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Los defensores de la vigilancia realizada por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) suelen aludir a la declaración de la agencia asegurando que solamente recoge metadatos como los números pulsados y la duración de las llamadas.

Pero investigadores de la Universidad Stanford de California quisieron comprobar todo lo que puede extraerse de esa información sobre los individuos (estadounidenses, en este caso) de cuyos dispositivos ha sido obtenida.

Jonathan Mayer y Patrick Mutchler descubrieron que la agencia no necesita más información para identificar a una persona.

Entre los dos desarrollaron un programa llamado MetaPhone e invitaron a voluntarios a suscribirse para compartir sus metadatos.

Los investigadores supusieron que sería sencillo identificar a los usuarios a partir de sus metadatos y no se equivocaron, ya que tardaron pocas horas en conseguir su objetivo.

«Muestreamos aleatoriamente 5.000 números en nuestra base de datos MetaPhone y los rebuscamos en las redes Yelp, Google Places y Facebook«.

Con poco esfuerzo y tan solo esas tres fuentes – todas gratuitas y públicas– detectamos 1.356 [el 27,1%] números», escribieron los investigadores.

En un experimento distinto, se recogieron 100 números al azar. Cada uno se insertó en el buscador Google. Al cabo de menos de una hora, Mayer y Mutchler ya pudieron asociar a un individuo o una empresa con el 60% de los números.

Apoyándose además en las tres fuentes previas y en Intelius, un barato servicio de búsqueda de personas, los investigadores lograron aumentar la proporción al 91%.

«Si unos pocos investigadores académicos pueden llegar tan lejos tan rápido, es poco probable que la NSA tenga problemas para identificar a la inmensa mayoría de los números de teléfono estadounidenses», concluyeron los científicos.