Prensa Latina
Washington, 18 agosto 2014 – El gobernador del estado norteamericano de Missouri, Jay Nixon, enviará hoy a la Guardia Nacional a Ferguson para aplacar las protestas que hace más de siete días estremecen esa ciudad tras el asesinato de un joven negro.
Nixon firmó una orden ejecutiva para desplegar los efectivos de esa fuerza en el suburbio de San Luis, donde el pasado 9 de agosto el agente Darren Wilson mató a tiros a Michael Brown, de 18 años, quien estaba desarmado.
El gobernador dijo que con esa medida pretende restablecer la calma en Ferguson, donde el toque de queda se impuso la víspera por segunda noche.
Manifestaciones raciales pacíficas y paralelo a ello los disturbios y saqueos han provocado allí un ambiente de caos en esa localidad, de unos 21 mil habitantes.
Según reportan medios locales, cientos de manifestantes, incluyendo familias con niños pequeños, fueron dispersados cuando la policía volvió a utilizar gases lacrimógenos contra la multitud.
Una autopsia preliminar privada, solicitada por la familia de Brown, mostró que al adolescente le dispararon al menos seis veces y dos de los proyectiles le impactaron en la cabeza, reseñó un artículo del diario The New York Times.
El fiscal general, Eric Holder, ordenó ayer que se realizara una autopsia federal al cuerpo de Brown para asegurar a la familia y a la comunidad que se hará una investigación a fondo sobre este caso, que reavivó aquí el debate racial y del cual existen versiones contradictorias.
Por un lado las autoridades dicen que el joven ofreció resistencia en el momento del incidente, mientras testigos presenciales aseguran que el muchacho estaba parado con las manos en alto cuando fue baleado.
Activistas de derechos civiles denunciaron que aún quedan muchos detalles por esclarecer acerca de las circunstancias de la muerte de Brown y calificaron el uso de armamentos y otros medios militares contra las protestas de ser un reflejo de la excesiva militarización de ese cuerpo.
La madre del adolescente, Lesley McSpadden, expresó que su hijo no molestaba a nadie. Brown había concluido sus estudios secundarios y comenzaría próximamente en la universidad.
A las jornadas en Ferguson le siguieron otras similares en Nueva York, Chicago, Oakland, Detroit, Charlotte y Denver.
El presidente Barack Obama llamó a «la paz y la calma en las calles» de ese suburbio de Missouri y dijo que «no hay excusa» para el uso de la fuerza policial excesiva, en referencia a la represión contra los manifestantes.