Mirta García
Las recurrentes psicomatizaciones por las que viene atravesando la presidenta argentina, Cristina Fernández, ponen en duda la capacidad de su equipo sanitario para controlar la salud física y mental de la compañera presidenta.
No hace falta ser médico especializado en neurociencias para saber y concluir que la presión a la que esta siendo sometida la psiquis presidencial es la causa de las recurrentes faringitis y virus que vienen castigando el cuerpo de una persona que toma decisiones de alta responsabilidad y de la que dependen 40 millones de compatriotas.
Esto ha sucedido con otros mandatarios latinoamericanos y con el propio Néstor, quien debio soportar crisis de salud relacionadas con su colon irritable y sus arterias desgastadas somentidas al estres que padece cualquier presidente en el ejercicio de sus actividades y que a veces causa sorpresivos males físicos en partes sensibles y de riesgo para la vida.
Sin embargo confiamos en la fortaleza de Cristina, quien deberá deslindar responsabilidades en su equipo de confianza para llevar a buen puerto su mandato e intentar prolongar el proyecto nacional y popular que viene liderando desde la partida de su compañero y esposo, impulsor de las políticas de las que hoy disfrutan buena parte de los argentinos que no han sido inoculados con el virus de la maldad y el desánimo, a través de los canales privados, las radios y los portales de internet controlados por el grupo clarín y sus laboratorios de infamias y mentiras.
Ante las amenazas de sindicatos y grupos opositores de querer incendiar el país antes de las navidades, Cristina deberá desplegar toda su inteligencia para evitar que los enemigos de la patria enloquezcan a los ciudadanos de a pié que quieren pasar el fin de año en paz y tranquilidad, sin cortes de luz y con dinero suficiente para vivir estas fiestas de manera digna, sin angustias, con alegría por la felicidad del deber cumplido, apoyando a un gobierno que le devolvió la dignidad a nuestro pueblo, hundido en la marea neoliberal de los 90s.
En Cristina esta la decisión de tener un porvenir sin violencia o aumentos de precios injustificados en los alimentos y medicamentos, la falta de energía sin sentido y empleo, con pensiones dignas para nuestros jubiladas y jubilados, quienes esperan un bono de fin de año para pasar sus fiestas navideñas alegres por estar sanos o bien atendidos, si estuvieran enfermos.
Que Dios te bendiga y proteja querida Presidenta!
Felicidades!!