LibreRed
15-11-13.- A dos años de los bombardeos de la OTAN y el asesinato del Coronel Muammar Al Gaddafi, Libia se encuentra a día de hoy sumida en el caos y la violencia ejercida por grupos de mercenarios armados que tratan de hacerse con el control de las zonas petrolíferas.
A esta grave situación de inestabilidad hay que añadir que el llamado “Gobierno provisional”, instaurado por las potencias imperialistas que financiaron y participaron en la muerte y derrocamiento del líder libio, anunció este jueves que revisará las leyes y reglamentos nacionales para ajustarlos a la ‘sharia’ o ley islámica, según un documento del ministerio de Justicia.
El texto anuncia la creación de un “comité encargado de revisar la legislación existente y proponer enmiendas para no contradecir las disposiciones y reglas fundamentales de la ley islámica”. Las leyes enmendadas serán presentadas ante el Congreso General libio.
Esto supone un importante retroceso en cuanto a los derechos de la mujer y el laicismo en la sociedad libia, una decisión del ministerio de Justicia que va destinada a satisfacer las reivindicaciones de los grupos salafistas.
Antes de la guerra imperialista de la OTAN, Libia era un lugar particular en África por el gran nivel de vida de sus habitantes y la libertad de las mujeres.
Estas podían ir libremente donde quisiesen, no se tenían que quedar obligatoriamente cerradas en casa o ir siempre acompañadas por alguien de su familia. No tenían tampoco por qué estar completamente cubiertas. El hecho de que en Libia hombres y mujeres se tapasen a veces la cara o el cuerpo, se debía a una mera y necesaria protección frente al clima y al sol ardiente.
Las mujeres, así mismo, podían ir a la universidad, tener el mismo sueldo que los hombres y, por supuesto, conducir vehículos. Esto no es lo normal en cualquier país árabe, tanto por no tener medios como, especialmente, por serles vetado por motivos religiosos. Esta libertad que existía les permitía decidir con quién querían casarse y con quién no.
Esto tampoco era, ni es, habitual en otros países árabes, donde los matrimonios pactados, normalmente entre personas mayores y niñas, son lo habitual. Jordania, Yemen, Arabia…, la lista es extensa.
Antes del asesinato de Gaddafi y de la instauración de un Gobierno títere afín a los intereses imperialistas, en Libia se defendían los derechos de las mujeres. Con la llegada al poder de extremistas islámicos con fuertes vínculos con Al Qaeda la situación es bastante diferente. Ya en septiembre de 2011 el líder del Consejo Nacional de Transición (organización financiada por Occidente y las monarquías árabes que agrupaba a la oposición libia), Mustafá Abdel Jalil, decía que: “Libia se convertirá en un Estado regido por la ley islámica”.
Estas reformas vienen a reafirmar las denuncias que venían realizando grupos de solidaridad internacionalista y antiimperialista alrededor del mundo, que advirtieron sobre las graves consecuencias que tendría la caída de Gaddafi, tanto en cuestiones relacionadas con la estabilidad en la región como en lo que a Derechos Humanos se refiere.