Omar Gómez
En medio de la implementación de la Ley de Infogobierno, aprobada el 21 de octubre del 2013 y que viene a profundizar el famoso Decreto 3.390 del 2004 se hace necesario profundizar la discusión del Software Libre.
Se define el Software Libre como aquel que está amparado con una licencia GPL (General Public License) en donde se puede ejecutar el programa sin restricciones, copiar y redistribuir el programa, adaptar o modificar el programa y distribuir nuevas versiones que cumplan con las anteriores características. Estas son las llamadas cuatro libertades.Cualquier programa que cumpla con las cuatro características anteriores es Software Libre. Pero es necesario ir más allá.
Tal como lo planteó magistralmente el Prof. Eduardo Samán en Aporrea “Del Software Libre al Software Socialista”, 2007, http://www.aporrea.org/tecno/
Para responder esto es útil citar la célebre entrevista que le realizaran al “fundador” del Software Libre, Richard Stallman, quien ante la pregunta «¿Permitirías que con la libertad, por ejemplo, un gobierno dictatorial emplee Software Libre en planes represivos o que tengan que ver con la muerte? El Sr. Stallman respondió «Sí, porque es insoportable que el autor de un programa tenga el poder de dictar lo que el usuario pueda o no pueda hacer». Esto es el tecnicismo por encima de la realidad.
En el año 2005, en un artículo publicado en Aporrea “Software Libre y el Socialismo del siglo XXI” sosteníamos que “El Software Libre enfrenta directamente los valores centrales del Capitalismo, como son el egoísmo, el individualismo y la competencia”, http://www.aporrea.org/tecno/
En medio de esta discusión, siempre surge el problema del Software Pirata ¿Atenta contra el Software Libre?
En algunos espacios se ha señalado que el software pirata es propiciado por las mismas corporaciones con la intención de construir estándares en la industria. Sin embargo, de no haberse dado el software pirata, no se habría tenido la posibilidad de construir alternativas, por ejemplo, a la suite de M.S. Office. Y es que Open Office y Libre Office, entre tantas suites, utilizan los mismos esquemas que indican que la ingeniería de reversa, que el copiado y que las mejoras sobre lo copiado, pueden producir y mejorar las versiones originales. Es decir, lo mismo que plantea la tercera libertad del Software Libre. O viéndolo desde otro punto de vista, es el camino que tomaron Japón luego de la ruina de la Guerra, y China, por ejemplo, quienes de las técnicas de piratería y copiado lograron construir versiones propias, cada vez mejores hasta llevarlos a ser generadores de tecnología. Otro ejemplo es el camino que tomó Irán en la Industria Automotriz, y que la llevó a ubicarse entre las diez potencias automotrices del mundo.
Por eso cuando se oponen con tecnicismos leguleyos, con consideraciones timoratas sobre las consecuencias que puede tener la Piratería o hasta con consideraciones económicas a favor de las empresas, los revolucionarios debemos recordar, por ejemplo, que los groseros márgenes de ganancia de esas corporaciones y las estrategias de monopolio han llevado a que empresas como Microsoft tenga en su nómina a varios millonarios y algunos mil millonarios (en USD).
Reivindiquemos el Software Pirata como una estrategia necesaria para combatir los monopolios, para propiciar el acceso a las tecnologías y para, a partir del mismo, construir nuestro Software Socialista. Apoyemos el Software Pirata, luchemos por el Software Libre y construyamos, por nuestra Patria, el Software Socialista.