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3-1-14.- «Los inmigrantes que acuden a Alemania para acceder a subsidios de desempleo, ayudas familiares y seguridad social deben ser repatriados a su país de procedencia. Hay que plantearse registrar sus huellas dactilares para evitar nuevos viajes», apunta Elmar Brok, eurodiputado de la Unión Cristianodemócrata en declaraciones al diario Bild.
El eurodiputado de las filas de la canciller Angela Merkel incide así en el debate surgido en la coalición por un endurecimiento de las leyes de inmigración, ante el temor de una ola de inmigrantes de Rumanía y Bulgaria. Estas propuestas habían sido impulsadas, hasta ahora, desde la Unión Socialcristiana de Baviera, (CSU), partido hermanado a la CDU, y han provocado ya los primeros roces con el Partido Socialdemócrata (SPD), socio de coalición de Merkel.
Desde enero, los ciudadanos búlgaros y rumanos tienen libertad para conseguir trabajo en el mercado laboral comunitario. Las restricciones a estos trabajadores, que aún se aplicaban en algunos países de la Unión Europea, dejarán de tener validez a partir de hoy, lo que permitirá a estos ciudadanos europeos desempeñar su labor profesional sin necesidad de un permiso de trabajo en cualquier Estado miembro.
Los aliados bávaros de Merkel habían propuesto la suspensión de las prestaciones sociales a los recién llegados en los primeros tres meses de estancia, así como la expulsión del país. Ambas medidas están en las reglas comunitarias por las cuales el país de acogida no está obligado a conceder prestaciones sociales en los primeros tres meses de estancia, al tiempo que es también posible un bloqueo del reingreso de estas personas.
La CSU se propone plantear esta propuesta en su tradicional congreso de año nuevo, el próximo fin de semana, apuntalada en el argumento de que es necesario disminuir los estímulos a la inmigración y alcanzar soluciones en niveles nacionales y europeos.
El Instituto para el Mercado Laboral y la Investigación Laboral (IAB) calcula que el número de rumanos y búlgaros en territorio germano crecerá entre los 100.000 y los 180.000 personas. Actualmente residen en Alemania unas 370.000 ciudadanos de ambos países, con un índice de desempleo por encima del 10%.