El día 20 de octubre de 2012 tras la última victoria electoral de Hugo Chávez del 07 de octubre de ese año, se realizó el primer consejo de Ministro del nuevo ciclo denominado como el “Golpe de Timón”, donde quedó evidenciada la preocupación mostrada por el propio Chávez en torno a la construcción del Estado Comunal. Donde Chávez realizó una dura crítica ante su demora, hasta mencionó la posible eliminación del Ministerio competente de esa área, porque entendía que se estaba cometiendo el error de creer que las comunas eran solo responsabilidad de ese ministerio. Igualmente se preguntó dónde debía buscar las comunas, de dónde va a surgir la cultura comunal.
“¿Será que seguiré clamando en el desierto por cosas como estas?”, dicho empeño de en torno al tema de las Comunas correspondía a que él consideraba que: “La comuna debe ser el espacio sobre el cual vamos a parir el socialismo. ¿El socialismo desde donde tiene que surgir? desde las bases, no se decreta esto; hay que crearlo. Es una creación popular, de las masas, de la nación”, partiendo de ese concepto y considerando lo expuesto en dicho consejo de Ministro, se logró manifestar que las intenciones del presidente chocaban de frente contra la burocracia generada en su gobierno.
Después de la partida física de Chávez, lo primordial del nuevo gobierno presidido por Nicolás Maduro era continuar su “legado”, es decir, seguir en la construcción hacia el socialismo aplicando los 5 adjetivos históricos del Plan de la Patria.
Pero los sectores reformistas que hacen vida dentro del Estado al parecer apuestan hacia otro proyecto de gobierno totalmente diferente al propuesto para el periodo presidencial 2013-2019; sus intenciones no se basan en concretar el proceso revolucionario llevado a cabo en el país, ya que su objetivo es el de hacerle el juego a la burguesía, que busca un desvió de las intensiones “socialistas” del gobierno para sus beneficios personales. Chávez en relación hacia esos sectores indicó: “Alejémonos del reformismo. Yo seguiré la dirección de la revolución radical socialista hasta que me toque. Es mi tarea y así la asumo y pido a todos que nos radicalicemos, lo que no tiene nada que ver con la irracionalidad, sino en profundizar el proceso desde las raíces del movimiento, por lo que seamos radicalmente honestos, radicalmente revolucionarios, radicalmente bolivarianos, radicalmente patriotas”.
Seguir con el legado de Chávez no es solo deber y compromiso de los pueblos, es también cuestión de la propia dirigencia del gobierno actual, ya que ellos son los responsables de continuar firme con la transformación social hacia un sistema de inclusión y bienestar, que beneficie siempre a los más necesitados, es decir, a aquellos que fueron excluidos y apartados por esos gobiernos de oligarquías que se establecieron en Venezuela en toda la Cuarta República, y que aún tienen el poder económico.
Bandera falsa
Existen muchas tergiversaciones referentes al legado de Hugo Chávez, parte del verdadero legado es precisamente trasformar el viejo Estado burgués hacia un nuevo Estado socialista, partiendo de ahí, todas las otras definiciones que interpreten contrarias a esto, es mero populismo.
En reiteradas ocasiones el propio líder de la Revolución Bolivariana criticó el mal uso del término “socialismo” utilizado por algunos individuos de su gabinete o gobierno, sin duda no se puede derrotar un sistema para implementar uno nuevo, o hacer creer que se está trabajando para implementar un nuevo sistema con puro palabreo, la única fórmula de transformación social es la científica y práctica, del marxismo.
Fue consecuente a raíz del inicio del gobierno bolivariano tras la victoria electoral del año 1998, que dio fin al régimen bipartidista de Acción Democrática (AD) y del Partido Social Cristiano COPEI consagrados en la decadente Cuarta República, observar el surgimiento de pseudos socialistas, o en su caso, de falsos “progresistas”, porque recordemos que fue hasta el año 2005 que el mismo Chávez decidió girar hacia la vía socialista, tras renunciar ante el intento del proyecto “tercera vía”, que desde sus inicios se intentó establecer como plan social para ser llevado a cabo por el gobierno revolucionario. Ya que se esperaba cooperación por parte de la burguesía nacional, pero Chávez concluyó la imposibilidad de un capitalismo con rostro humano.
Algunos de esos elementos surgidos de la IV República son los que hoy en día se caracterizan como los sectores oportunistas o reformistas que están incrustados en el seno del gobierno, que le hacen el juego a los sectores reaccionarios auspiciados por la derecha tanto nacional como internacional, por el simple hecho de retornar a través de diferentes estrategias contrarrevolucionarias a un proceso neoliberal dirigido por la economía de mercado en representación de la oligarquía rancia venezolana, o simplemente dirigida por el propio gabinete actual pero aplicando una coalición entre los diferentes sectores privados y políticos del país.
Se ha observado el grave error de arrastrar los mismos sectores que hacían vida en aquellos gobiernos puntofijistas, oligarcas y socialdemócratas al gobierno actual, debido a que están tratando de ajustar y modificar su modelo sociopolítico a un modo provechoso para los diferentes fragmentos sociales, políticos, religiosos y económicos de Venezuela, olvidando completamente el gran daño ocasionado al pueblo de aquel entonces y, que hoy en día el remanente sigue ocasionando en algunos casos los mismos daños, pero, con menor grado ya que el Estado ha tratado de solventarlos con las diversas políticas sociales implementadas denominadas “Misiones” y “Grandes Misiones”.
Después de haber transcurrido 15 años del proceso bolivariano la clase trabajadora en su conjunto sigue teniendo los mismos obstáculos producidos por la oligarquía cuarta republicana y, que hoy en día se expresa en los sectores oportunistas enquistado en el gobierno, ya que esos sectores son influyente en las decisiones económicas, sociales y políticas de la nación, que afectan directamente al pueblo, debido a que en los últimos meses las condiciones de vida del venezolano ha empeorado por diversas razones que incluye la guerra económica, la escasez, la inflación, la especulación por parte de los empresarios capitalista, el despilfarro de divisas por parte de las empresas maletines y los denominados raspa cupos, las devaluaciones monetarias, el desfalco del fondo Chino-Venezolano, los ajustes cambiarios, el contrabando de extracción, entre muchos otros factores que han descontrolado la economía nacional, y que han puesto en aprieto al pueblo trabajador, siendo afectados directamente con la cuestión económica, debido a que sus sueldos y salarios no alcanzan para satisfacer sus necesidades básicas.
Esas “disputas” entre los sectores oligarcas en conjunto con el imperialismo yankee contra los sectores reformistas enquistados en el aparato burocrático estatal por el poder tanto económico como político, ha sido constante y agudo en estos últimos meses a raíz de la perdida física de Hugo Chávez y, que se profundizará si no se completa la revolución para así poder desaparecer definitivamente la burocracia que le ha hecho un gran daño a la Revolución Bolivariana, expresado así por el propio presidente Nicolás Maduro, al igual que, arrancarle el poder económico a los capitalista, ya que ellos con ese poder crean las crisis que perjudica al pueblo y a su vez chantajean al gobierno con el pretexto de que no producirán ni invertirán más en el país, pero ¿en realidad la burguesía nacional produce?, pues no, la burguesía nacional, o mejor definido, la burguesía parasitaria, debido a que depende de otra burguesía, en este caso de los grandes capitalistas para importar sus productos y revenderlas en el país a un precio exorbitantes, siendo estos adquiridos con divisas reguladas, por ello nace la importancia de nacionalizar sus empresas y ponerlas bajo control obrero sin la mano de la burocracia porque sería volver a caer en lo mismo, ya que para acabar con la guerra económica es importante expropiar a los capitalistas y acabar con la burocracia para así incentivar una economía planificada basada en la productividad y en las necesidades del país.
Teoría Errada
Burocracia, etapismo, reformismo, negación a la lucha de clases, a la revolución socialista y a la democracia obrera, es decir: más de lo mismo, resultó ser ese falso concepto expuesto por Heinz Dietrich en sus teorías de “Socialismo del Siglo XXI” y que lamentablemente ha calado en el pueblo y la dirigencia revolucionaria, como lo expresa Alan Woods: “es una botella vacía que se puede llenar con cualquier contenido”, por ello, en el campo ideológico resulta muy confuso para las masas dicho término expuesto por Dieterich, basado en un supuesto “nuevo” socialismo (no es ninguna idea nueva) totalmente diferente en el cual no hace falta la lucha de clases ni mucho menos expropiar a los sectores capitalista, ya que según sería un modelo totalmente diferente a ese modelo stalinista que produjo el hundimiento de la Unión Soviética, pero dicho concepto está fundamentado en el reformismo, no es factible para la clase trabajadora, la única forma para que funcione y es que el denominado Socialismo del Siglo XXI esté basado con las ideas básicas del socialismo científico expuesto por Marx.
Esa falsa idea de Dieterich de construir socialismo sin la necesidad de expropiar a los capitalistas y con una pacificación en la lucha clases ha sido muy difundida entre las filas reformistas del chavismo, incluso han definido que el Socialismo del Siglo XXI es aliarse con los sectores privados del país para producir, elevando las fuerzas productivas en beneficio de todos por igual en pro de una Venezuela potencia.
¿Qué se puede esperar de la oligarquía venezolana?, ¿que construya el socialismo?, lógicamente no, al contrario, la oligarquía no permite que nada ni nadie toque sus intereses, y más si es el sistema socialista que pone en riesgo sus privilegios, ya que, el socialismo promueve la expropiación de las principales palancas económicas, la propiedad de producción y distribución de recursos que están en manos del capitalismo, y es por ello que no puede existir ningún tipo de conciliación entre los dos sistemas, sería como intentar mezclar agua y aceite, sus densidades no son compatibles.
Hay que tener en cuenta que el sector reformista juega un papel reaccionario dentro de las filas revolucionarias, queriendólo o no, sin duda cuidan sus intereses, la lógica capitalista no se les termina de aplacar, y eso se debe a la simple ausencia de factores ideológicos, factores que también afectan al proceso en general, la teoría revolucionaria es tan importante como la practica revolucionaria, obviar la teoría con el pretexto de que nadie sabe cómo construir el socialismo es como indicarle a un niño que escriba sin haberle enseñado primero las letras, es muy importante la base científica apoyada siempre en las acciones correctas y concretas.
¿Pero por qué Chávez sacó a relucir ese falso concepto acompañado con la idea del Socialismo del Siglo XXI?, pues como lo indica Alan Woods: “Cuando Hugo Chávez planteó la cuestión del socialismo, en seguida todo tipo de intelectuales reformistas y pseudo-académicos se apresuraron a intentar confundir el tema”, por ello se vendió la teoría de Dieterich, siendo esta según la más “innovadora” de todos esas ideas planteadas en la mesa adoptada por los reformistas encajados en el gobierno bolivariano.
Más de lo mismo
El bolivarianismo pensamiento en que se identifica la revolución, es una corriente política ideológica basada en la vida y obra del Libertador Simón Bolívar, fundamentado en el antiimperialismo y en la emancipación de los pueblos de nuestra América sobre décadas de saqueos y desapariciones durante todo el siglo XX, en las que fueron víctimas por las manos de esas corporaciones interesadas en sustraer todos los recursos naturales de nuestras tierras para sus intereses propios sin importarles el daño y la destrucción que han ocasionado.
Recordemos que La Revolución Bolivariana, identificada por el propio Hugo Chávez como un proceso armado pero pacífico, está basada en el árbol de las tres raíces bajo el pensamiento de Zamora, Bolívar y Simón Rodríguez, se afianzó con la victoria electoral del año 1998, que luego se terminó de concretar con la implementación de la nueva constitución tras la consulta popular en el año 1999.
Tras el giro socialista de la revolución en el año 2005, a pesar de los desaciertos ideológicos influenciados por la derecha interna en referencia con el denominado Socialismo del Siglo XXI, surgió una base filosófica caracterizada en adaptar el proceso social de trasformación llevada a cabo en el país hacia un modelo autóctono, capaz de adecuarse a las necesidades del pueblo venezolano en los nuevos tiempos, por ello Chávez decía: “nada ni nadie podrá desviarnos del camino hacia el socialismo bolivariano, el socialismo venezolano, nuestro socialismo”, pero recordemos que el líder de la revolución en reiteradas ocasiones expresaba asumir el marxismo, inclusive, en El Libro Rojo (Documentos Fundamentales del Partido Socialista Unido de Venezuela) en los mas resaltados principios generales del partido, se encuentra que el PSUV se declara como: Socialista, Marxista y Bolivariano, y es por ello, que el “Socialismo Venezolano” también esta fundamentado bajo estas banderas ideológicas científicas.
Dicha intención social predestinado a convertirse en proyecto de país propuesto en el objetivo II del plan de la patria expuesto por Chávez para el periodo presidencial comprendido entre los años 2013-2019 consiste en: Continuar construyendo el Socialismo Bolivariano del Siglo XXI en Venezuela, como alternativa al modelo salvaje del capitalismo y con ello asegurar la “mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad posible y mayor suma de estabilidad política”, para nuestro pueblo.
Lamentablemente el 5 de marzo de 2013 falleció el líder de La Revolución Bolivariana y, desde entonces los reformistas buscan como sea la manera de borrar la intención marxista de la revolución, claro ejemplo obedece al III Congreso de PSUV, en el documento correspondiente a la Comisión Ideológica y Programática, donde en su tercer adjetivo hace referencia de la transición venezolana hacia el socialismo, especificando lo siguiente: Retos para la construcción de la transición hacia el Socialismo Bolivariano, Modelo de Desarrollo y Modelo de Acumulación Socialista Bolivariana, Modelo Económico Productivo Socialista Bolivariano, Ética Socialista y por último, la clase obrera y el capitalismo; pero en ningún lado expresa la intención de expropiar el poder económico a la burguesía, los medios de producción ni de distribución, con programas basados en: nacionalización de toda la banca privada, los latifundios y las grandes industrias, monopolio del estado sobre el comercio exterior, implementación del Control Obrero en todas las empresas públicas y privadas, planificación democrática de la economía nacional por medio de los consejos comunales, campesinos y obreros, implementación de la milicia popular en cada fábrica, en cada asentamiento campesino y en cada comunidad, activación de todas las empresas cerradas e infrautilizadas, defensa de las misiones y de todas las conquista de la revolución, elegibilidad y revocabilidad de todos los cargos públicos en el Estado y dentro de las empresas, gestión revolucionaria de la educación por medio de los consejos comunales, estudiantiles, de profesores y trabajadores y practicar el internacionalismo proletario. Formulado lo anterior, entonces, ¿de qué socialismo se refieren?
Peligro tangible
En las mayorías de los sufragios realizados en Venezuela desde el inicio del gobierno bolivariano, se ha concretado contundentes victorias a favor del chavismo, que han demostrado la confianza de cierto modo que imprime dicho modelo social sobre las masas, debido a sus políticas sociales basadas en la inclusión y el vivir bien de los venezolanos, expresadas en un gran número de misiones y grandes misiones que han satisfechos las necesidades de cierta cantidad de la población con temas correspondiente al área de salud, vivienda, deportes, educación, alimentación, pensiones, transporte y entre muchos otros.
Partiendo de las elecciones presidenciales realizadas en el año 2006, donde Hugo Chávez salió ganador con un 62,84% de los votos totales, siendo estos los resultados mejor obtenidos, y hasta últimos sufragios realizados en el año 2013, se puede observar una disminución detallada en cuanto al porcentaje total de votos, ya que para las elecciones presidenciales del 2012 tomando en cuenta el aumento del número de votantes y el bajo nivel de abstención en comparación con otros procesos electorales, hubo una reducción en cuanto el porcentaje final de 7,77% en comparación con el año 2006, y para las elecciones del año 2013, en relación con las del 2006, la reducción fue de 12,23%, alcanzando esta ultima solo una diferencia de 1,49% sobre el rival de derecha, ya que el resultado obtenido por Nicolás Maduro fueron 50,61% y por el candidato de la contrarrevolución fue de 49,12%.
El reflujo en las masas se asoma como un serio problema que hoy en día enfrenta La Revolución Bolivariana a consecuencia de los variados escenarios que afectan al pueblo venezolano y, que cada día se agudiza por diversos factores de desgaste que han ocasionado los diferentes sectores económicos del país con el tema de las alzas de precios por la gran inflación del país, al igual que la “Guerra Económica”, manteniendo en zozobra y preocupación a la población. Pero ¿qué es la guerra económica?, es simplemente una estrategia implementada por la burguesía y el imperialismo, implicando las grandes empresas de comunicación, alimentación, distribución, medicinas, entre muchas otras para derrocar gobiernos progresistas. Esta maniobra promueve la estimulación del dólar paralelo, la inflación, el desabastecimiento o escasez que actúan de forma directa en la mente de las personas creándoles así diversos factores emocionales como la repugnancia, tristeza, ira y desesperación.
El ser humano es sensible a diversos factores emocionales más allá de entender que éstos, son estimulados de forma deliberada, debido a que los laboratorios psicológicos intentan afectar las necesidades potenciales o básicas de las personas para poder adquirir los diversos productos de su consumo diario, y al no poder adquirir dichos productos por las diversas razones que fuesen entran en juego los diversos factores emocionales en las personas. En el caso de Venezuela, La derecha venezolana apuesta a la desesperación que pueda reinar en la población al no poder conseguir los productos de la cesta básica, que satisfagan sus necesidades principales, o si los consiguen es a un precio exorbitante.
Auténtico camino
Basarse en falsas teorías para construir un supuesto nuevo socialismo sin ser apoyado bajo ninguna fórmula científica ni practica y sustentada en la colaboración entre las clases es un arma de doble filo para la clase obrera y pueblo en general, la única idea posible fundamentada en práctica y teoría para construir el verdadero socialismo es el método científico. Por esto Chávez decía: “El socialismo tiene que ser científico o no es. Una creación científica, colectiva, no de un hombre”.
Las revoluciones socialistas se completan o fracasan, Trotsky mencionó que: “la victoria completa de la revolución implica la victoria del proletariado. Esta última implica, a su vez, el carácter ininterrumpido de la revolución”. De lo contrario, una revolución incompleta sería un nuevo triunfo de la burguesía.
No debe quedar duda que el auténtico camino es el Socialismo Científico (El “verdadero” socialismo), la transición hacia la democracia obrera, o bien, como decía Marx: “La etapa inferior del comunismo”, basado en la propiedad y administración colectiva de todos los medios de producción, en manos del estado, es decir, del proletariado organizado.
En el capítulo II Del Manifiesto Comunista titulado Proletariados y Comunistas expresa lo siguiente: “El proletariado se valdrá del Poder para ir despojando paulatinamente a la burguesía de todo el capital, de todos los instrumentos de la producción, centralizándolos en manos del Estado, es decir, del proletariado organizado como clase gobernante, y procurando fomentar por todos los medios y con la mayor rapidez posible las energías productivas.
Claro está que, al principio, esto sólo podrá llevarse a cabo mediante una acción contundente sobre la propiedad y el régimen burgués de producción, por medio de medidas que, aunque de momento parezcan económicamente insuficientes e insostenibles, en el transcurso del movimiento serán un gran resorte propulsor y de las que no puede prescindiese como medio para transformar todo el régimen de producción vigente”.
La idea del “verdadero” socialismo no es la de reformar la propiedad privada, sino abolirla; ni de apaliar los antagonismos de clases, sino de abolir las clases; ni mucho menos se trata de mejorar la sociedad existente, sino de establecer una nueva.
¡Se completa la revolución socialista (el verdadero legado de Chávez) o retorna la contrarrevolución!