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17 junio 2014 – La petrolera Maxus extrajo muestras de sangre de 600 pobladores de la comunidad waorani sin su consentimiento en alrededor 3 mil 500 procedimientos, entre 1990 y 1992, según denunció el lunes el titular de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Senescyt) de Ecuador, René Ramírez.
 

Una investigación de la Senescyt evidenció que Maxus y el Instituto científico Corriel mintieron a los pobladores indígenas de la Amazonía de Ecuador, para conseguir pintas de sangre, al decirles que su objetivo era el de descubrir y prevenir algún tipo de enfermedad.

En días previos, el presidente Rafael Correa denunció ese hecho y anunció el estudio de acciones legales por la “extracción y comercialización de material genético”. Sin embargo, aún no se tienen pruebas de que se haya comercializado, pero ha existido la venta de muestras para investigación científica.

Ramírez indicó que el instituto Corriel distribuyó las muestras a siete científicos de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) y ellos a su vez, la distribuyeron a por lo menos ocho países del mundo.

El presidente Correa explicó que el plasma fue sometido a “experimentos” debido a que los aborígenes, que se mantenían alejados de la civilización, eran “inmunes a ciertas enfermedades”.