21 de Septiembre.- La trasnacional farmacéutica británica, GlaxoSmithKline, ha sido declarada culpable de soborno por parte de un tribunal chino y ha aceptado pagar una multa de 3BN de yuanes (421.905.820,oo millones de dolares) al gobierno de Pekín.
 

Al mismo tiempo, el ex jefe de la división de China, Mark Reilly, y otros ejecutivos de GSK se enfrentan a penas de cárcel de dos a cuatro años, según la agencia estatal de noticias, Xinhua. Reilly fue acusado de dirigir una «red masiva de soborno».

El caso de soborno involucra acusaciones de que los ejecutivos de ventas de GSK pagaron hasta 3 mil millones yuanes a los médicos para animarles a usar sus medicamentos.

La compañía dijo que las acciones ilegales de su filial, GSK China Investment Co, eran «una clara violación de los procedimientos de gobierno y cumplimiento de GSK, y que son totalmente contrarios a los valores y normas que se esperan de los empleados de GSK». Tras divulgarse el veredicto, GSK China emitió un comunicado en el que «acepta plenamente los hechos, las pruebas de la investigación y el veredicto de las autoridades judiciales chinas». Además, la compañía pidió disculpas a los pacientes, médicos y hospitales, al Gobierno y al pueblo de China, y aseguró que «lamenta profundamente el daño causado».

La filial china de la compañía británica se disculpó «por el daño causado a las personas que fueron investigadas ilegalmente» por la propia entidad. El caso se destapó a finales de junio de 2013, y las autoridades chinas acusaron a GSK de promover y mantener una red que destinó la misma cantidad de la multa (3.000 millones de yuanes) a sobornos a médicos y centros sanitarios.

Según la Policía, GSK utilizó una agencia de viajes de Shanghai, junto con otras firmas locales, como intermediarias para sobornar a médicos, hospitales y distintas empresas. Algunos cargos intermedios de la compañía también recibían al parecer sobornos, a fin de que entraran en el juego, incluso mediante prostitución.

El objetivo de esta red era impulsar las ventas de la farmacéutica en China, donde en 2012, el año anterior al escándalo, GSK obtenía cerca del 4% de sus ventas mundiales, y donde la compañía ha hecho grandes inversiones, ya que cuenta en el país con 7.000 empleados, cinco fábricas y un centro de investigación.

De acuerdo a sus últimos resultados, el escándalo impactó en cuatro puntos porcentuales el crecimiento de las ventas de GSK en los mercados emergentes. El personal de la compañía también han sido acusados ​​de sobornar a los médicos en Polonia, Irak, Jordania y el Líbano.

GSK dijo que había cambiado de manera fundamental el programa de incentivos para su fuerza de ventas, y aumentado la vigilancia de la facturación y los pagos. Un portavoz dijo: «Llegar a una conclusión en la investigación de nuestros negocios en China es importante, pero esto ha sido una cuestión profundamente decepcionante para GSK. Tenemos que seguir aprendiendo de esto. GSK ha estado en China por cerca de un centenar de años.. y permanecemos totalmente comprometidos con el país y su gente «.

Mientras tanto, la Oficina de Fraudes Graves del Reino Unido, está llevando a cabo una investigación criminal sobre las prácticas de ventas de la farmacéutica en todo el mundo, incluyendo el trabajo con las autoridades chinas.

El Departamento de Justicia británico también está investigando a GSK por posibles violaciones a la Ley de Prácticas Corruptas en el extranjero.

Traducción: Aporrea.org