Marta Riesgo

elglobal.net

Un estudio elaborado por Thompson Reuters destaca la diversificación en la investigación de las compañías
Las ventas globales de la industria farmacéutica podrían alcanzar el billón de dólares (aproximadamente 772.000 millones de euros) en 2014, según apunta el informe 2014 Pharmaceutical R&D Factbook, elaborado por Thomson Reuters. Este recuerda que, en 2013, las ventas alcanzaron el máximo histórico de 980.000 millones de dólares (aproximadamente 756.000 millones de euros) y, según los cálculos realizados en el informe, 2014 continuará manteniendo las subidas. No obstante, y a pesar de estos buenos datos, el estudio apunta a una ralentización en la tasa de crecimiento en comparación con años anteriores, sobre todo, señala, debido a la expiración de patentes y la entrada de un mayor número de medicamentos genéricos a un precio más bajo, sobre todo, en el mercado norteamericano.
En cuanto a la productividad de la I+D, reconoce un descenso significativo, respaldado, cita, por varios documentos y estudios internacionales. Un dato que se demuestra, dicen, al ver el descenso de nuevas moléculas y biológicos aprobados por la agencia norteamericana del medicamento (FDA), que pasaron de 39 en 2012 a 27 en 2013, lo que supone un descenso que se acerca al 30 por ciento. Sin embargo, destaca el aumento del número del moléculas lanzadas al mercado en los países desarrollados, lo que denomina la internacionalización de la comercialización. De hecho, tal y como indica, en 2013 se registró la segunda tasa más alta de aprobaciones desde 2005. Esto se explica porque, aseveran, los procesos de aprobación cada vez son más rápidos en los países desarrollados.
Por otro lado, en cuanto a la investigación y desarrollo de nuevos fármacos, el estudio muestra un aumento en la diversificación de las áreas terapéuticas por parte de las compañías. Asimismo, el informe asegura que, aproximadamente, la mitad de todos los lanzamientos fueron medicamentos destinados al tratamiento de enfermedades como el cáncer, la hipertensión arterial y el VIH.
El análisis también se refiere a la tasa de éxito de las nuevas moléculas en las diferentes etapas de estudio. En este sentido, se detecta un aumento de esta tasa de éxito en etapas más tardías, que contrasta con el bajo porcentaje de las primeras fases. En resumen, se muestra una mejora de lo que denominan fail fast, fail cheaply (fallar rápido, fallar barato) y que se refiere a la rapidez que tienen las compañías en detectar compuestos fallidos en etapas tempranas. Así, cuanto más tardía es la fase, se destaca un menor fallo.
En este sentido, el porcentaje de éxito en los estudios en fase III alcanza el 64 por ciento y, este, asciende al 89 por ciento en lo que se denomina la etapa de registro de los nuevos fármacos. En la fase preclínica la tasa de éxito es de un cuatro por ciento y en la fase I y fase II estas alcanzan el 6 por ciento y el 14 por ciento respectivamente.
Mercados emergentes
El estudio de Reuters no es el único que apunta a un aumento en las ventas globales para 2014. Un informe publicado por la consultora IMS Health el pasado año superaba esa previsión y aseguraba que se alcanzarán los 1,1 billones de dólares (aproximadamente 849.000 millones de euros) de ventas globales. Un aumento que se explica por la expansión de los mercados emergentes, que ayuda a compensar la pérdida de patentes de muchos fármacos y la entrada de los genéricos en el mercado. La consultoría apuntaba a un aumento anual de entre el 5 y el 8 por ciento de los medicamentos con receta en los próximos cinco años, que se traduce en un aumento en las ventas de más de 300.000 millones de dólares (232.000 millones de euros).
«El aumento de las pérdidas de las patentes no afectará al aumento de las ventas en los próximos años», aseguró el vicepresidente de IMS Health, Murray Aitken. «Lo que refleja este crecimiento es que el mercado mundial farmacéutico se está alejando de esa dependencia que anteriormente se registraba en los cinco o seis principales mercados».
No obstante, también señala una ralentización del crecimiento de las ventas, provocado, sobre todo, por la expiraciones de patentes en Estados Unidos en los últimos años, los recortes de precios de los medicamentos en Japón (el segundo mayor mercado mundial), así como los recortes en los presupuestos sanitarios europeos, que se han visto traducidos en un descenso del gasto farmacéutico. Por eso, desde IMS apuntaban a la importancia de abrirse a mercados emergentes contrarrestando la disminución de los mercados principales.
China, África y América Latina
El diario The Economist proyectaba en un estudio reciente sobre mercados emergentes que en 2017 China alcanzaría los 160.000 millones de dólares (aproximadamente 123.000 millones de euros) en ventas de medicamentos. En África, apuntaban, el tamaño del mercado es aún pequeño. Sin embargo, el rápido crecimiento de muchas grandes ciudades ofrece oportunidades interesantes para el desarrollo. El gasto farmacéutico en África puede llegar a alcanzar los 30.000 millones de dólares (23.140 millones de euros) en 2016, que contrastan con los 18.000 mil millones de dólares (13.890 millones de euros) registrados en 2012. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), África tiene el 11 por ciento de la población mundial, sin embargo, representa el 24 por ciento de la carga mundial de morbilidad.
Por otro lado, el repunte de las economías de varios países de América Latina, ha convertido en esta región en un mercado muy atractivo para el sector farmacéutico. Actualmente se estima que sus ventas alcanzan los 70.000 millones de dólares (54.000 millones de euros). En concreto, Brasil, que es el mercado más grande de la región, creció un 10 por ciento en 2010, generando unas ventas de 26.000 millones de dólares (20.000 millones de euros).
El mercado indio también se muestra atractivo. La consultora Deloitte estima que en 2016 las ventas aumentará un 14,4 por ciento, alcanzando los 27.000 millones de dólares (aproximadamente 21.000 millones de euros). No obstante, la misma consultora apunta los inconvenientes que presenta este mercado, sobre todo, dice, «el control de precios de los medicamentos, la mala aplicación de la reglamentación, infraestructuras inadecuadas, la escasez de mano de obra cualificada o la falta de cumplimiento de los estándares mundiales de calidad».