Agencias
14 de julio 2014.- La presidenta Cristina Fernández recibió este mediodía a la selección nacional de fútbol tras la obtención del subcampeonato mundial de fútbol en Brasil, en el predio de la Asociación de Fútbol Argentino de Ezeiza.
«Yo tengo puesta la camiseta de Argentina los 365 días del año y sentí un tremendo orgullo como Presidenta de los 40 millones de argentinos de cómo se defendieron los colores nacionales, ganándole a la adversidad», expresó la Jefa de Estado ante el plantel.
Además, la Presidenta sostuvo que con la actitud mostrada durante toda la disputa de la Copa «le taparon la boca a muchos que no creían en ustedes, a los que demostraron que con garra y pasión se pueden lograr triunfos, fueron verdaderos leones todos, los felicito por esa garra, esa pasión, y el equipo, siempre el equipo, porque se gana cuando se juega en equipo, cuando se pierden las individualidades».
«Lo que hicieron ustedes, es lo que tenemos que hacer los argentinos; han generado un ejemplo y han vuelto a sembrar valores que los argentinos habían olvidado, porque se es primero cuando se pone todo lo que se tiene que poner», sostuvo Cristina Fernández.
Apenas una rato antes, la selección había llegado al aeropuerto internacional de Ezeiza. Desde allí fueron en micro al predio de la AFA, rodeados, sobre todo en el primer tramos, por miles de hinchas que fueron a recibirlos hasta la estación aérea.
Cuando llegaron al predio, Cristina saludó y abrazó a cada uno de los integrantes de la selección. Se mostró un poco más efusiva con el arquero Sergio Romero y mucho más con el mediocampista Javier Mascherano, probablemente el que más adhesión despertó en los hinchas argentinos y el que más repercusión tuvo durante el Mundial en las redes sociales.
“No soy hincha pero siempre viví rodeada de hinchas de fútbol (…) Ayer sentí un inmenso orgullo por cómo se defendieron los colores de la Argentina, sobre todo ganándole a la adversidad”, arrancó la Presidenta, recordando las dudas que se plantaban sobre el equipo antes de que empezara la Copa del Mundo.
Sin embargo, de inmediato sorprendió: “No miré ningún partido”. Igual elogió “esa garra, esa pasión, puesta en equipo” porque, sostuvo, no se gana con individualidades sino que “se gana cuando se juega en equipo”. “Han brindado un ejemplo y han vuelto a generar valores” para los argentinos, agregó, antes de concluir: “La gente se volcó a las calles como si realmente hubiéramos traído la copa, y lo sentimos así. Muchas pero muchísimas gracias”.
Tras su discurso, la Presidenta hizo hablar al entrenador Alejandro Sabella. “El mismo agradecimiento con este grupo de muchachos es el que tenemos todos”, dijo el técnico, que luego repasó, en modo deportivo, algunas ideas que suelen estar presentes en el discurso kirchnerista: “El equipo es el otro”, dijo, y resaltó que “las construcciones colectivas (…) el aporte del individuo al grupo y el dar antes que recibir” son lo que permite un “círculo virtuoso”.
Cristina, que siguió oficiando de maestra de ceremonias, le pasó luego el micrófono a Lionel Messi, que agradeció “el recibimiento de la gente”. “Me hubiese gustado traerles la copa y disfrutarla. No se pudo, pero creo que a pesar de eso le dimos una gran alegría al país llegando a esta final”.
Después hablaron Mascherano (“No pudimos traer la copa pero hemos dejado valores para la gente de cómo competir. Ojalá que marquemos un camino y se pueda seguir”), Romero (“Fuimos leones, dejamos todo en el campo de juego”), Ezequiel Lavezzi (“Nos hubiese encantado traer la copa, no se pudo, esperamos haber dejado valores”.), Angel Di María (“Desde que nos fuimos pensábamos solo en llegar al último día”), Maxi Rodríguez (“Nos quedamos a un pasito, el grupo dejó todo”) y Martín Demichelis (“Dejamos dentro del campo de juego grandísimos valores”). Todos agradecieron “el recibimiento de la gente”.