Antonio Muñiz
 
Lima será sede entre el 24 y 25 próximos de un “Seminario” denominado “América Latina, oportunidades y desafíos”, convocado por la llamada Fundación Internacional para la Libertad, cuyo presidente es Mario Vargas Llosa

… afamado escritor hispano-peruano, y un acérrimo enemigo de Venezuela y de los procesos revolucionarios y de integración que se escenifican en la Patria Grande.

Con solo echar un vistazo a los panelistas que asistirán a esa cita en la capital de Perú, que por cierto la quieren convertir en un bastión similar a las ciudades, terrorista de Miami, y subversiva de Madrid, España, no queda margen a la duda de que el propósito del referido encuentro nada tiene que ver con las circunstancias actuales y los retos de Latinoamérica.

Entre los panelistas figuran el terrorista de origen cubano Carlos Alberto Montaner, la opositora violenta venezolana Maria Corina Machado, el derechista expresidente chileno Sebastián Piñera, el “converso” autotitulado escritor y excanciller mexicano Jorge Castañeda, y el articulista Antonio Eschotado, de El País, diario insignia del emporio mediático colonialista Prisa.

Suficientes los citados, aunque participarán otros “afamados” conservadores de la región y de Europa, todos vinculados a Estados Unidos, para asegurar que la referida reunión de Lima no es otra cosa que un foro conspirativo contra la nación del fallecido mandatario Hugo Chávez,  y otros Estados como Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Argentina, Uruguay, El Salvador y Cuba, enfrascados en conseguir la unidad de la Patria Grande.

Vargas Llosa, fortificado detrás de su Premio Nobel de Literatura, y Montaner, enmascarado como periodista, son los principales organizadores del “Seminario” con hedor injerencista, y por supuesto con financiamiento procedente de Washington y de la “democrática” Europa.

Alebrestados por los hechos violentos protagonizados por  la derecha en Venezuela, y por las constantes amenazas en los últimos días de la Casa Blanca al gobierno constitucional del presidente Nicolás Maduro,  el conclave sedicioso de la capital peruana será un nuevo show mediático favorable al intervencionismo de la Casa Blanca en América Latina.

Circos reiterados y muy parecidos a ese conforman viejos y frustrados planes de desestabilización fabricados en Estados Unidos, y ejecutados por sus tentáculos derechistas latinoamericanos, que dicho sea de paso, son muy bien remunerados por la norteamericana Agencia Central de Inteligencia (CIA).