? Sucumbir a la psicosis no es mas que una forma de racismo no declarado.
La epidemia del virus del Ébola no podrá atacarse correctamente en África si no cesa la violencia y la represión como estrategia. Hay que dejar que cada paciente sea atendido tranquilamente por un personal con una formación médica básica y que adopte las medidas de higiene adecuadas.
No deben los gobiernos amigos enviar ni cargamentos de vacunas a África ni medicamentos. Eso no serviría más que para enriquecer a los laboratorios farmacéuticos y para provocar daños todavía más graves producidos por los efectos secundarios de los medicamentos.
Debemos recharzar enérgicamente la re-militarización de Africa Occidental por parte de Gran Bretaña, Francia y los Estados Unidos. Esta intervención militarista de EE.UU (Liberia) Francia (Guinea) y el Reino Unido (Sierra Leona) no es mas que la re-colonización de esa parte del continente africano que pareciera responder mas a intereses económicos que a la lucha contra el Ebola. Y es que la lucha contra el Ebola no puede ser un esfuerzo militar. Debe ser un esfuerzo que se base en dar salud y seguridad a los pueblos africanos históricamente expoliados por el imperialismo depredador. El presidente norte americano ha declarado que se necesita a los militares para establecer la infraestructura médica y el transporte necesario para desplegar a los trabajadores de salud. ¿Por qué esta infraestructura no podría ser llevada a cabo por civiles? Seria inocente negar los oscuros intereses del gobierno norteamericano sobre las riquezas del Africa Occidental.
En conclusión: queda de nuestra parte rechazar cualquier intento de despertar viejos sentimientos de racismo en contra de nuestros hermanos africanos, y por supuesto: es tarea de todo militante revolucionario asumir con consciencia, la posibilidad de que esa terrible enfermedad pueda llegar a nuestro pais. Debemos prepararnos no solo para enfrentar la posibilidad negada de que esto ocurra, sino para combatir los elementos de la guerra sicológica que pudieran asociarse solo al hecho circunstancial de la amenaza misma.
Fuentes:
OMS (Organización Mundial de la Salud): «Brote de enfermedad por el virus del Ebola en África Occidental»
Inquieta apoyo militar de EEUU a lucha contra el ébola en … – IPS
www.ipsnoticias.net/…/inquieta-apoyo- …
Ladepeche.fr. 14 de agosto de 2014
USA Today. 6 de agosto de 2014
Naturalhealth365.com. 3 de agosto de 2014
Salud, Nutrición y Bienestar: «Confirmado: miles de casos de narcolepsia provocados por la vacuna contra la gripe A / H1N1″. 21 de Agosto de 2013.
Sky news. «Shoot-on-sight order in Ebola-wary Liberia». 18 de Agosto de 2014.
Le Nouvelle Observateur: «Ebola: ignorance, paranoïa et mise en quarantaine», 21 de agosto de 2014.
Ébola, la Unión Africana y la Guerra Bioeconómica | Opinion …
www.telesurtv.net/…/Ebola-la-Union- …