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4-1-14.- Para mantener el costoso programa de aviones de combate F-35, el Pentágono ignoró las leyes que no permiten utilizar componentes fabricados en China en estos aviones.
De esta forma y a pesar de las advertencias de algunos oficiales estadounidenses sobre el riesgo de espionaje y el creciente potencial militar de China, el Pentágono pasó por alto varias veces, en 2012 y 2013, las sanciones relacionadas con el uso de repuestos chinos, que son más baratos, para salvar el costoso programa de la empresa Lockheed Martin, informa Reuters, citando los documentos de Pentágono.
Según la información revelada, un alto funcionario del Pentágono, Frank Kendall, eximió a dos grandes empresas suministradoras de piezas de avionica, Northrop Grumman Corp y Honeywell International Inc, del veto que impide completar los aviones de combate de última generación F-35 con imanes para los sistemas de radares, trenes de aterrizaje y otros componentes ‘made in China’.