Predecir un apocalipsis en Venezuela, no lo hará realidad
Mark Weisbrot-The Guardian
Durante más de una década los opositores al gobierno de Venezuela han sostenido que su economía podría implosionar. Esta gente, ven el colapso económico a la vuelta de la esquina, al igual que los comunistas que predecían la crisis final del capitalismo en la década de 1930. Lo frustrante ha sido para ellos presenciar sólo dos recesiones: una directamente causada por la huelga petrolera de la oposición ((diciembre 2002 a mayo 2003) y otra provocada por la recesión mundial (2009 y el primer semestre de 2010). Sin embargo, el gobierno obtuvo el control de la empresa nacional de petróleo en 2003, y los resultados económicos de toda la década resultó bastante bien, con un crecimiento promedio anual del ingreso real per cápita de 2,7 % y la reducción de la pobreza a más de la mitad y grandes avances para la mayoría en el nivel del empleo, el acceso a la atención médica, la educación y las pensiones.
Ahora Venezuela, se enfrenta a los problemas económicos que están calentando los berberechos de los corazones de los enemigos. Vemos las malas noticias todos los días : los precios de consumo de hasta 49 % en el último año , un mercado negro donde el dólar recupera siete veces la tasa oficial, la escasez de bienes de consumo desde la leche hasta el papel higiénico, la desaceleración de la economía, las reservas del banco central que cae. ¿Aquellos que gritaron viene el lobo durante tanto tiempo, finalmente verán sus sueños hechos realidad?
No lo creo. En el análisis de la oposición, Venezuela está atrapada en una espiral de inflación – devaluación: el aumento de los precios socava la confianza en la economía y la moneda, lo que provoca fuga de capitales y aumenta el precio de mercado negro del dólar. De acuerdo con la teoría de la gente de la oposición, la inflación se dispara por la emisión o creación de dinero por parte del gobierno, y los controles de precios, las nacionalizaciones y una serie de intervenciones gubernamentales causan problemas estructurales en la economía venezolana. Y pronostican una inevitable híper inflación, el aumento de la deuda externa y una crisis de la balanza de pagos que marcará el final del experimento económico de los gobiernos chavistas.
Pero, ¿cómo puede un gobierno con más de $ 90 mil millones en ingresos petroleros terminar con una crisis de la balanza de pagos? Bueno, la respuesta es: no puede, y no lo hará. En 2012 Venezuela tenía $ 93.6 millones de dólares por los ingresos petroleros, y las importaciones totales en la economía fueron de $ 59.3 millones de dólares. La cuenta corriente registró un superávit del orden de $ 11 mil millones, o el 2,9 % del PIB. Los pagos de intereses de la deuda pública externa, la medida más importante de la deuda pública, eran de $ 3.7 millones de dólares. Este gobierno no va a quedarse sin dólares. El “Bank of America’s”, el mes pasado, reconoció y decidió que los bonos del gobierno venezolano fueron una buena compra o “una ganga”.
El Banco Central de Venezuela tiene actualmente 21.7 millones de dólares de reservas, y los economistas opositores estiman que hay otros $ 15 mil millones en poder de otros organismos gubernamentales, para un total de $ 36.7bn. Normalmente, las reservas que pueden cubrir tres meses de importaciones y se consideran suficientes, Venezuela tiene suficiente para cubrir por lo menos ocho meses, y posiblemente más; Por otra parte, tiene, la capacidad de solicitar préstamos internacionales
Ahora, un problema es que la mayor parte de las reservas del Banco Central de Venezuela están o son en oro. Pero el oro se puede vender, aunque es mucho menos líquido* que los activos como los bonos del Tesoro de EE.UU. Parece inverosímil que el gobierno iba a sufrir una crisis de balanza de pagos en lugar de vender su oro.
La hiperinflación es también una posibilidad muy remota. Durante los dos primeros años de la recuperación económica que se inició en junio de 2010, la inflación fue cayendo aun cuando el crecimiento económico se aceleró hasta el 5,7 % para 2012 . En el primer trimestre de 2012, se alcanzó un mínimo mensual de sólo 2,9 %. Esto demuestra que la economía venezolana – a pesar de sus problemas – es muy capaz de reducir la inflación y experimentar un crecimiento sano.
Lo que realmente impulsó al alza la inflación, a partir del año pasado, fue un corte en el suministro de dólares al mercado cambiario. La asignación de dólares se redujo a la mitad en octubre de 2012 y prácticamente fue eliminada en febrero. Esto significaba que los importadores tuvieron comprar dólares cada vez más caros en el mercado negro. Aquí es donde la explosión de la inflación vino.
La inflación alcanzó un máximo a una tasa mensual del 6,2 % en mayo, luego cayó de manera constante a un 3% en agosto, cuando el gobierno comenzó a dar más dinero al mercado. Se subió a un 4,4 % mensual en septiembre, pero el gobierno ha aumentado desde sus subastas de dólares y anunció un aumento previsto de las importaciones de alimentos y de otro tipo, que es capaz de poner un poco de presión que posibilite la baja de los precios.
Por supuesto, Venezuela se enfrenta a graves problemas económicos. Pero ellos no son el tipo sufrido por Grecia o España, atrapadas en un acuerdo en que la política macroeconómica es determinada por las personas que tienen objetivos que entran en conflicto con la recuperación económica del país. Venezuela cuenta con reservas suficientes e ingresos de divisas para hacer lo que quiera, incluso bajar el valor de mercado negro del dólar y la eliminación de la mayoría de la escasez. Estos son problemas que se pueden resolver con relativa rapidez a los cambios de política.
Venezuela -al igual que la mayoría de las economías de todo el mundo- tiene problemas estructurales a largo plazo: la excesiva dependencia del petróleo, infraestructura inadecuada, y capacidad administrativa limitada. Pero ellos no son la causa de la situación actual.
Mientras tanto, la tasa de pobreza se redujo en un 20 % en Venezuela el año pasado -probablemente la mayor disminución de pobreza en América Latina, para el 2012, y una de las más grandes – si no la más grande – en el mundo. Los números están disponibles en el sitio web del Banco Mundial, pero pocos periodistas han hecho el arduo viaje por el ciberespacio para encontrarlos e informarse acerca de ellos. Pregúnteles por qué esos periodistas están perdidos. En ese país rico en petróleo, lo único que ha implosionado es la pobreza.
*La dificultad de vender las reservas en oro que están depositadas en el Banco Central de Venezuela, mediante el pago inmediato en dinero efectivo.
Nota: a pesar de no ser traductor, mi inglés en materia económica, (lectura y escritura) es bastante aceptable. Pueden confiar en la traducción que los baches posibles no desmejoran el contenido del artículo.
*Traducción: Francisco Cedeño Lugo.