Actualidad.RT
América Latina para China no es solo una fuente de recursos, sino también un aliado en la confrontación con EE.UU. A diferencia de EE.UU., el gigante asiático se abstiene de imponer su ideología y modelo de desarrollo, lo que facilita la cooperación.
En América Latina China produce cobre y petróleo, construye casas y plantas hidroeléctricas, carreteras y vías ferroviarias. Es más, Pekín dice estar listo para construir una nueva ruta del Atlántico al Pacífico, creando una alternativa al Canal de Panamá. Su expansión gradual y no agresiva facilita la comprensión con las élites locales. Como resultado, la región a la que EE.UU. se refirió como el ‘patio trasero’ gradualmente pasa a la esfera de influencia china.
Respuesta china a la Doctrina Monroe
En primer lugar, China no exporta revoluciones; en segundo, China no exporta hambre y pobreza, y, en tercer lugar, China no causa a nadie un dolor de cabeza, ¿no es suficiente?
En noviembre pasado EE.UU. declaró el fin de la Doctrina Monroe, pilar de la diplomacia estadounidense. Muchos expertos señalaron entonces que el secretario del Departamento de Estado de EE.UU., John Kerry, se vio obligado a anunciar esta decisión porque Washington no fue capaz de resistir la creciente influencia de China en el continente latinoamericano. Sin embargo, muchos hasta hoy dudan de que se terminen las pretensiones de este país de dominar con el objetivo de «promover y defender la democracia». Al contrario, China no busca imponer a nadie su modelo de desarrollo o su ideología.
En 2009 durante la visita del entonces vicepresidente Xi Jinping por los países extranjeros, se reunió con los inmigrantes chinos en México donde dijo: «Algunos extranjeros aburridos, bien alimentados no encuentran nada mejor que meter el dedo en nuestro país. En primer lugar, China no exporta revoluciones; en segundo, China no exporta hambre y pobreza, y, en tercer lugar, China no causa a nadie un dolor de cabeza, ¿no es suficiente?», preguntó entonces el futuro presidente de China.
Puesto que el alto representante del gigante asiático hizo estas manifestaciones en un estado ubicado cerca de Estados Unidos, muchos observadores calificaron las palabras de Xi Jinping como la respuesta de China a la Doctrina Monroe.
China ha aumentando constantemente su influencia en la región lationamericana, guiada por la estrategia de ‘ascenso pacífico’ detrás de Estados Unidos. Y este ascenso se realiza a través de proyectos económicos de gran escala que cada vez unen más estrechamente a los países latinoamericanos con China.
Economía, la palanca principal de la influencia
Las principales palancas de influencia china en América Latina están relacionadas con el comercio y los préstamos preferenciales. Entre 2000 y 2013, el comercio entre China y los países de la región se ha incrementado en más de 20 veces: de unos 12.000 millones de dólares a 261.000 millones de dólares. Por el volumen de comercio con Brasil, Chile y Perú, China ha superado a EE.UU. Solo en los últimos tres años, China ha concedido unos 50.000 millones de dólares como préstamos a los países de la región.
En Argentina nació una nueva industria enfocada a satisfacer la demanda china: cultivar soja y la producción de la misma. La región latinoamericana se ha convertido no solo en un mercado para los bienes chinos de consumo, sino también en un importante comprador extranjero de productos automotrices chinos. En Chile, Brasil, Venezuela y Cuba trabajan miles de constructores e ingenieros chinos.
Desde 2012 el Ministerio de Defensa de China ya ha realizado dos «foros de defensa» en Pekín para los oficiales de alto nivel de América Latina. Estas actividades, según los impulsores de la idea, pretenden crear un «sistema pragmático de comunicación y cooperación con los países de América Latina sobre la cuestión de las estrategias de defensa».