Agencias

 

San Juan, 30 de agosto 2014.- Miembros de un grupo ultraortodoxo judío caracterizado por sus rígidas normas religiosas, Lev Tahor, han abandonado una localidad guatemalteca después de que se produjeran fuertes disputas con los residentes mayas, de religión católica.
 

Más de 200 miembros del grupo, dirigido por un ciudadano israelí, comenzaron a abandonar el jueves San Juan de la Laguna, situada a unos 150 kms de la capital, Guatemala.

El grupo judío había mantenido una pequeña presencia en la localidad durante seis años, pero se expandió considerablemente en marzo después de que un contingente llegara de Canadá tras tener problemas legales en ese país.

Las tensiones se incrementaron y los líderes mayas afirmaron que el grupo estaba tratando de imponer sus prácticas a los grupos indígenas.

Miguel Vasquez Cholotio, un miembro del Consejo de Ancianos de la localidad, dijo a Reuters que los miembros del grupo judío se negaban a saludar o a tener contacto físico alguno con la población local. “Nos sentíamos intimidados por ellos en las calles. Sentíamos que ellos querían cambiar nuestra religión y nuestras costumbres”, señaló.

Uriel Goldman, un portavoz de Lev Tahor, dijo a Reuters que el grupo buscará otro lugar en Guatemala para instalarse.

Problemas en EEUU y Canadá

 

Antes de instalarse en Guatemala, este grupo, liderado por el israelí Shlomo Helbrans, tuvo problemas en EEUU y Canadá.

Helbrans se instaló en Brooklyn, Nueva York, en los años noventa del pasado siglo. Allí fue arrestado y condenado por el secuestro de un chico que había sido enviado a estudiar con él y pasó dos años en prisión, tras lo cual fue deportado a Israel. Más tarde, se mudó a Canadá.

Allí también se produjeron problemas para Helbrans y su comunidad. Las autoridades canadienses encargadas de protección a los menores denunciaron la existencia de prácticas como los matrimonios forzados de menores, la obligación a sus miembros de tomar potentes e innecesarios medicamentos psicotrópicos, la prohibición de que los niños recibieran atención médica o acudieran a instituciones educativas etc.

Al final, ellos se instalaron en Guatemala, donde han continuado esas prácticas. El grupo se niega, por ejemplo, a enviar a sus hijos a las escuelas locales y tampoco participa en las actividades de la comunidad local. Incluso el saludo a los indígenas guatemaltecos estaba prohibido a sus miembros.

De este modo, los residentes indígenas han emitido un edicto diciendo que el grupo de Lev Taylor no era bienvenido en la localidad y le pidieron que saliera de la misma.

Líderes judíos guatemaltecos han condenado la decisión de los líderes mayas acusándola de “antisemita”.