Yusuf Fernandez
26-08-14.- Desde el inicio de los ataques estadounidenses contra el EI muchos responsables de política exterior de EEUU están convencidos que sólo la lucha contra el grupo en Siria hará que ésta sea efectiva, señaló el viernes un artículo del Washington Post. El día anterior, el general Martin Dempsey dijo que el EI no puede ser derrotado sin actuar “en ambos lados de lo que es en este punto esencialmente una frontera inexistente”.
Sin embargo, “al atacar al Estado Islámico en Siria, EEUU podría acabar debilitando a los rebeldes sirios cuya causa defendió y reforzar al régimen de Bashar al Assad”, indicó el Post. “No soy un apologista del régimen de Assad”, señaló el ex embajador estadounidense en Siria Ryan Crocker. “Sin embargo, en términos de nuestra seguridad, el EI es con mucho la mayor amenaza”.
Max Abrahms, profesor de la Northeastern University y analista sobre terrorismo, manifestó también que “Los norteamericanos muestran una comprensible reticencia a ayudar a Assad… Sin embargo, Washington necesita considerar cual es el mejor modo de proteger a la población estadounidense”.
La cooperación con Irán, “inimaginable en la mayor parte de las circunstancias”, también está ahora sobre la mesa, señala el Post. El pasado fin de semana el primer ministro británico David Cameron escribió en el Daily Telegraph que “debemos trabajar con países como Arabia Saudí, Qatar, EAU, Egipto y Turquía contra las fuerzas extremistas, y quizás también con Irán, que podría escoger este momento para actuar junto a la comunidad internacional contra esta amenaza común”.
En EEUU la idea de trabajar con Irán contra el EI ha estado siendo considerada durante meses. En Junio, el secretario de Estado, John Kerry, y el presidente Barack Obama afirmaron que estaban abiertos a trabajar con Teherán para estabilizar Iraq y contener la amenaza del EI. La idea consiguió incluso limitado apoyo del senador republicano Lindsey Graham, considerado un halcón en política exterior.
Por su parte, el periódico británico The Independent dijo el sábado que EEUU podría verse obligado a cooperar públicamente o en secreto con el presidente Assad con el fin de frenar el avance del EI, que está a punto de derrotar completamente en el norte de Siria a los militantes armados que luchan contra el gobierno sirio.
“EEUU ha suministrado ya asistencia encubierta al gobierno de Assad al pasar datos de inteligencia sobre la localización exacta de líderes yihadistas del EI a través del BND, el servicio de inteligencia alemán”, dijo el diario británico.
“Esto puede explicar por qué los aviones y artillería sirios han sido capaces de atacar con precisión a líderes del EI y sus cuarteles generales”.
Según el antiguo embajador de EEUU en Arabia Saudí, Chas Freeman, el general Dempsey ha puesto de manifiesto que debe existir una política consistente en ambos lados de la frontera en la lucha contra el EI. “El General Dempsey no habló sobre las implicaciones de su declaración, pero, según mi opinión, ellas van en la dirección de poner fin al enfrentamiento con Assad. Ello podría significar el compartir inteligencia con los oponentes del EI, incluso con aquellos de los que nosotros mismos nos hemos distanciado”.
El periódico señala que “la política de EEUU, Reino Unido y sus aliados en la región en los pasados tres años ha sido la de apoyar a los rebeldes sirios “moderados” que se supone que iban a luchar contra el EI y otros yihadistas así como contra el gobierno de Assad en Damasco”.
Sin embargo, “el Ejército Sirio Libre, apoyado por los países occidentales, es cada vez más débil y está cada vez más marginado mientras que otros grupos armados como el Frente al Nusra, Ahrar al Sham y el Frente Islámico han sido incapaces de resistir el asalto del EI”.
“Los ataques aéreos no son la única forma en la que EEUU, Reino Unido y sus aliados entre los países vecinos pueden debilitar y aislar al EI”, señala The Independent. “Sin embargo, en el caso de Siria, al actuar de este modo, ellos debilitarán también a los otros grupos rebeldes”.
El periódico denuncia asimismo el papel de Turquía en el crecimiento del EI. “Un elemento clave del crecimiento del EI son los miles de combatientes extranjeros que se han unido al grupo utilizando a Turquía como punto de paso”.