alberto lopez girondo
infonews.com
El presidente ruso pidió a su embajador en Buenos Aires arreglar una entrevista telefónica con la mandataria argentina. La posición de Cristina Fernández sobre el doble estándar de los países centrales en torno de los casos Crimea y Malvinas motivó un gesto de acercamiento de Vladimir Putin, que ayer derivó en un intercambio de consideraciones sobre el estado del mundo en estos momentos críticos.
En forma simultánea, se anunció que ante la inminencia del cierre de las presentaciones ante la Corte de Estados Unidos por el pago de la deuda que reclaman los fondos buitre, Argentina logró sumar el respaldo de Francia, Brasil y México y de más de 75 organizaciones civiles. CFK se entrevistó personalmente la semana pasada con François Hollande y mantuvo charlas con Enrique Peña Nieto y Dilma Rousseff para exponerles tan delicada cuestión.
El contenido de lo que hablaron Putin y Cristina se desarrolla en el interior de este ejemplar, lo mismo que el significado y alcance de la presentación que efectuaron los amicus curiae ante los jueces supremos. Lo interesante de ambas novedades es que aparecen cuando tanto voceros como representantes de la derecha arrecian contra la política desarrollada por el gobierno nacional desde hace once años.
Una crítica feroz apunta a que la Argentina está aislada del mundo y que el país tiene cada vez menos peso e influencia internacional, más allá de los últimos acuerdos con Repsol y en el CIADI. Es así que los precandidatos con aspiraciones se pasean por los centros de poder en Wall Street y Washington con la promesa de que si resultaran electos, Argentina se volverá a insertar en el mundo, como el buen alumno que fuera hace no tanto.
Ese regreso triunfal sería, deslizan, a través de los mercados de crédito internacional y, además, como interlocutores confiables del gobierno británico para debatir el futuro de las islas del Atlántico sur y de sus habitantes.
Putin, Hollande, Peña Nieto y Dilma no necesitan esperar a 2015 para saber el lugar que ocupa Argentina. Tampoco la American Task Force Argentina (ATFA), la entidad que nuclea a los fondos buitre, que ayer mismo salió a denunciar que el país logró el amplio apoyo reflejado ante la Corte estadounidense a cambio de «favores» que vinculan a beneficios comerciales.
Nadie negociaría acuerdos ni pediría dialogar con alguien que se cayó del mapa, ¿o sí?.