Braulio Martínez Zerpa
Aporrea
En mi anterior artículo analicé el escenario pre-electoral y dejé para una próxima ocasión el análisis del escenario post-electoral; o sea, el correspondiente a las fechas posteriores a las elecciones municipales del pasado 8 de diciembre. Las distintas acciones que el fascismo traidor incrustado en la oposición, al servicio de los más oscuros intereses del imperio yankee, en la llamada guerra económica, no se pudieron ejecutar por el rápido y efectivo accionar del Presidente Maduro; y, por la votación masiva de nuestro aguerrido pueblo que permitió que se formara una gran brecha entre ambos actores mayor a un millón doscientos mil votos a favor de la revolución sembrada por “nuestro eterno gigante Chávez”. En esa oportunidad dije, que las acciones correspondientes a este escenario, por no tener las presiones de unas elecciones tan decisivas y cercanas, nos iba a proporcionar un margen de tiempo bastante apretado, pero lo suficiente como para prepararnos en las acciones defensivas necesarias al mantenimiento de nuestra sagrada soberanía. Por tanto, llamo la atención sobre la utilización racional de este lapso providencial.
AHORA, PREGUNTÉMONOS, ¿QUÉ PODRÍA HACER EL ENEMIGO?:
PRIMERO: Teniendo como guía el formato Siria, va a seguir ejecutando acciones de Guerra de IV Generación. Aquí debo precisar algo que considero prioritario, y es que el imperio sabe perfectamente lo que significa este tipo de guerra, ellos están muy claros, que aunque esta está orientada a la psique del ser humano, es un tipo de guerra muy distinta a la guerra psicológica; esta última está orientada al uso de ardides engañosos para desorientar la conducta del combatiente, en un momento determinado y este tome el camino equivocado; en cambio, la Guerra de IV Generación está orientada a la conquiste del cerebro humano, para que por sobre todas las cosas, el agente captado apoye las acciones que se les ordene, aunque sepa en su interior, que estas chocan contra sus propios principios. Por eso usted puede ver cómo la oposición vota a favor de un delincuente, o apoya con acciones, inclusive criminales, los designios opositores. Ellos, guiados por el imperio van a continuar diciendo que les preocupa la ausencia de democracia en nuestro País; que nuestro Presidente es ilegítimo, que es un régimen dictatorial, que no hay separación de poderes, etc; todo ello para preparar el terreno a futuras acciones.
SEGUNDO: Van a activar la utilización de paramilitares colombianos entrenados por militares colombianos y de Israel para que inicien acciones terroristas en Venezuela; ojo, van a hacerlo disfrazados de guerrilleros de las FARC o del ELN para decir, como ya lo han hecho antes, que Venezuela los ampara y protege.
TERCERO: Paralelamente, los grupos fascistas de nuestra oposición comenzarán acciones desestabilizadoras en el campo político, para que, apoyados en acciones de Guerra de IV Generación, el pueblo se desgaste y de alguna manera los apoye.
CUARTO: Continuarán la guerra económica y se seguirán burlando del Gobierno y del pueblo.
QUINTO: El imperio, valiéndose de su posición hegemónica solicitará una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU, para solicitar una intervención en Venezuela, y, paralelamente a ello aplicará sanciones unilaterales a nuestro País; y,
SEXTO: Comenzará la invasión definitiva a Venezuela, utilizando sus bases militares en Colombia para dar apoyo aéreo a los grupos terroristas paramilitares, y brindarles soporte de armamento pesado, tal y como lo están haciendo en Siria.
AHORA, QUE DEBEMOS HACER NOSOTROS:
PRIMERO: Reunir, urgentemente a un grupo de psicólogos y psiquiatras nuestros para que intenten lavar el cerebro de los grupos obstinados ya captados para la causa imperial a través de acciones de Guerra de IV Generación. Igualmente crear un organismo integrado por profesionales de la psicología, psiquiatría, de la inteligencia, politólogos, comunicadores sociales, sociólogos, abogados, militares, etc, para que ejecuten acciones de Guerra de IV Generación capaces de neutralizar y de revertir estas acciones, de manera de dejar mal parado internacionalmente a un imperio abusador e intervencionista.
SEGUNDO: Vigilar nuestras fronteras con Colombia, El Caribe y Guyana, con vuelos de reconocimiento, vuelos no tripulados utilizando drones, con fuerzas militares terrestre y navales; y, con nuestro último satélite, el Francisco de Miranda en combinación con el apoyo de satélites Chinos previo acuerdo con ellos.
TERCERO: Desplegar unidades militares, incluyendo a nuestras Milicias, en las intersecciones viales de entrada de nuestras principales ciudades, a fin de evitar que puedan aislarlas. Igualmente hacerlo en nuestros objetivos estratégicos.
CUARTO: Acentuar las acciones contra la guerra económica y reglamentar la Ley de precios justos, sin alterar su espíritu propósito y razón, en el sentido de crear la figura del embargo obligatorio de aquellas empresas que caigan en reincidencia.
QUINTO: Alertar a los distintos organismos internacionales, tanto regionales como a la propia ONU, de el acoso constante del Gobierno de los EEUUAA, de su intervención permanente en nuestros asuntos internos y en sus intenciones de invadirnos para tomar nuestro petróleo.
SEXTO: En nuestro intento de sólo realizar acciones de guerra defensiva nos hemos olvidado que la mejor defensa es la ofensiva, y que, si alguien nos ataca nos da pié a apelar a nuestra legítima defensa y atacar los sitios desde donde se nos ataque. Este olvido no nos ha permitido adquirir misiles o aviones de ataque que puedan neutralizar sus bases aéreas y navales, sus radares y el emplazamiento de misiles ofensivos. Esta es, quizás, la última oportunidad para obtenerlos, no olvidemos que nuestro mejor aliado es la disuasión y con estos equipos ofensivos vamos a aumentarla al máximo. Dada la escasa capacidad ofensiva de nuestra aviación de combate, sólo 24 aviones Sukhoi, lo cual fue un error garrafal, ya que históricamente cuando se adquiría un sistema de armas de esta categoría siempre prevalecía el concepto impuesto por el imperio de que no se requerían más de 24 aviones de caza, ya que si alguna potencia extranjera nos atacaba, ellos a través del Pacto de Rio, nos proporcionarían la correspondiente defensa. Todos sabemos que en la guerra de las Malvinas entre Inglaterra y Argentina, el propio EEUUAA violó dicho pacto de defensa mutua o Pacto de Rio, dándole apoyo directo a Inglaterra y no a Argentina. En consecuencia, propongo la adquisición, inmediata de un lote mínimo de 72 aviones Sukhoi 35-S, capaces de lograr estas misiones tendientes a neutralizar los sitios de ataque del enemigo. Paralelamente se deben adquirir misiles superficie-superficie capaces de destruir sus bases militares; nuestros aliados internacionales poseen estos equipos y podemos adquirirlos de ellos. Ya Rusia nos había ofrecido el Sukhoi 35-S; y, de China podemos comprar los misiles de medio alcance, utilizando el financiamiento petrolero; y, por último, debemos hacer énfasis en la adquisición de aviones no tripulados para ejecutar reconocimiento aéreo y para realizar misiones ofensivas contra instalaciones y personal militar.