Nicolás Álvarez Guevara

 

El cimbronazo producido por la sedición policial en varias provincias del país crearon una sensación de pánico dentro de las filas del kirchnerismo quien no ha podido salir del «síndrome de la 125» cuando en el años 2008 un levantamiento de «El Campo» (agroganaderos pequeños, medianos y grandes controlados por Monsanto y el paquete transgénico) pusieron contra la pared a nada menos que Néstor y Cristina Kirchner luego de que la presidenta decretara sin poder imponerlo un aumento de las retenciones a las exportaciones de soja del 35 al 45%.

 

Esa conspiración política desarrollada desde la Embajada de Estados Unidos, la Sociedad Rural, y sectores políticos de derecha e izquierda hicieron retroceder la decisión del gobierno que habiendo perdido la calle y la votación en el Senado debió recular y capitular ante el poder real alque se enfrentó sin conocer su propio poder de fuego y mucho menos el de los  enemigos.

 

Nuevamente y tras la derrota electoral de medio término, más factores de la oposición ven hoy tambalear a un gobierno en apariencia debilitado y con menos de dos años de finalización de mandato constitución y aplican una versión sofisticada de golpe blando iniciado con reclamos salariales de fuerzas policiales locales junto a grupos narcos-DEA, sectores fascistas y sindicalistas opositores, factores de poder económico participantes de la 125 y grupos de choque mediáticos (Clarín y Nación) que bombardean y mantienen en vilo al gobierno y la sociedad generando zozobra y desestabilización.

 

La guerra psicológica desatada desde los medios de comunicación privados con el objetivo de sembrar miedo y pánico en la población intenta horadar el poder presidencial y la gestión del jefe de gabinete Capitanich, quien esta enfrentando con uñas y dientes las arremetidas de los golpistas encubiertos y los miedos de varios funcionarios y legisladores kirchneristas que solo creen ver en riesgo sus propias fortunas, cargos y privilegios pero poco o nada aportan a la defensa de la presidenta de todos los argentinos.