Alejandro Cárdenas*

 

En su comentada reaparición por medio de un video casero desde la Quinta Presidencial  de Olivos, propios y extraños nos sentimos aliviados por la buena salud de la presidenta luego de varios días de incertidumbre en relación a su continuidad en el comando de los destinos del país que se encontraban temporariamente a la deriva, en manos del  tercer vicepresidente kirchnerista, Amado Boudu.

 

Inmediatamente después del retorno de la Presidenta, el secretario de comunicación informó al país del nombramiento del actual gobernador de la feudal provincia del Chaco, Jorge Milton “Coqui” Capitanich, como Jefe de Gabinete de Ministros y  del actual viceministro, Axel  Kicillof, como Ministro de Economía. También fue nombrado un nuevo Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Carlos  Casamiquela,  y desplazado de su cargo el secretario de comercio interior, Guillermo Moreno.

 

Estos cambios fueron interpretados como los requeridos para esta nueva etapa de gobierno, luego de la contundente derrota propinada al kirchnerismo en las elecciones del pasado 27 de octubre, en las que la sociedad decidió mayoritariamente por otras preferencias electorales: casi solo 3 de cada 10 argentinos votaron por candidatos de listas oficialistas.

 

El discurso de Cristina frente a los jóvenes de la Cámpora nos confirmó lo que sospechábamos en estos días, la presidenta y su equipo de gobierno darán un giro a la derecha como ocurriera luego de las elecciones del 2011, con los pagos seriales de deuda externa, aumento de impuestos al salario, cepo al dólar, restricciones a los turistas argentinos, acuerdos con Monsanto, Chevron, Dupont, Wall Mart y varias empresas estadounidenses, en pos de una supuesta “soberanía nacional” muy difícil de entender dentro de parámetros lógicos y racionales de la política patriota de un gobierno supuestamente nacional y popular.

 

La fuga de capitales permitida en los dos gobiernos de Cristina Fernández y los pagos de la deuda han sido la causa de la falta de dólares que la propia presidenta se encarga de señalar, pero recurriendo a los mismos responsables de esa fuga de ganancias y capitales como los salvadores de la inversión en petróleo y gas que ahora si nos va a conducir a la “soberanía energética”  (léase autoabastecimiento).

 

Por si esto fuera poco, para consolidar el “golpe de timón a la derecha”, se negocia con los voraces “Fondos Buitres” y el malvado BM y FMI para restablecer relaciones amigables y retornar así a los bondadosos préstamos internacionales en divisas (que ya no poseemos), muy probablemente las mismas divisas fugadas por las corporaciones que invertirán en negocios rentables para ellos y de difícil demostración para el beneficio de nuestros intereses nacionales.

 

La retirada del kirchnerismo por la bifurcación derecha muestra nuevamente el fracaso colectivo de una sociedad colonizada por el capitalismo de las corporaciones y gobernada por un grupo de personas de poca solvencia y eficacia política como versión socialdemócrata disfrazada de peronismo que, luego de 10 años de gobierno, mantiene niveles de pobreza que no ha combatido en su estructura, deserción escolar secundaria del 50% y una matriz productiva de dependencia científica, tecnológica, económica, cultural y social a niveles cercanos a los de la década del 90, potenciadas por el bombardeo mediático que tampoco pudo contrarrestar y por medio del que también perdió las recientes elecciones de octubre.

 

El fracaso generalizado, por toda la línea, impulsó al núcleo duro del gobierno responder a sus intereses personales y dejar al pueblo a merced de un ultracatólico, feudal y pro-yanqui gobernador del Chaco , Jorge “Coqui” Capitanich, para lograr sostener algo de poder en miras al 2015, pero igualándose al resto de las ofertas opositoras de Massa, Scioli, Binner o Macri: una variante más del capitalismo agroganadero, enérgético depredador, clientelar asistencialista y mucho menos «revolucionario», a pesar del fantástico relato nada creíble de una decadente experiencia política denominada “kirchnerismo”.

 

* estudiante universitario