El diputado texano Michael McCaul, republicano entusiasta de los subsidios, la desregulación y la apertura de tierras públicas, todo a favor de la industria del gas y del petróleo, opositor de energías renovables como la solar y de las reformas migratorias, vino a apoyar, junto al diseño geopolítico de Washington para América del Norte
, el atraco petrolero de Wall Street y las grandes petroleras articulado por EPN. Presidente del House Committee on Homeland Security (Comité de Seguridad del Suelo Patrio de la Cámara Baja), McCaul dijo que el grupo que encabezó en la interparlamentaria de la semana pasada, está por la independencia y seguridad energética en EU
y por los acuerdos transfronterizos de hidrocarburos
y que “México tiene tremendos recursos, todos los recursos shale (gas) en la parte norte de México y todo esto puede tener un efecto positivo” (La Jornada, 23/11/13).
No aclaró para quién todo esto
es positivo porque su misión fue encubrir bajo la seguridad energética de América del Norte
la incautación de la renta petrolera mexicana a favor de las Exxon/Chevron
de allá y de una codiciosa camarilla de acá. El asalto a la nación es tan vasto, sus efectos fiscales e impositivos tan profundos, que requiere de firmas bancarias e inversión too big to fail –como las impolutas Citigroup, Morgan Stanley, Bank of America, etcétera– y de la creación de más espacios de desregulación, opacidad y discrecionalidad, para articular otro festín privatizador que esta vez hace añicos la soberanía y debilita todavía más la ya precaria base económica de la estabilidad y paz social al conjuntar mecanismos de facto de represión antipopular y antinacional (Iniciativa Mérida/contrainsurgencia) con el fomento del shale y de la fractura hidráulica o frack que inflige a México una vorágine de perforación vertical/horizontal que acarrea gran devastación sobre la salud de la población, de la biota, las cuencas hídricas, el territorio y la atmósfera. (detalles)
Aunque a cargo del Comité de seguridad del suelo patrio
no se oyó de McCaul y su comitiva ni una palabra sobre la marea social contra el frack en EU. De California a Nueva York y de Illinois hasta Texas, ya son 400 las entidades que promueven o han formalizado la suspensión, moratoria y/o prohibición del frack. Es una avalancha que crece entre legislaturas de estados, condados, ciudades y consejos de ciudad, de distrito, comunales, vecinales: Nueva York, Detroit, Princeton, Buffalo, Pittsburg etc., (ver foodandwaterwatch.org). Fue un silencio sonoro porque desde hace tiempo la cúpula petrolera, desde Houston, difunde, más que alarma, pánico, ante el creciente rechazo social al desastre médico y ambiental de la explotación del gas y petróleo de lutitas (shale). A tal punto llega la inquietud de los que plantean trasladar el desastre –y el negocio– al sur del Bravo, que ven a la protesta como una insurgencia
ante la cual procede, como en la periferia, el uso de la represión y el manejo militar.
Recuérdese que eso se ventiló en una junta privada justo en Houston, Texas, tierra natal del diputado McCaul. El uso de tácticas y personal militar en comunidades de EU, aunque ilegal, se generaliza como lo indica la acumulación de tags en línea sobre el tema. Las observaciones del gerente de una petrolera son reveladoras y concisas por lo que se refiere a la actitud de la cúpula del ramo y sus voceros. Un funcionario de Kellog Brown and Root, ex subsidiaria de Halliburton, que según Los Angeles Times (4/7/07) en algún momento estuvo a cargo del manejo de 15 mil mercenarios desplegados en Irak y ahora se encarga de la comunicación social de una conocida firma shale, recomendó a los gerentes de la industria, que bajen el Manual de Contrainsurgencia del Cuerpo de Marinos/Ejército de EU
porque contiene gran cantidad de lecciones
. Les aconsejó tomar un curso ofrecido por Harvard y el MIT dos veces al año
, sobre El Manejo de un público enojado
(Dealing with an angry Public
). Tomen ese curso y vinculenlo al Manual de Campo en Contrainsurgencia…muchos de nuestros gerentes están tomando ese curso… Les ofrece las herramientas en los medios de comunicación y cómo lidiar con tanta controversia como la que nosotros, como industria tenemos que enfrentar…Consigan el Manual Rumsfeld. Todos Uds están familiarizados con Donald Rumsfeld. Es mi Biblia.
La cúpula de la industria del gas y petróleo sabe, por sus propias evaluaciones y estudios internos, lo riesgoso y hambriento de territorio que es la explotación shale. Van a países donde las leyes y el estado de derecho son frágiles y pueden, bajo amparo del Pentágono, hacer sus atracos y desastres ambientales junto a sus alcahuetes locales. Conocen lo devastador que es el frack para la vida, el agua y el medio ambiente. Y porque la resistencia civil al frack en Estados Unidos, crece día a día.