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20 de octubre 2014- Luciano Arruga, cuyo paradero se desconocía desde enero de 2009, habría muerto atropellado en un accidente de tránsito la misma noche que desapareció y luego enterrado como ¨no identificado¨ en el cementerio de Chacarita, a las afueras de Capital Federal, en tanto sus familiares reclamaron que se profundice la investigación acerca de las causas del deceso.
La familia de la víctima y organizaciones de derechos humanos insisten en que hubo «irregularidades policiales» y «violencia institucional» en el caso de la desaparición del joven y quieren saber qué pasó la noche en la que lo vieron por última vez.
Sin embargo, consideran que el «hallazgo es fundamental», pero «sólo marca el inicio de un proceso para poder llegar a la verdad de su muerte y poder establecer las responsabilidades institucionales». El hallazgo del cadáver de Arruga se produjo un día después que se aumentara a un millón de pesos la recompensa para quien tuviera noticias de su paradero.
El joven habría sido atropellado en el cruce de la avenida General Paz y Emilio Castro, del lado de Capital Federal a las 3:21 y derivado al Hospital Santojanni por una ambulancia del SAME y enterrado tres días después en el cementerio de Chacarita.
Según confirmaron fuentes judiciales a NA, el cuerpo que fue enterrado como NN pertenece a Luciano Arruga porque se cotejaron las huellas dactilares del joven desaparecido que estaban en la causa con las huellas del cuerpo que estaba enterrado.
Las huellas de Arruga se habían incorporado al expediente porque el joven había estado detenido en la comisaría de Lomas del Mirador, unos meses antes de desaparecer.
• El CELS denunció «desidia» del Estado
En conferencia de prensa, el presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Horacio Verbitsky, aseguró que hubo una «absoluta desidia por parte del Estado» en no poder determinar luego de seis años qué le ocurrió al joven y aseguró que mantienen la sospecha de la policía Bonaerense.
«Hubo una desidia absoluta por parte del Estado para llegar a la información que hoy tenemos, pero que es insuficiente, insatisfactoria, y ni para el Cels ni para la familia cierra el caso», sostuvo el presidente del organismo querellante en el caso.
«La familia insistió durante seis años porque había y sigue habiendo motivo de sospecha sobre el comportamiento de la policía Bonaerense», señaló.
Además, Verbitsky atribuyó a «la desidia» el hecho que recién este viernes se conociera que Arruga pudo haber sido víctima de un accidente de tránsito el mismo día que desapareció, y que eso muestra «la discriminación y desprecio institucional por los chicos pobres».
«Hay interrogantes que sigue pendientes que no modifican el hecho previo de torturas porque la hermana lo escuchó gritar cuando fue a la comisaría y de la extorsión que los policías de Lomas del Mirador practicaron», comentó Verbitsky. El presidente del Cels explicó que fue a partir del recurso de habeas corpus que presentaron hace unos meses, que se pusieron en marcha las acciones que permitieron la identificación del cuerpo.
«Estos 6 años muestran la discriminación y desprecio que las instituciones y la justicia tiene con los jóvenes pobre como Luciano Arruga. Esto no hubiera ocurrido si el chico hubiera sido de Palermo o si hubiera sido de la clase media porteña», sentenció.
La familia acompañada por el Cels impulsó la investigación de las torturas que habría sufrido Luciano en el destacamento policial unos meses antes de su desaparición, y esa investigación, según confirmaron en la conferencia, demostró «las irregularidades policiales y judiciales que nunca fueron explicadas».
«Queremos que este caso sea un punto de inflexión en la Argentina, que no pueda reproducirse este maltrato con la familia, que no pueda reiterarse esta práctica inadmisible al cabo de 30 años de democracia», concluyó.
El resultado del cotejo realizado entre las huellas dactilares que había en el expediente del joven desaparecido y las de un cuerpo que estaba enterrado desde 2009, se conocieron este jueves por la mañana y la familia se enteró unas horas después.
Por el accidente de tránsito, en el que murió el joven, una persona de 21 años había sido sobreseída por la jueza de instrucción subrogante Laura Bruniard, a raíz de una pericia accidentológica.
La causa por la desaparición de Arruga está a cargo del juez federal Juan Pablo Salas y del fiscal federal Sebastián Basso de Morón, quienes pedirán en las próximas horas una serie de medidas para terminar de confirmar que el cuerpo encontrado pertenece al joven Arruga y no se descarta una eventual exhumación.