La guerra continúa:

 

Ramón Salas

Luego de más de 10 años de gobierno, llama la atención las quejas y advertencias (producto del temor?) del gobierno argentino sobre los movimientos de desestabilización y zozobra que viene denunciando en los últimos días como consecuencia de las medidas económicas adoptadas por el propio gobierno en materia de devaluación de un 23% del peso argentino hasta 8 pesos por dólar, la prohibición de compras por internet en el extranjero, la apertura restringida a la compra de dólares y la consecuencia de todo esto: aumento generalizado de precios y caída acelerada de reservas de divisas del banco central.

Parece que el gobierno esperaba otra cosa diferente de los grandes grupos económicos, (a los que nunca quiso tocar) o de los agroganaderos  (a quienes no pudo vencer en 2008) y que no venden sus granos alojados en los silo-bolsa a la espera de un dólar de 10 pesos o más, y de los empresarios formadores de precio y supermercadistas que aumentan los alimentos, los medicamentos y todos los bienes y servicios que parecen estar dolarizados en un 100%.

No es válido entonces quejarse de los medios de comunicación Clarín y Nación y todas sus redes de opinólogos, pues simplemente ESTO ES UNA GUERRA, de la que los funcionarios, legisladores y la propia presidenta no parecen o no quieren reconocer. Por eso llama la atención que Cristina le conteste vía Twitter a estos agentes golpistas a quien debería combatir en la práctica antes que discursivamente para marcarles sus contradicciones (a los golpistas, que no las tienen) y sus mentiras volcadas a  borbotones en sus canales de TV, radios y periódicos al servicio del capital concentrado.

En la guerra no se le reclama al enemigo que no mienta, no oculte noticias, no quiera dar un golpe económico o generar zozobra y desestabilización. simplemente se combate al enemigo con las armas y las fuerzas que se tiene o que se consigue. El problema aquí es que no está claro quien es el enemigo y parece que los oficiales y suboficiales son un poco vagos e imbéciles, y que las armas y municiones, o se las robaron o tienen la pólvora húmeda.

Es extraño al menos pedirle clemencia a los factores de poder real para que desistan de comprar y fugar dólares, remarcar precios, omitir noticias, crear desánimo en la población, rumorear sobre la salud de la presidenta, desinformar, difamar, mentir o hasta matar.

No se puede llorar como cobarde lo que no se supo defender como peronista.

Cuando las medidas que debieron tomarse en el pasado no se tomaron y luego se llevaron a cabo tarde y mal, los resultados no pueden ser otros que los que estan sucediendo en esta realidad tensionada de incertidumbre, stress, temores, inseguridades, desestabilizaciones y zozobras. El enemigo del pueblo lanza veneno sobre la psicología de las personas para influir en sus opiniones y decisiones, aceptando que tal vez otro gobierno pueda resolver la crisis generada por la presidenta que debeilitada en su salud, termine pidiendo licencia antes de un cacerolazo que finalice con su gobierno, al estilo De La Rua (por cierto, ¿como pudo Cristina haberlo invitado a la casa de gobierno el 10 de diciembre pasado, habiendo mandado a reprimir y asesinar a varios compañeros en 2001?)

El poder real quiere el gobierno ya y hará todo lo necesario para adelantar las elecciones y poner a sus gerentes Scioli o Massa (al imbécil del amigo Macri no le da la cabeza), mientras los integrantes del gobierno intentan ver como sobreviven sin Cristina después del 2015, cuando el poder real gobierne a pleno y varios de nuestros funcionarios se retiren «engordados» a sus mansiones o vayan presos.

 

La guerra continúa….

 

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