Nicolás Álvarez Guevara
Una vez más y luego de acordar con las empresas REPSOL y el Club de París, las corporaciones transnacionales que designan a través de sus contribuciones a los presidentes de los Estados Unidos han decidido escarmentar a un gobierno latinoamericano que se ha alejado de los parámetros normales de negociación con el Mercado.
Las infinitas alusiones de la presidenta Cristina Fernández a un supuesto capitalismo serio en contraposición a otro capitalismo financiero ha sido la excusa para acorralar al gobierno argentino utiizando la técnica del FMI solicitando más pagos de los extraordinarios pagos de deuda externa que la Argentina viene realizando desde su primer reestructuración de deuda con acreedores privados nacionales e internacionales.
Así la exitosa política de desendeudamiento habría sido arrojada al bote de basura luego que la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos de Norteamérica decidiera no tomar el caso de los «fondos buitres» y condenar al país de Maradona a pagar el 100% de la deuda a estos findos de inversión de alto riesgo.
La presidenta sin embargo y lejos de sentirse intimidada, ofreció negociar en condiciones justas para saldar una vez más la deuda de todos los argentinos originada en operaciones fraudulentas fraguadas durante la última dictadura militar y las décadas de los 80 y 90s, sin discriminar que parte de la deuda fue legal o ilegal.
A solo 500 días para finalizar el gobierno y a pocos meses de corridas cambiarias y alzas de precios indiscriminados por parte de las empresas formadoras de precios extranjeras, el gobierno se encuentra nuevamente ante una extorsión y complot del poder real capitalista que con una jugada de ájedrez jurídica intenta dar «Jaque Mate a la Dama» para discipinar al 3er mayor mercado de latinoamérica poseedor de grandes recursos naturales, petroleo, gas, agua, oro, litio, granos y un yacimiento, aún virgen, de «shale gas» y «shale oil» de donde piensan cobrarse la deuda que todavía, y luego de casi 40 años, mantiene el país con los verdaderos dueños del Mundo