Agencias
25-04-14.-El viceministro de Relaciones Exteriores e Integración Política de Ecuador, Leonardo Arízaga, confirmó que un grupo de militares estadounidenses que permanecía en la embajada norteamericana en Quito deberá abandonar el país a solicitud del gobierno nacional.
«En efecto, a fines de abril se cierra la Oficina de Cooperación de Seguridad», aseguró Arízaga a la agencia Prensa Latina.
El funcionario ecuatoriano apuntó que el tema de la salida de los militares pertenecientes al Comando Sur de Estados Unidos fue planteado por el presidente Rafael Correa y el canciller Ricardo Patiño meses atrás, cuando ambos denunciaron una excesiva presencia de uniformados de ese país en la legación norteamericana.
Arízaga añadió que él también abordó ese asunto con el subsecretario adjunto del Departamento de Estado para el Hemisferio Occidental, Alex Lee, cuando este visitó Ecuador a finales de marzo pasado.
El vicecanciller ecuatoriano aclaró, no obstante, que la salida de los efectivos del Comando Sur no afecta al personal de la Agregaduría militar estadounidense que depende del Departamento de Estado.
«Nosotros vamos a seguir teniendo relaciones con Estados Unidos en materia de seguridad, pero de gobierno a gobierno, a través de las agregadurías, y en base al respeto mutuo», afirmó Arízaga.
El vocero de la Embajada de EE.UU. en Quito, Jeffrey Weinshenker, dijo más temprano a BBC Mundo y la agencia AP que «el lunes 7 de abril, el gobierno del Ecuador formalmente solicitó que la Oficina de Cooperación de Seguridad de la Embajada, anteriormente conocida como Grupo Militar, termine sus actividades en Ecuador».
Weinshenker explicó que son alrededor de 20 personas, entre civiles y militares, y que se les dio plazo hasta fines de abril para que retiren.
Añadió que su gobierno respeta «la decisión soberana del gobierno de Ecuador», pero a la vez lamenta el impacto de ello en la asociación bilateral en temas de seguridad.
«Nuestra estrecha cooperación militar, a lo largo de las últimas cuatro décadas, ha producido importantes avances en la lucha contra el tráfico de drogas, el tráfico de seres humanos, el terrorismo y otros delitos transnacionales», indicó el vocero.
Correa, quien tras su llegada al poder en enero de 2007 se rehusó a renovar el contrato que permitía a Estados Unidos utilizar la base militar de Manta, ordenó a finales del año pasado investigar la presencia de medio centenar de uniformados norteamericanos en Quito.
«Me he enterado de que hay un grupo militar con cerca de 50 miembros en la embajada de Estados Unidos, y eso no puede ser», advirtió el Mandatario el 21 de diciembre pasado en su habitual programa radiotelevisado de rendición de cuentas a la ciudadanía.