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20-12-13.- La compra de cazabombarderos suecos Gripen NG por parte de Brasil, que ponderó la transferencia de tecnología, desplazó la oferta de aviones estadounidenses, presumiblemente debido al escándalo del espionaje, publicó la prensa local.
“La transferencia de tecnología fue uno de los factores que llevaron a optar por la compra de los 36 cazas de la empresa sueca Saab, la producción y el montaje de los aviones serán realizados en asociación con la empresa brasileña Embraer”, escribió Agencia Brasil.
“El Modelo NG (New Generation) es nuevo, y deriva de las versiones anteriores del Gripen, y hasta ahora sólo hizo vuelos como prototipo, lo cual es algo positivo para el gobierno dado que se transferirá a Brasil una tecnología hasta ahora inédita en el sector aeroespacial”, señaló la agencia estatal.
El diario Folha de Sao Paulo comentó que el anuncio de la renovación de la flota de la Fuerza Aérea Brasileña puso “fin a una novela que se prolongó durante 10 años”, y pasó por los gobiernos de los presidentes Fernando Henrique Cardoso, Luiz Lula da Silva y Dilma Rousseff.
El gobierno, con base en un laudo técnico de la Aeronáutica, podía escoger entre los aviones suecos Gripen, los norteamericanos F18 Super Hornet y los franceses Rafalle.
Según el matutino, Brasilia desistió de los F18 a raíz del espionaje de la NSA.
En julio pasado, cuando se conoció el caso de “espionaje el vicepresidente Joe Biden llamó a Dilma para tranquilizarla y ella decidió que la compra de los F18 se anunciaría en su visita de Estado a Washington, pero la revelación posterior, en septiembre, de que ella fue blanco de los espías enterró las posibilidades de los F18″, señaló Folha.
El canal Globo News dijo que “Dilma hizo una elección basada en razones técnicas y es cierto que el caso de espionaje no favoreció a los aviones norteamericanos F18″.
El costo de la operación se calcula en torno a los 6.500 millones de dólares, que, según dijeron fuentes oficiales brasileñas la semana pasada, no figuran en el presupuesto nacional del año próximo.