Pedían $20.000 y sólo obtendrán $1.500

Telesur

 

Caracas, 10 de octubre 2014. – El canciller de la República Bolivariana de Venezuela, Rafael Ramírez, expresó la posición del Estado sobre el fallo que favorece a Venezuela en la disputa legal con la transnacional petrolera Exxon Mobil.
 

El tribunal arbitral del Centro Internacional para el Arreglo de Diferencias relativas a las Inversiones (CIADI), emitió el fallo definitivo en el caso cuyo litigio comenzó desde el año 2007 con las pretensiones exageradas de Exxon Mobil.

A partir de ese fallo, Venezuela no tendrá que pagar una idemnización de 20 mil de millones de dólares a esa transnacional, que era lo que exigían de forma injustificada. Ahora, el Gobierno del país sólo pagará mil 500 millones de dólares.

Hace siete años el presidente Hugo Chávez, decretó Plena Soberanía Petrolera y la nacionalización del petróleo para dar a la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) la mayoría accionaria y posibilitar la redistribución social de la renta en beneficio del pueblo.

La medida frenaba las intenciones de los gobiernos neoliberales de privatizar este estratégico recurso de los venezolanos iniciado con la llamada “Apertura petrolera”. Una de las prácticas más comunes era la firma de “Convenios Operativos” con las empresas transnacionales.

Los “Convenios Operativos” suponían:

– Entrega de campos petroleros considerados marginales (de “dificil explotación” y “poco rentables para PDVSA”) para su “reactivación” por las transnacionales

– Contratos de exploración y explotación por 20 años.

– Las transnacionales pagarían el 34% de Impuesto sobre la Renta, sin regalías, las cuales eran asumidas por PDVSA.

– La solución de los conflictos se dirimirían mediante un arbitraje internacional, supranacional, en franca violación de la soberanía nacional.

– Las empresas exigían cuatro obligaciones económicas que debía asumir PDVSA: Los costos de operación, los costos de capital, los incentivos para una mayor producción y las deudas adquiridas por las empresas para poder realizar inversiones)

– Como resultado Venezuela acababa pagando entre el 110 y el 135 por ciento por cada barril de petróleo venezolano producido.

32 de estos convenios fueron firmados con 22 empresas. Con los convenios operativos se violaba la Carta Magna que reserva la exploración y explotación petrolera exclusivamente al Estado venezolano.

La Plena Soberanía Petrolera ponía fin a estos convenios, permitiendo la participación de capital privado en la industria, regulado por el Estado. Casi todas las petroleras que tenían e convenios operativos aceptaron que les redujeran su participación, excepto Exxon y Conoco Phillips, que llevaron sus demandas al Centro Internacional para el Arreglo de Diferencias relativas a las Inversiones (CIADI) adscrita al Banco Mundial.

En 2012 un jurado de arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional ordenó a PDVSA el pago de USD 908 millones, de los siete mil millones que exigía Exxon, como compensación por los activos que perdió tras la nacionalización de la Faja Petrolífera del Orinoco.

Como afirmara el Comandante, “comienza a consolidarse una nueva geopolítica petrolera al servicio de los pueblos y no de los intereses del imperialismo y del gran capital”.

COMUNICADO

La transnacional Exxon Mobil ha estado atacando la soberanía de la República Bolivariana de Venezuela continuamente durante los últimos siete años, impugnando la nacionalización de la Faja Petrolífera del Orinoco y la extinción de los convenios de asociación firmados por PDVSA durante la apertura petrolera de los años 90, todas acciones lideradas por el Comandante Supremo Hugo Chávez en el marco de la Política de Plena Soberanía Petrolera. Este ataque comenzó con un intento de hacer poner de rodillas a PDVSA mediante un abusivo proceso que sólo puede ser calificado de “terrorismo judicial”, cuando Exxon Mobil obtuvo de una corte en Londres una orden de congelamiento de activos de PDVSA con alcance mundial (la infame “Mareva injunction”).

En ese entonces la Exxon Mobil afirmó que PDVSA le debía 12 mil millones de dólares por la nacionalización del Proyecto Cerro Negro y que esa poderosa transnacional necesitaba protección de la corte en Londres. La firme defensa de PDVSA tuvo éxito en derrotar esta maniobra abusiva de ExxonMobil, demostrando que sus acciones fueron totalmente infundadas. En el arbitraje que Exxon Mobil inició contra PDVSA ante la Cámara de Comercio Internacional, PDVSA logró demostrar que los reclamos de ExxonMobil eran sumamente exagerados y que, si ExxonMobil hubiera tenido algún interés en negociar un acuerdo de buena fe, hubiera podido obtener la compensación apropiada mediante un acuerdo amigable.

En aquel entonces, a principios del año 2012, ExxonMobil trató de restarle importancia al éxito de PDVSA, informando a todo el mundo que su reclamo principal seguía siendo de miles de millones de dólares ahora en contra del Estado Venezolano ante el CIADI. A tal efecto, la transnacional utilizó el cuestionado sistema internacional de arbitraje de inversión, el cual se ha prestado muchas veces para agredir la soberanía de Estados e imponer indemnizaciones punitivas a diferentes países a fin de inhibirlos en el ejercicio de su soberanía permanente sobre la explotación de sus recursos naturales.

Pero ahora, aún dicho sistema ha rechazado las pretensiones exageradas de Exxon Mobil. El tribunal arbitral del CIADI acaba de emitir su laudo definitivo en el caso, poniendo fin a las especulaciones infundadas que han venido circulando por varios años de que la República tendría que pagar una indemnización de miles de millones de dólares a Exxon Mobil y confirmando que el nivel de compensación buscado por Exxon Mobil por la nacionalización siempre ha sido exorbitante y completamente injustificado, tal como la República ha dejado claro desde el principio del litigio en 2007. El monto total de la compensación determinado por el tribunal arbitral por los antiguos Proyectos Cerro Negro y La Ceiba es de 1.591 millones de dólares, monto que no guarda relación alguna con las pretensiones irrazonables de Exxon Mobil en este caso, que ascendían a alrededor de 20 mil millones de dólares. Estas absurdas cantidades buscadas por transnacionales como Exxon Mobil y Conoco, si fueren tomadas en serio por tribunales arbitrales, podrían resultar en la destrucción de la economía de muchos países y en el colapso total del sistema de derecho internacional.

Cabe señalar que el tribunal arbitral del CIADI ha reconocido un crédito en favor de la República por el monto ya pagado por PDVSA de 907 millones de dólares en 2012 para el Proyecto Cerro Negro, que deberá descontarse, además de los interés, del monto del laudo, quedando así reducido sustancialmente el monto restante a pagar. No obstante que la suma ya pagada por PDVSA debería haber puesto fin a la disputa relativa a la compensación por el Proyecto Cerro Negro, el monto global determinado por el tribunal arbitral del CIADI para el conjunto de los proyectos de Exxon Mobil en el país se encuentra dentro del rango razonable considerado por la República en 2007, cuando la República hizo sus mejores esfuerzos para llegar a un acuerdo amigable, los cuales fueran abruptamente rechazados por Exxon Mobil en esa oportunidad.

La decisión del tribunal arbitral deja claro que este litigio de siete años de duración, de proporciones gigantescas y maniobras escandalosas de Exxon Mobil, fue totalmente innecesario, no sirviendo a propósito legítimo alguno. El retiro de Venezuela del CIADI, que se produjo en 2012 como reacción a elementos del sistema de arbitraje de inversión con los cuales disentimos, en forma alguna disminuyó nuestro criterio de reconocer el principio de compensación justa por la nacionalización, pero lo que la República no ha aceptado ni nunca aceptará es doblegarse frente a reclamos exorbitantes. El éxito final en este litigio se debe a la firme determinación de la República de ser fiel a ese principio fundamental.

Una vez mas la República Bolivariana de Venezuela, su gobierno, instituciones y trabajadores le salen al paso y logramos derrotar las agresiones de los poderosos intereses transnacionales, y a sus agentes nacionales que de manera vergonzosa los apoyan en el país. Reiteramos que Venezuela se respeta, estamos decididos a defender nuestra independencia y soberanía en cualquier escenario.

¡VIVA EL COMANDANTE CHAVEZ!