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23 de Agosto 2014.-El politólogo francés Thierry Meyssan describe en un artículo un lado oculto de la política en EE.UU. y revela el papel del senador John McCain durante el inicio de la primavera árabe, así como su relación con una milicia del Estado Islámico.
El periodista y activista político francés señala que tuvo acceso hace más de tres años a un informe donde se indicaba que el 4 de febrero de 2011 la OTAN organizó en El Cairo una reunión presidida por McCain para iniciar la primavera árabe en Libia y Siria.
Semanas más tarde, el senador republicano viajó a Líbano y, entre otros asuntos, encargó la supervisión de la introducción de armas en Siria.
«Las reuniones que presidió John McCain marcaron claramente el inicio de un plan que Washington había trazado hacía mucho tiempo y que preveía que el Reino Unido y Francia atacaran simultáneamente a Libia y Siria», recalca Meyssan.
Sin embargo, el politólogo señala que uno de los encuentros clave de McCain durante ese viaje tuvo lugar en Siria en mayo de 2013, saliendo a la luz pública cuando el político ya había regresado a EE.UU.
Reuniones con terroristas buscados por EE.UU.
El viaje a Siria se hizo de forma ilegal, durante el cual el político estadounidense se reunió con los líderes de la llamada oposición armada, apunta Meyssan.
En las imágenes publicadas tras la reunión, el senador aparecía junto a Salim Idris (miembro del Ejército Libre de Siria) e Ibrahim bin Awad bin Ibrahim al Badri (actual califa del Estado Islámico). Precisamente este último ha sido descrito por la revista ‘Time’ y el periódico ‘Le Monde’ como el «hombre más peligroso del mundo» o el «nuevo Osama bin Laden», respectivamente.
Además, Ibrahim al-Badri, alias Abu Bakr al Baghdadi, es parte de la lista de los terroristas más buscados por EE.UU. y la Justicia estadounidense ofrece una recompensa de 10 millones de dólares a quien ofrezca datos que permitan localizar su paradero. Eso no es todo, agrega Meyssan.
Un mes antes de su encuentro con McCain, Ibrahim al-Badri, había creado el Estado Islámico en Irak y el Levante siendo todavía miembro de lo que Washington consideraba como la parte ‘moderada’ del Ejército Libre de Siria.
No obstante, prosigue Meyssan, en ninguna nación del mundo se permitiría jamás que «el líder de la oposición política en un país estuviese en contacto directo, amistoso y público con un peligroso terrorista buscado por la justicia nacional». Sin embargo, esto sí se permite en EE.UU.
Grupos armados con distintos nombres, pero integrados por los mismos individuos
«En el terreno no había ninguna diferencia entre el Ejército Libre Sirio, el Frente al Nusra o el Estado Islámico. Todas esas organizaciones se componen de los mismos individuos y estos cambian constantemente de bandera», asegura el periodista francés.
El Estado Islámico representa «una nueva etapa en materia de mercenarismo», subraya el autor del artículo, agregando que EE.UU. está tratando de dividir Irak en tres estados por lo cual actualmente busca alcanzar ese objetivo utilizando al grupo yihadista, que constituye «un actor no estatal».
Ante la reveladora información, resulta indudable preguntarse ¿qué representan los bombardeos que ha lanzado el Ejército estadounidense en Irak?
El objetivo de los mismos, según Meyssan, no es destruir el Estado Islámico, «sino garantizar que los diferentes actores no se salgan del territorio que se les ha sido asignado». «En todo caso, los bombardeos son, por el momento, puramente simbólicos y solo han destruido unos cuantos vehículos», afirma.
McCain, ¿rival o colaborador de Obama?
Meyssan sugiere que McCain no es el líder de la oposición política en EE.UU., sino un alto funcionario que trabaja para el Gobierno de ese país.
En su opinión, el Instituto Republicano Internacional que preside es en realidad una agencia intergubernamental cuyo presupuesto es aprobado por el Congreso de EE.UU.
Además, recuerda que en nombre de la ‘democracia’, McCain preparó el fallido golpe de Estado contra el expresidente Hugo Chávez en Venezuela, la destitución del presidente Jean-Bertrand Aristide en Haití y, recientemente, el derrocamiento del presidente ucraniano, Víktor Yanukovich.