Cuando escuchas la expresión “dólares electrónicos”, pudieras pensar que son unos billetes con diodos, resistencias o hasta capacitores, pero es un término usado en Venezuela que hace referencia a la posibilidad de pagar con dólares compras en el exterior a través de internet, usando Tarjetas de Crédito.

Los dólares electrónicos también son conocidos como los “cupos por internet”, también pudiera pensarse que son bachilleres sin cupo que hacen un procupo universitario a través de internet, pero recordamos que estamos en tiempos de Revolución y que se crearon nuevas universidades y que se eliminaron los mecanismos perversos de ingreso a las universidades públicas, razón por la cual ya no existe el procupo.

Esta modalidad de los “dólares electrónicos” o “cupos por internet” es una creación de la Revolución, en busca de brindar igualdad de oportunidades a todos los venezolanos en el acceso a las divisas, recordemos que en los tiempos de Caldera y Carlos Andrés también existió el Control de Cambio, pero sólo las élites empresariales tenían acceso a las divisas de la Patria.

Con la Revolución, también se facilitó el acceso a las Tarjetas de Crédito a través del sistema bancario nacional, razón por la cual el uso de los “dólares electrónicos” se ha hecho tan popular en Venezuela. Ahora bien, si realmente se usaran para realizar compras en el exterior a través de internet por parte del tarjetahabiente, sería un mecanismo ideal para obtener bienes en el exterior a un precio justo, aun cuando generalmente el costo del envío es mayor al valor del producto adquirido.

Sin embargo, los “dólares electrónicos” se han convertido en una forma de ganarse una platica fácil para muchos en este país. Comerciantes de origen extranjero, en su mayoría “turcos”, “chinos” y hasta colombianos compran los “cupos por internet”, antes $ 400 y ahora $ 300 por unos Bs. 15000, es decir pagan el dólar a razón de Bs. 37,50 y ahora a Bs. 50,00 por dólar. ¿Por qué los “turcos”, “chinos”, colombianos y otros extranjeros compran el dólar a las personas naturales a ese precio, será porque son muy generosos? Coño, ¿alguna vez han visto a un turco, chino o comerciante pendejo? Claro que no.

Estos comerciantes simulan compras en el extranjero y esos dólares van a parar directamente a sus cuentas bancarias, con los cuales en el mejor de los casos, hacen compras de productos en el exterior y los traen al país para venderlos posteriormente a un precio del llamado dólar paralelo, a unos Bs. 80,00 por dólar; razón por la cual llegamos a ver las quejas del Presidente Nicolás Maduro, de que una nevera la intentaran vender a unos Bs. 300000. Sin ir muy a fondo, ese es el mecanismo que utilizan los comerciantes de origen extranjero para joder a los venezolanos.

Recientemente, el Presidente Maduro ha utilizado el recurso de la Ley Habilitante para dictar el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica de Precios Justos, la cual establece entre sus fines, en los numerales 5 y 8, respectivamente: “Defender, proteger y salvaguardar los derechos e intereses individuales, colectivos y difusos, en el acceso de las personas a los bienes y servicios para la satisfacción de sus necesidades” y “Atacar los efectos nocivos y restrictivos derivados de las prácticas monopólicas, monopsónicas, oligopólicas y de cartelización”.

Entonces, si existe esta Ley, ¿cuál es la razón de sostener los llamados “dólares electrónicos”?. Si de cumplirse la Ley, los venezolanos podemos tener acceso a bienes y servicios a precio justos, ¿para qué los “dólares electrónicos”, para que sigamos siendo víctimas de la cartelización y las prácticas mal sanas por parte de las empresas para nuestra economía?

Con la creación del Centro Nacional de Comercio Exterior, denominado CENCOEX, destinado a ser la institución superior que dirigirá la política de administración de divisas, de importaciones y de estímulo de las exportaciones, no es viable que exista la posibilidad de que particulares manejen dólares de manera paralela al CENCOEX. Si un venezolano desea comprar una cámara fotográfica, ropa, boxers, pantaletas, sostenes, cholas, zapatos o teléfonos celulares (lo que la mayoría compra con los “cupos por internet”) en el exterior, pues que haga la solicitud con las especificaciones y hasta el lugar donde desea comprarlo, para que el CENCOEX se encargue de traerle su pedido, y así se garantiza que se le de un uso correcto a los dólares de la Patria.

Es preferible escuchar a un opositor tonto decir “Maduro maluco, devuélveme mi cupo”, que ver a un venezolano trabajador no poder acceder a algunos bienes y servicios por culpa de estas mafias parásitas.

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