Agencias


2-01-14.- luego que en Estados Unidos la denominada Ley «Mickey Mouse» de 1976, extendiera por décadas la entrada al dominio público de material protegido por derecho de autor, la situación en torno a ciertas obras como los libros de Sherlock Holmes quedó en una nebulosa respecto a que si el veterano personaje creado por Arthur Conan Doyle era o no de dominio público.

 

Esto fue finalmente zanjado gracias a la decisión de un juez federal estadounidense, quien separó las cincuenta primeras obras del detective hasta antes del primero de enero de 1923 para determinar, según la ley actual en EE. UU.  que son de dominio público (una vez transcurridos 90 años de la muerte del autor) mientras que las escritas de forma posterior a esa fecha continuarán protegidas.

Lo que implica esta decisión es que los creadores de cualquier tipo de contenidos pueden utilizar al personaje y estas historias originales de cualquier forma que les plazca sin tener que pagarle una licencia de uso a los administradores del patrimonio de Conan Doyle.