Katuska Valdivieso G.
El fútbol no es solo un deporte. El fútbol es expresión social, política y cultural de los pueblos; y religiosa también, muchos creemos en el balón como medio para unir a los pueblos en un solo Pueblo
Conociendo estas verdades, no es extraño que, mientras los ojos del resto del mundo se posan en el balón, el Estado de Israel asesina al pueblo palestino. El Estado de Israel no es el Estado del Pueblo de Dios, ni el pueblo del Estado de Israel es el Pueblo de Dios; quienes celebran el bombardeo de un pueblo inocente en las arenas del desierto, están empeñados en negarse a la Conciencia de Dios. Nada les da el derecho de convertirse en los victimarios de un pueblo que no fue responsable ni culpable del holocausto. Un pueblo matando a otro pueblo en vez de unirse en un solo Pueblo. Queda la esperanza que la salvación es para Todos.
Concluyo por ahora, mis apreciaciones, espero equivocarme, sobre una guerra que los buitres de siempre iniciaron y quieren extender al resto del mundo.
Estas líneas están dedicadas al Pueblo de la Patria Grande, lamentablemente toca hablar de la resistencia a la Unión.
Cito a Simón Rodríguez: “Todo miembro de una sociedad está obligado a ver por ella, porque en ella se ve a sí mismo; y es eminentemente sociable el que en cada uno de sus semejantes ve un hermano; y su patria donde se halla, porque no puede estar en todas partes”.
¿Cómo se verán a sí mismos los mercachifles de las empresas privadas de información?; ¿Cómo se verán a sí mismos las clases medias y acomodadas que apuestan por la inequidad y la exclusión?; ¿Cómo se verán a sí mismos los latinoamericanos pobres que se enfundan en la franela europea?. No sé cómo se verán a sí mismos. Yo los veo como hipócritas que “honran” su origen europeo y niegan a sus hermanos latinoamericanos. Ni velan por la sociedad, ni velan por la patria, ni honran a nadie.
El Pelusa, que le daría el cielo a Messi, reconoció en James Rodríguez al mejor futbolista del mundial. En mi humilde opinión de observadora del fútbol y no de experta ni en la jugada ni jugando, Messi es el mejor, sin él los gauchos no hubiesen pasado de la fase de grupos. Lamentablemente, Di María, quien incluía a Messi en las jugadas, quedo lesionado; al mejor jugador le toco ir al otro extremo de la cancha a buscar la pelota solo, pues por misterios de la oncena no se la pasaban.
Ni los reconocimientos de Maradona a James ni sus deseos y esfuerzos de paz en Colombia, evitaron que Radio Cadena Caracol expresara en la última semana su apoyo a los teutones. Más de un colombiano soñó con una albiceleste aplanada. Me pregunto, será casualidad que el país que vive por necesidad un proceso de pacificación escenificará el juego más violento del mundial. Cuidado, no sea que arrecie la violencia en Colombia y le echen la culpa al árbitro.
Ex jugadores de futbol brasileño aseguran que la canarinha dependía de Neymar, sobrecargado física y emocionalmente, por la “soberbia” y el “ego” del director técnico quien excluyo de la convocatoria a experimentados como Kaka, Ronaldinho y otros.
Una hipócrita activista de los ¡Derechos Humanos! propuso en las redes sociales matar a Zuñiga, olvidando la triste estampa de Neymar, tirado en la grama solo y sin poder sentir sus piernas, mientras que el resto seguía al balón.
La minoría blanca brasileña con capacidad adquisitiva para pagar las entradas mundialistas se vistió de germana y le hizo barra a quienes humillaron a su selección.
El fútbol en vez de ser el medio para unirnos lo usan de excusa para separarnos.
¿Simple rivalidad futbolística entre colombianos, uruguayos, argentinos, mexicanos y brasileños? Me niego a pensar que sea eso, menos cuando vimos por “De Zurda” a argentinos del barrio más pobre de Argentina jugar con y no contra brasileños que residen en la favela más pobre de Brasil. Claro “Red O´Globo” no comparte los valores y principios de “Telesur”, no comparte los valores, principios e intereses de la mayor parte de la población brasileña. Ni hablar de la “FIFA” cuyos valores y principios son los que dicta el dios dinero.
Tres o cuatro mundiales atrás, los medios de comunicación privados estimulaban la mercadotecnia mundialista en Venezuela, para luego dedicar sendas editoriales sobre lo vergonzoso de ver a los venezolanos celebrando los triunfos cariocas, albicelestes y de otras oncenas latinoamericanas. Son los mismos que hoy apoyan a los alemanes y pretenden usar la franela vinotinto para fines guarimberos. La celebración por triunfos “ajenos” o el llanto por las derrotas igualmente “ajenas” es una expresión primitiva del Amor a la Patria Grande. No hay nada vergonzoso en ello, por el contrario, es el juego más bonito que se pueda dar. Un corazón vinotinto que incluye azules, blancos, amarillos y verdes. Parafraseando al Proyecto Nacional Simón Bolívar: Porque lo que tiene sentido es amar al prójimo, aún cuando el gordito de Ronaldo no nos ame a nosotros, total para amar no hace falta pedir permiso.
Obligar a Messi a ganar un mundial solo, es igual a no mostrar ni una mínima disposición a la UNIÓN para resistir, enfrentar y transformar los buitres que apuestan por la rivalidad y división entre hermanos latinoamericanos. Messi hizo lo mejor que pudo, que nadie ni El Pelusa lo niegue, pero no es el tiempo de las individualidades por muy geniales y pensadas en el Colectivo que sean, es el tiempo del Pueblo, es tiempo del Colectivo, es tiempo de dejar el desarraigo en el pasado y echar raíces en la Patria Grande.
James, Messi, Zuñiga, Suárez, Di María, Romero, Arango, Neymar, Vizcarrondo, El Diego, Cristiano Ronaldo y todos los millones de futbolistas nacidos en estas y en otras tierras son nuestros héroes en la grama, apoyémonos en sus talentos para unirnos y no para dividirnos.
(*) La autora es licenciada en Ciencias Políticas y Magister en Psicología Social.