En el libro «Estados Peligrosos», Noam Chomsky conceptualiza al terrorismo como: «el empleo calculado de la violencia, o de la amenaza de la violencia, para lograr objetivos de índole política, religiosa o ideológica…por medio de la intimidación, la coerción o la instigación del miedo en los demás». Más claro no canta un gallo, con respecto a lo que sucede en nuestro país. Guerra económica que induce a una Economía de Guerra, Amenazas desde los organismos internacionales financieros y políticos, intimidación a través de hechos violentos, como saboteo eléctrico, contrabando, asesinatos selectivos, campaña mediática nacional e internacional para crear matrices de opinión falsas y cubrir al país en un manto de incertidumbre y miedo. Todo esto tiene un sello, el de Terrorismo.

Cuantas Revoluciones a través de la historia han sido bombardeadas no con bombas sino con el terrorismo del que describimos arriba. Las bombas y las invasiones las utiliza el gran capital como último recurso cuando ya no pueden subyugar a los pueblos por medio del terrorismo subliminal. Vietnam, Cuba, Nicaragua, Guatemala, Chile, Libia, Egipto, Granada, Haití, México entre otras, sufrieron y sufren del acoso de los países hostiles que por vía del gran capital y de sus cipayos internos logran desbancar a los procesos revolucionarios de cambios estructurales que solo buscan eliminar esa gran brecha entre la riqueza y la pobreza. Venezuela y su Revolución, hoy día, se siente amenazada. Posiblemente en esto últimos 15 años no había estado tan peligrosamente amenazada.

Para nadie es un secreto que la guarimba aparte de haber cobrado más de 40 víctimas y daños materiales que cuestan a la nación miles de millones de dólares fue también utilizada como distracción para montar todo el aparataje terrorista que hoy se encuentra instalado en el país. Amén de afinar con mayor precisión el contrabando de extracción.

El terrorismo tiene muchas variedades y formas para ser aplicadas en los países que buscan su independencia. Venezuela vive hoy una crisis económica con rasgos de recesión, existen elementos externos que nos hacen pensar que no todo es culpa del gabinete económico del gobierno, hay también un marcado accionar de grupos oligopolicos-monopolicos que constantemente bombardean la economía a través del; remarcaje de precios, acaparamiento selectivo, bajar al mínimo la producción etc. Dentro del gobierno también existen evidencias de factores contrarrevolucionarios que hacen el papel de agentes del gran capital. Todo esto coloca contra la pared al proceso bolivariano, que sumado a la ineficiencia ejecutiva y de sus expertos hacen un ambiente nada favorable para resolver la crisis actual.

La inseguridad es otro aspecto sensible que su magnificación efectista a través de los mass media crea un ambiente de zozobra y miedo. El sicariato, paramilitarismo, entre otros, son modelos extranjeros que ya se quieren establecer en el país, los organismos de seguridad deben de hacer todo su esfuerzo para que este tipo de terrorismo no se expanda. En fin estos son los dos aspectos que más preocupan a la población: la crisis económica y la inseguridad. Sobre la económica vemos un «Voluntarismo», que más allá de reuniones, diálogos etc., no se ha podido transformar en reactivar los procesos productivos y las importaciones. Hay una evidente confabulación entre los sectores empresariales productivos e importadores, inclusive desde los organismos del estado también hay una especie de «operación morrocoy» para ralentizar más aun la economía.

Un problemón tiene el gobierno. Más allá del apoyo irrestricto de sectores de la población que sufren a diario los embates de estas crisis en lo económico y en seguridad ciudadana, creemos que ya es hora de emprender una cruzada definitiva y de una vez por todas asegurar el bienestar de la población. Dejemos atrás la retórica, hay una crisis evidente que corroe las bases de la revolución, empecemos desde hoy a tomar medidas urgentes para tratar de ver la luz al final del túnel…. Para luego es muy tarde..

Llegó la Hora…. Venceremos¡¡¡