Caracas,  4-2-14.- Un martes 4 de febrero de 1992, hoy hace 22 años, una rebelión cívico militar movió las fibras revolucionarias en Venezuela para lograr el despertar de la fuerza popular de una nación.

Venezuela venía del Caracazo. El gobierno de Carlos Andrés Pérez (AD) enfrentaba un alto nivel de impopularidad, con una serie de paros y protestas que en total suman 546 entre aquel año y 1991, a la que se sumaron docentes, estudiantes, transportistas, empresas básicas, tribunales y médicos.
 

El gobierno adeco contaba con el apoyo esencial de Estados Unidos, bajo el tutelaje del republicano George Bush, promotor del neoliberalismo, esquema bajo el cual se programó la privatización de Cantv y la aerolínea Viasa. Para 1990 el precio del barril de petróleo había descendido de 20 a 16,60 dólares y la inflación alcanzó el índice de 40%.

La situación del país era paupérrima. Hay repuntes de paludismo y cólera. Servicios básicos como el agua potable se hacen cada vez más irregulares. Aunque el pueblo había enviado un claro mensaje en febrero de 1989, una clase política desgastada continuó empobreciendo al país como venía haciéndolo desde años atrás.

Un grupo de oficiales de la promoción Simón Bolívar (1975), ante la ya evidente descomposición del sistema político, abrevó del ideario emancipador y fundó el 24 de julio de 1983 el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200.

La crisis política, económica y hasta moral cobraba fuerzas al inicio de la década de los noventa, Venezuela protagonizaba una conmoción social debido al deterioro persistente del estado económico y, en particular de las clases populares.

La fracasada gestión del presidente Pérez, desató el accionar de «La Operación Zamora»…. Bajo el mandato del teniente coronel Hugo Chávez Frías, un grupo de mas de 2000 jóvenes militares decidieron ponerle fin a la era neoliberal.

A esta lucha se le sumó la participación del pueblo, grupos sociales y estudiantiles que decidieron salir a las calles para acompañar y participar en la lucha contra el puntojijísmo.

El MBR-200, conformado por la juventud militar, oficiales superiores y subalternos, conocidos luego como los «comacates» (comandantes, mayores, capitanes y tenientes), estudiaron la tríada de Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora, de cuyos pensamientos retomaron el concepto de soberanía, pedagogía liberadora y defensa del pueblo.

En su primera etapa, desde 1983, con el estudio del Árbol de las tres raíces (Bolívar-Rodríguez-Zamora) cimentaron una definición organizativa y doctrinaria. Los sucesos del 27 de febrero de 1989 aceleraron su consolidación y entonces deciden preparar una rebelión militar para establecer un Gobierno de Emergencia Nacional que rescatara la dignidad del pueblo y restableciera al país del desprestigio del bipartidismo.

Las condiciones estaban dadas. Para noviembre de 1991 el escritor Arturo Uslar Pietri había alertado que la extrema situación de pobreza podría generar un golpe de Estado en el país, lo mismo expresó el periodista José Vicente Rangel. Dentro de la institución militar el MBR-200 operó con un alto nivel de prudencia y clandestinidad que pudo sobrellevar hasta el desenlace de los hechos.

Una delación anticipa la fecha de las acciones, previstas en la Operación Ezequiel Zamora, que tuvo que ser activada el 3 de febrero de 1992.

El movimiento del 4 de febrero no cumplió sus objetivos… pero ese día, el teniente Hugo Chávez frías, tuvo la oportunidad de dirigirse valientemente a los venezolanos, y el “por ahora”, despertó esperanzas en el pueblo de que algo positivo podría pasar…

«Compañeros: Lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital».

«Nosotros, acá en Caracas, no logramos controlar el poder. Ustedes lo hicieron muy bien por allá, pero ya es tiempo de reflexionar y vendrán nuevas situaciones y el país tiene que enrumbarse definitivamente hacia un destino mejor», dijo el comandante.

El pueblo venezolano conoció por primera vez, en televisión, a su futuro líder. Más tarde le suspenderían sus garantías y en el extinto Congreso se daría un debate donde Rafael Caldera expresaba que es imposible pedirle a ese pueblo que «se inmole por la libertad y la democracia» cuando estas no son capaces de darle de comer.

22 años después, se conmemora por primera vez esta fecha tan importante sin la presencia física del líder Hugo Chávez frías, pero continua mas vivo que nunca en el corazón de los venezolanos.

Venezuela, en la actualidad y liderada por el hijo de Chávez Nicolás Maduro, agradece a los participantes del 4 de febrero, la ruptura de la historia venezolana entre la democracia representativa y la necesidad de un nuevo proyecto democrático.

Como lo expresó el presidente Maduro el pasado año en un acto de conmemoración de la mencionada fecha “el 4 de febrero fue la resurrección más grandiosa del todo el siglo 19 y 20 de los valores de la patria, ese día vimos la resurrección de los símbolos patrios, que bello se veía y se ve el tricolor patrio desde el 4 de febrero, y los que tenemos la edad de haber vivido esa época, recordamos que fue el 4 de febrero que nuestro pueblo retomó las banderas del tricolor a través del brazalete glorioso que llevaban los soldados insurgentes, ese día en la madrugada”.

Cada 4 de febrero, Día de la Dignidad Nacional, se construye una historia basada en los principios ideológicos del Libertador Simón Bolívar.


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Audiovisual presentado por el programa Zurda Konducta que transmite Venezolana de Televisión (VTV), en el cual el Comandante Chávez manifestó que el expresidente, Carlos Andrés Pérez, fue un accidente histórico en el camino de la Nación.