Luis Alberto Toro Ojeda
Es vital tener muy en cuenta que la guerra económica desatada por la burguesía internacional y el imperialismo contra Venezuela tiene un alto componente ideológico que permea hacia lo más profundo del pueblo venezolano de distintas formas y con disímiles interpretaciones, lo que nos lleva a estar muy atentos.
Un venezolano común y corriente que anda por las calles y se encuentra con una terrible cola para adquirir un producto, de los llamados de primera necesidad, al cual se le imprime una carga ideológica que se hace “de vida o muerte” adquirirlo, generando una «necesidad» creada por la publicidad y el manejo mediático del temor: a la escasez, a que jamás se pueda consumir dicho producto, etcétera, crea en la psiquis de la población una terrible angustia que puede llevarnos a cometer la mayor de las estupideces pensando en que nos la estamos comiendo… todo este cuadro está hilvanado de tal forma que terminamos asumiendo la ideología burguesa como la gran verdad y sin querer queriendo nos convertimos en defensores, promotores e impulsores de las más grandes mafias capitalistas del contrabando que se hayan visto en el país, pensando en que lo hacemos bien, en que con nuestras acciones contribuimos al progreso de nuestras familias, pero en el fondo no hacemos sino ayudar a unas mafias que nos destruye y nos acaba la economía.
De esta forma encontramos a una parte importante de la población que ha sido beneficiada como nunca en esta revolución, como paladines de la defensa del capitalismo… «con mi contrabandista no te metas», dirían los disociados otrora, hoy como el disimulo se ha hecho imprescindible, no se dice eso, pero se piensa y se siente, hay muchos que se han hecho unos cobritos con eso de la especulación y el diablo toca a la puerta para con disimulo acabarnos metiéndonos a contrabandistas. Asimismo con los raspa cupos y otras modalidades perversas del capitalismo, son muchos los que han caído como tontos útiles en estas cosas… ¿Qué hacer con un compatriota que ha encontrado «la solución» en el rebusque y la especulación? Recordemos aquello de, «puede ser que especulemos pero generamos empleo», esgrimido por uno de los más conspicuos capitalistas del país, hoy prófugo de la justicia venezolana, pero financiando y actuando en la conspiración económica contra el país desde su paraíso mayamero, pero como diría el chavo, «se me chispoteo», bien pudiera aplicársele a este señor, que en el fondo no dijo otra cosa sino una gran verdad, el capitalismo especula con el cuento de «generar empleo». En general no se trata de que el capitalismo genera empleo per se, es una lógica que requiere de mano de obra, barata casi siempre, para generar la plusvalía que el sistema capitalista concentra y expande con sus áreas de control e influencia, en sectores que van desde el deporte hasta el tráfico de drogas y el contrabando de extracción, padecimiento actual de los venezolanos.
La lógica del capitalismo no es generar empleo para el bienestar social, no, se trata de algo «necesario» para consolidar su sistema. Por esta razón los choques contra un modelo distinto son inevitables, además que la lógica del capitalismo se adecúa a «situaciones difíciles», entre ellas una revolución, para mutarse en distintas formas que dan la sensación de «bienestar» colectivo, de «crecimiento económico», o como decía Chávez… incremento del PIB, un mecanismo de medición tan perverso que convierte una catástrofe humana en «incentivo económico», de esta manera, la venta de pompas fúnebres representan «un avance», un crecimiento en el PIB, no importa que esto sea a causa de un desastre humano, o de una guerra, etcétera, por el contrario, la atención de millones de ciudadanos en barrio adentro no merecen un dígito de «desarrollo» del PIB en las mediciones capitalistas, es decir, lo social no importa al capitalismo…Claro, son dos modelos confrontados, pero lo paradójico es que pagamos un dineral a las llamadas agencias de riesgos para que nos digan que estamos poniendo la cagada, desde la óptica capitalista por supuesto, porque desde la óptica de lo humano estamos rompiendo cifras de inversión con más del 60% del presupuesto invertido en el área social, algo jamás nunca visto en el país.
Pero la carga ideológica nos indica que las cifras del capitalismo «son las correctas», un absurdo pues, pero por obra y gracia de la ideología capitalista difundida por sus medios convertida en la regla del éxito. El fenómeno del contrabando tiene un caldo de cultivo profundo, exacerbado con el subsidio a muchos productos que convierte a Venezuela en un paraíso para adquirir bienes y servicios y venderlos en otras partes, lo cual en el fondo no es otra cosa sino un éxito social, por cuanto esto demuestra que el venezolano adquiere las cosas baratas, más sin embargo, el fenómeno del contrabando interno y de extracción se combina para «beneficiar» a sectores que se dedican a esta actividad que carcome los valores de una sociedad.
El presidente Maduro y el alto mando de la revolución ha emprendido la batalla para depurar la economía del componente parasitario que la lumpen burguesía le inyecta, está empeñado en el desarrollo económico productivo del país, entre otras cosas para romper con una cultura rentística de décadas, para avanzar hacia una economía productiva con un componente socialista predominante, aunque pudieran combinarse mecanismos que entrelacen procesos, o lo que Chávez llamó, los injertos, pero que generen una nueva cultura económica y por ende se derrote la carga ideológica parasitaria promovida por la lumpen burguesía desde los grandes medios de comunicación. Dicha batalla se libra hoy en momentos donde se intenta consolidar un Partido de la revolución que coadyuve a este desarrollo, en lo inherente a la organización social, formación política, estructura de lucha y combate que oriente al pueblo y de la batalla ideológica contra esta burguesía que intenta marear al pueblo con ese cuento de «la prosperidad capitalista». Lanzando migajas a los sectores que se dedican al contrabando interno y de extracción. En conclusión: la revolución bolivariana enfrenta a la burguesía en todos los frentes, el más determinante, lo ideológico, saben los analistas y estudiosos burgueses que el día en que el mundo se dé cuenta de la estafa del capitalismo éste se derrumba, por esta razón el desespero llega a niveles del ridículo, todos los actores políticos pro burgueses apoyan veladamente a los contrabandistas, también fedecámaras y cuanta asociación tienen; los medios de la burguesía han desatado una campaña criminal llena de mentiras para deslegitimar el uso de la tecnología para combatir el contrabando, han intentado revivir las guarimbas, aunque con poco éxito, atemorizan a la población con el cuento del Castro Comunismo Chavismo y la famosa «tarjeta de racionamiento», lo lamentable es que muchos compatriotas se creen el cuento y comienzan a dudar.
De allí la importancia del partido, las UBCHs y las bases. Vayamos a las bases, no nos dejemos marear por el cuento chino de una camarilla de disfrazados que no hacen otra cosa sino retrasar, avancemos con el pueblo, siempre con el pueblo y donde haya que pisar cayos, hagámoslo sin temor, que el pueblo entenderá, siempre y cuando se aprieten las tuercas bien apretadas.