Obtiene abrumadora mayoría de votos, pese a la renuencia de EE.UU.
 
David Brooks
La Jornada

 

Eligen en Nueva York a cinco de los diez miembros no permanentes Ingresará al órgano con Nueva Zelanda, Angola, Malasia y España


Foto: El ministro venezolano del Exterior, Rafael Ramírez (al centro), festeja tras la elección de su país como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU para un periodo de dos años, a partir de 2015 -Foto Xinhua.

Por mayoría abrumadora Venezuela fue electa al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas –la entidad más poderosa dentro del organismo mundial–, a pesar de la renuencia explícita de Estados Unidos, que quedó aislado una vez más, tanto ante los países de América Latina como de gran parte del mundo que hoy respaldaron al país sudamericano.

Venezuela compitió por uno de cinco lugares no permanentes del Consejo de Seguridad que estaban en juego hoy –hay cinco permanentes y 10 no permanentes en total– y fue el candidato único del Grupo de América Latina y el Caribe. De los 192 países integrantes de la ONU presentes este jueves en la Asamblea General (el total es de 193), 181 votaron a favor de Venezuela y 10 se abstuvieron (un voto fue nulo).

El canciller venezolano, Rafael Ramírez, calificó el resultado de triunfo contundente; logrado a pesar de la prolongada campaña de descrédito contra su país. Este triunfo se lo dedicamos a Hugo Chávez Frías, afirmó, al señalar que este resultado es evidencia del respaldo mundial a su mensaje de paz, solidaridad y justicia social.

En sus comentarios a periodistas después de la votación, el canciller agregó que la comunidad internacional respaldó con este voto la lucha incansable del gobierno bolivariano contra la injerencia en los asuntos internos de los estados como contra el uso de medidas coercitivas unilaterales de carácter económico, político y de otra índole para restringir el derecho de las naciones a la libre determinación.

A partir de 2015, señaló, Venezuela será el primer país en ocupar un asiento en el Consejo de Seguridad y, simultáneamente, la presidencia del Movimiento de los países No Alineados. Asumimos este reto determinados en luchar contra el sometimiento de los pueblos a la subyugación, la dominación, la explotación y la ocupación extranjera, así como la negación de los derechos humanos fundamentales. Concluyó que ahora, más que nunca, Venezuela será una voz activa en la defensa de la igualdad soberana de las naciones, sobre todo en nombre de los países del sur y sus derechos al desarrollo y la paz.

España, otro de los cinco electos hoy, fue obligada a disputar el puesto con Turquía y sólo ganó en una tercera ronda de votación (se requieren dos tercios de la Asamblea, o sea 128) para finalmente obtener el triunfo con sólo 132 votos, apenas lo suficiente para lograr los dos tercios. Así, el gobierno que en parte se ha destacado en el ámbito internacional por su crítica a Venezuela, enfrentó más división y al final obtuvo mucho menos apoyo que la República Bolivariana.

Los otros electos hoy para un periodo de dos años a partir de 2015 fueron Angola, Malasia y Nueva Zelanda, y ahora, con Venezuela y España, se sumarán al Consejo de Seguridad, donde con los cinco miembros permanentes y los otros cinco rotativos enfrentarán una coyuntura internacional especialmente complicada, que abarca desde las guerras internacionales en Irak y ahora Siria hasta el enfrentamiento entre Ucrania y Rusia, la crisis del ébola y la cada vez más urgente crisis del cambio climático, entre otros temas.

El Consejo de Seguridad, según la Carta de la ONU, tiene la responsabilidad primaria del mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, y es el único órgano del sistema de Naciones Unidas cuyas resoluciones son vinculantes. Sus 15 integrantes tienen un voto, pero sólo los cinco permanentes –Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia– tienen el poder de veto.

El gobierno estadunidense no ocultó su oposición a la postulación de Venezuela, aunque no lo hizo públicamente hoy como en el pasado. El voto es secreto, pero todos suponen que Washington se abstuvo junto con otros nueve países.

Sin embargo, poco después de la votación, la embajadora estadunidense ante la ONU Samantha Power emitió una declaración en la cual afirmó: desafortunadamente, la conducta de Venezuela en la ONU ha procedido en contra del espíritu de la Carta de la ONU y sus violaciones de los derechos humanos en casa están en oposición a la letra de la Carta, reportó la agencia Ap.

En meses recientes, altos funcionarios del gobierno estadunidense reiteraban, al preguntarles sobre el tema, que un país que no cumple con las normas internacionales no es el mejor candidato para el Consejo de Seguridad.

En 2006, Washington logró descarrilar el intento de Venezuela de sumarse al consejo gracias a una división entre los países latinoamericanos. Al parecer, esta vez no hubo escisiones.

Pero ahora las cosas podrán ser aún más incómodas, física y escenográficamente, para Washington. Entre la delegación venezolana a la ONU está la embajadora alterna María Gabriela Chávez, hija de Hugo Chávez, quien podría representar a su país en el Consejo de Seguridad. Los 15 miembros del Consejo de Seguridad suelen estar sentados en orden alfabético por país, en inglés, y en este caso Estados Unidos (United States) quedaría junto a Venezuela, lo que obligaría a Washington a sentarse junto a Chávez.