Los remedios que Maduro receta ¿resultarán eficaces?

Al analizar el sacudón ministerial es importante señalar que la revolución, está afinando la democracia burguesa. Derrotadas temporalmente, las tendencias altamente autoritarias mudan a liberales burgueses. Este fenómeno está engendrado por la base misma de la propiedad privada y el modo capitalista de producción, aún vigentes.

La deposición de ministerios no es producto de la crítica política, de Valderrama, Aponte y otros. Esta crisis es en fin de cuentas el reflejo político de que la burguesía aún domina. Al mismo tiempo es necesario ver que el imperialismo no frena el desarrollo del capitalismo y de promover hipócritamente la tendencia democrática burguesa dentro de las masas: ¿Qué transnacionales están en el asunto del petróleo? ¿Qué terratenientes están detrás del asesinato de Sabino y la represión contra los campesinos? ¿Qué tipo de filosofía domina la currícula del sistema educativo nacional, ejemplo: en la UCV?

En relación a este proceso Julio escalona dice:
«El estado venezolano, de hecho, si observamos objetivamente las cosas, no ha dejado de ser capitalista, el presidente Chávez introdujo un conjunto de reformas, pero que al no romper la estructura de poder en la sociedad, porque eso no ha sido posible, ni es posible a corto plazo por mejores intenciones que se tenga, pues el estado reproduce las relaciones capitalistas y eso va más allá de que el presidente Maduro lo quiera o no lo quiera, esa es la realidad dentro de la cual él se mueve, yo creo que él, está consciente de eso». Fuente: aporrea.org

En semejante situación, el Estado no está en condiciones de cumplir la función esencial de autogobernarse y de socializar los medios de producción en función de los más necesitados. Más a delante de la entrevista, Julio Escalona dice:

«El problema, hoy día, es que existe… yo he escrito de eso en Aporrea, existe una estrategia imperial de guerra permanente, la ilusión de que vivimos unas relaciones pacíficas, es una ilusión, no hay una situación pacífica, ni en Venezuela ni en el mundo, la guerra lo domina todo, el problema es que el Imperio quiere llevarnos a todos a la guerra, porque ese es el terreno donde él gana, ahí es donde él se mueve como pez en el agua…La lucha nuestra es de cercarlo con la paz, entonces, frente al cerco estratégico de guerra que el imperio nos quiere imponer, nosotros tenemos que hacerle un cerco estratégico de paz y aislarlo, porque las fuerzas mundiales están a favor de la paz, las fuerzas de nuestro continente están favor de la paz y bueno es una deuda que tenemos con el presidente Chávez, todo el continente, el proceso de paz en Colombia… al imperio le conviene la guerra y a los pueblos no…” Fuente: aporrea.org
Escalona le acomoda una especie de base teórica al fenómeno de búsqueda de formas estables de gobierno y de tranquilidad política social de los ciudadanos. La tendencia política expresada en Maduro, Presidente de Venezuela y del PSUV no puede cambiar la naturaleza capitalista del Estado –mejor lo ajusta y lo condiciona- y no puede, amarrado por la búsqueda de tranquilidad social y política marchar a la par de las revoluciones radicales socialistas como la fundada por Chávez. “No hay que provocar al imperialismo”, nos quiere decir, es preferible cercarlo con la paz.
Escalona parece olvidar Viet Nam, Angola, Nicaragua, Irán, Siria, Corea del Norte. Que son lugares donde el imperialismo no ha ganado las guerras. Y la abandonada Libia de Kadafy, que buscando la paz con el imperialismo fue desmantelado el gobierno, su sistema económico-social y asesinado su líder.

Chávez entendía la paz en una relación dialéctica con la guerra. ¿Qué pasó con las milicias? ¿Dónde está el ejército? ¿Dónde está la ideología combativa de las masas? ¿Dónde están las movilizaciones combativas de las masas? ¿Qué nivel de organización y combate tienen los obreros y campesinos? ¿Sólo se activan las masas durante los procesos electorales?

Si se pretende cercar con la paz al imperialismo teniéndolo como socio en la producción petrolífera, y sin movilizar combativamente a las masas, vaya, eso no es muy complicado; sin embargo, el imperialismo exige más. Aún no ha reconocido a Maduro como gobernante oficial de Venezuela.

La resonancia de estas concepciones elitistas, al margen de la movilización y organización de los trabajadores, parecen más concepciones social-reformistas. Son algo así como interpretaciones formalizadas de la democracia

¿Cómo se podría, desde esas prácticas políticas, destruir un mundo deshumanizado y construir un ambiente humano diferente?

Al revisar las condiciones que han emergido en la arena internacional y al interior de muchos países. La guerra imperialista está al día, Siria, Gaza, Irak, Ucrania, sus mismas ciudades como Ferguson, y los bloqueos económicos a Rusia, Cuba, Venezuela, Argentina.

La nueva era que descubrió Chávez fue la era de construir el socialismo a partir de la destrucción del capitalismo y derrota de las burguesías. Construir un socialismo participativo del pueblo y para el pueblo. No de concubinatos con las oligarquías y el imperialismo.