AVN
8 de Octubre 2014.- El sesgo reina en las empresas internacionales de comunicación, y se ha hecho evidente, una vez más, ante el asesinato de seis personas y la desaparición de 43 jóvenes estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, en Iguala, estado de Guerrero, México, ocurrido el 26 de septiembre.
Medios como El País y 20 Minutos de España, CNN México y la BBC Mundo obvian decir que fue una masacre, una arremetida policial, una violación de los derechos humanos, y optan por la salida fácil al definir la situación como hechos violentos o lamentables, sucesos violentos y, en mayor medida, enfrentamientos.
Precisamente, la BBC Mundo se refiere a esta masacre -como lo hace en el artículo “Peña Nieto ordena aclarar desaparición de estudiantes en Iguala, Guerrero”- como ataques, en los que “murieron” seis personas y por los cuales hay 26 personas detenidas.
“Hubo un primer enfrentamiento. Los agentes dispararon al aire; los estudiantes respondieron a pedradas”, reseña El País de España, en un artículo publicado el 4 de octubre titulado “La desaparición de 38 estudiantes, último episodio del caos en Iguala”.
Estos medios solo mencionan la presunta falta de las autoridades locales y obvian la responsabilidad del Gobierno nacional mexicano y su presidente, Enrique Peña Nieto, quien apenas se pronunció sobre el caso este lunes, 10 días después de la represión.
En el caso de El País, el medio desestima la desaparición de los jóvenes estudiantes -quienes estaban desarmados- al precisar que “en un país con una cifra oficial de 13.000 desaparecidos tampoco es extraño” que aún no se sepa el paradero de los estudiantes.
A esta línea se suma Notimex, que se refiere al asesinato y la desaparición de los jóvenes estudiantes como hechos lamentables.
Sin embargo, La Jornada de México en un artículo titulado «Ayotzinapa, crimen de Estado», de fecha 6 de octubre, denuncia la cotidianidad de estos hechos y el desinterés del Gobierno federal para hacerle frente a la situación en Guerrero.
«En la matanza de estudiantes de Ayotzinapa la represión gubernamental contra una movilización social ha puesto también a su servicio la violencia del crimen organizado. Se trata de un crimen de Estado. La actitud omisa del Poder Ejecutivo federal y el autismo de la clase política en su conjunto le dan además la dimensión de una crisis de Estado», advierte.
Paralelismo necesario
Es necesario hacer un paralelismo entre el tratamiento dado por las referidas empresas de comunicación a la masacre en Guerrero y el seguimiento que le dieron al terrorismo focalizado emprendido por la extrema derecha a principios de este año en Venezuela.
Para ese momento, las transnacionales auparon la intervención de organismos internacional en el país; esta vez -ni siquiera ante la ausencia de un pronunciamiento del presidente Peña Nieto- abogaron de manera tajante por ello.
De hecho, El País de España asoma, muy por encima, para el 4 de octubre (ocho días después de la masacre y de las desapariciones forzosas) la falta de “control” de lo que ellos llaman “las fuerzas presidenciales”.
Esa misma empresa de comunicación -que dedicó un espacio en su página web a las “Protestas en Venezuela” (obviando los actos terroristas cometidos), calificó de incapaz a la Organización de Estados Americanos (OEA), al no “mostrar una postura unánime sobre Venezuela”.
Este hecho contrasta con la actual posición que ha asumido frente a la represión policial en Guerrero, al no cuestionar la posición de este organismo, que apenas este martes se pronunció al respecto.
Hechos claros
El 26 de septiembre pasado, la policía de Iguala -presuntamente junto a sicarios del grupo delictivo Guerreros Unidos- arremetió contra un grupo de estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de la población de Ayotzinapa, que había llegado a la ciudad para recoger fondos económicos para el movimiento estudiantil de la institución.
De acuerdo a reportes policiales, los estudiantes supuestamente pretendieron llevarse tres autobuses de la ciudad, lo que originó la persecución y el ataque de los uniformados.
Los policías, además de atacar a los estudiantes, dispararon contra un autobús donde se movilizaban jugadores del equipo de fútbol de tercera división Los Avispones, que viajaban por la carretera Iguala-Chilpancingo. Por esta acción murieron el chofer y un futbolista de 14 años.
El procurador de Guerrero, Iñaky Blanco, señaló que 22 policías municipales estuvieron relacionados por los hechos y confirmó la desaparición de 43 estudiantes.
Informó que las investigaciones sobre los hechos del 26 de septiembre revelan que policía de Iguala habrían entregado a 17 de los estudiantes al grupo delictivo Guerreros Unidos, quienes habrían asesinado a los jóvenes.
También informó sobre el hallazgo de 28 cuerpos en estado de descomposición y calcinados en fosas clandestinas.La identidad de estas personas se desconoce a la fecha.