Frente Patriótico – Perú
El mandatario y los voceros oficiales del gobierno suelen repetir hasta el cansancio que no gobiernan para las encuestas, pero deberían prestarles atención. Al borde de cumplir tres años en el poder, Humala tiene un 75% de rechazo y solo un 15% de respaldo.
Si el desgaste del gobierno continúa asistiremos a nuevas crisis políticas que pondrán en cuestión la gobernabilidad del país, agudizando la crisis de todas las instituciones del estado como el Congreso y el Poder Judicial.
El curso a la derecha del gobierno es irreversible puesto que ha sido asimilado por los grupos de poder, que son los que en verdad conducen la actual administración, como lo muestran los últimos cambios ministeriales que anticipan un endurecimiento del régimen ante la protesta ciudadana.
La polarización social, de la cual casi nadie habla, no solo sigue presente sino que se ha agudizado. La CONFIEP solo puede hablar en nombre de los grandes empresarios que aplauden de pie al gobierno porque se ha puesto de su lado. Para la mayoría de peruanos nada ha cambiado, muy por el contrario se ha consumado una gran traición. Esa fractura del gobierno con el movimiento social que le llevó al poder es lo que explica la inestabilidad actual.
El descontento irá en aumento más ahora que se terminaron las vacas gordas y que la desaceleración de la economía será descargada sobre los hombros de los trabajadores. Al respecto el presidente Humala ha ofrecido un paquete de medidas para reactivar la economía que significa mayores privilegios y beneficios para el gran capital y menores derechos para los trabajadores y el pueblo peruano a la par que se flexibilizan las políticas ambientalistas.
Pretende retomar el proyecto CONGA para dar un nuevo impulso a la inversión extractivista. Con tal fin desata una campaña de demolición contra el presidente del gobierno regional de Cajamarca para poder imponer un candidato pro minero en las elecciones de octubre.
Condena a miles de mineros artesanales a la ilegalidad para erradicarlos de áreas de interés para las multinacionales que se aprestan para hacerse del botín una vez que el estado haya limpiado el terreno. Los acusa de contaminar el medio ambiente pero se hace de la vista gorda ante la contaminación a gran escala que producen las corporaciones multinacionales.
A la par que duplica los sueldos de la burocracia estatal, se opone siquiera a poner en discusión el salario mínimo mientras responde con la represión a las demandas salariales de profesores, médicos, enfermeras, trabajadores del poder judicial, entre otros.
La corrupción generalizada que acompaña al gobierno de Humala es fuente de nuevas escándalos que asquean a la sociedad. A ello se suma la probable complicidad del gobierno con el operador montesinista López Meneses, experto en tejer redes conspirativas al servicio del mejor postor.
Por si fuera poco, mineros informales ponen al descubierto un financiamiento no declarado en la campaña presidencial el 2011, lo que pone al presidente al borde de la vacancia por incapacidad moral.
En tales circunstancias llamamos a:
-Movilizarnos contra las nuevas leyes antipopulares como la Ley Servil y la ley Mora que amenaza la autonomía universitaria. Por una segunda reforma universitaria que garantice la autonomía, la democratización y el financiamiento de la educación con el 6% del PBI.
-Cerrar filas en torno al gobierno regional de Cajamarca. ¡Una sola lucha una sola lista! para derrotar a la minera Yanacocha y el gobierno en las elecciones de octubre.
-Bregar sin tregua contra la corrupción y la impunidad, empezando por los ex presidentes Toledo y García.
-Apoyar listas y candidatos que levanten medidas en defensa del agua y el medio ambiente, que postulen mecanismos de participación y control sobre los gobiernos locales, que fomenten la organización y movilización popular para encarar la inseguridad ciudadana, y que en general se muestren comprometidos con el pueblo y no con los grupos de poder.
-Gestar la unidad más amplia de movimientos políticos, gremios y organizaciones sociales, así como de la juventud, para rescatar el programa de la gran transformación que comprende entre sus principales medidas la necesidad de dotarnos de una nueva constitución, vía una Asamblea Constituyente, así como la recuperación de nuestros recurso naturales y energéticos para hacer viable el desarrollo nacional, en un Perú libre y soberano, que priorice la agricultura y la industria nacional.
Lima, 24.06.2014