08 de Septiembre 2014.- A más de 100 años de la serie de asesinatos que tuvieron lugar en Gran Bretaña y como protagonista al mítico homicida, un detective amateur logró identificarlo.

El inmigrante judío polaco Aaron Kosminski, quien luego de 126 años fue identificado como «Jack el Destripador».

 

Kosminski siempre había sido uno de los tres principales sospechosos. A menudo se le describe como un peluquero que tenía una peluquería en Whitechapel, la ocupación escrita en sus papeles de permiso de trabajo en 1890. Lo cierto es que sufría de una seria enfermedad mental, probablemente era un paranoico esquizofrénico que sufría alucinaciones auditivas y se le describe como un misógino propenso al «auto-abuso», un eufemismo para referirse a la masturbación.

Aaron Kosminski, había huido a Londres con su familia, escapando de los pogroms rusos, a principios de los años 1880.

Kosminski tenía 23 años cuando se cometieron los asesinatos, y vivía con dos hermanos y una hermana en Greenfield Street, a sólo 200 metros de donde la tercera víctima, Elizabeth Stride, fue asesinada.

La identidad de «Jack el Destripador» era hasta ahora uno de los misterios más grandes de todos los tiempos, un rompecabezas que desconcertó a investigadores por más de un siglo y que dio origen a películas e innumerables teorías, unas verosímiles y otras no tanto.

Pero el periódico inglés Daily Mail reveló este domingo la verdadera identidad de uno de los asesinos más famosos del mundo, responsable de al menos cinco crímenes en Whitechapel, en el este de Londres, durante el otoño de 1888.

Pruebas de laboratorio demostraron cuál de los seis sospechosos a los que históricamente se creyó que podrían ser «Jack», fue el verdadero homicida. Un chal encontrado en el cuerpo de Catalina Eddowes, una de las víctimas, en la escena del crimen en septiembre de 1.888, fue analizado y se encontró que contenía restos de la sangre, así células epiteliales, mediante las cuales con técnicas recientes se logró determinar el ADN, del asesino.

El descubrimiento fue hecho luego de que el empresario Russell Edwards, de 48 años, comprara el chal en una subasta, y con la ayuda del Dr. Jari Louhelainen, un experto de renombre mundial en el análisis de la evidencia genética de escenas de crímenes históricos, realizaran el análisis. Las investigaciones del chal, incluyendo el tinte usado, revelaron que procedía de Europa oriental y fue fabricado a principios del siglo XIX

El Dr. Louhelainen fue capaz de extraer el ADN después de 126 años, y a partir del material compararlo con el ADN de los descendientes de Eddowes y el sospechoso, comprobando una combinación perfecta con la del posible autor del crimen.

La revelación puso fin a la especulación sobre la identidad de «Jack el Destripador» y el asesino ahora tiene nombre y apellido: el inmigrante judío polaco Aaron Kosminski, quedando descartados los otros cinco posibles sospechosos: el Duque de Clarence, Sir William Gull, Walter Sickert, John Pizer y George Chapman.

Kosminski era una criatura patética, un lunático que lograba satisfacción sexual asesinando mujeres de la manera más brutal. Murió en el asilo para enfermos mentales Leavesden, de gangrena a la edad de 53 años.

La información fue extraída del libro «Naming Jack the Ripper» (Nombrando a Jack el Destripador), escrito por Russell Edwards, que será publicado por Sidgwick & Jackson el 9 de septiembre.

Traducción resumida por Aporrea.org

La nota original en inglés puede verse en: http://www.dailymail.co.uk/news/article-2746321/Jack-Ripper-unmasked-How-amateur-sleuth-used-DNA-breakthrough-identify-Britains-notorious-criminal-126-years-string-terrible-murders.html