Courthouse News Service
27 de Noviembre de 2013.- La CIA indebidamente retuvo registros de cinco personas que pueden haber estado involucradas en los asesinatos de John F. Kennedy y su hermano, el senador Robert Kennedy, alega un abogado ante un tribunal.
Anthony Bothwell, un abogado de San Francisco que se graduó y enseñó en la Facultad de Derecho de la Universidad John F. Kennedy, exige una orden judicial para obligar al director de la CIA John Brennan y a la agencia mostrar los registros blindados de tres hombres presuntamente relacionados con el asesinato del presidente Kennedy el 22 de noviembre de 1963, y de dos hombres vinculados al asesinato de su hermano el 5 de junio de 1968.
En su demanda federal presentada en San Francisco, en el 50 aniversario del asesinato de JFK, Bothwell dice que la agencia se negó a liberar los registros de David Sánchez Morales, Johnny Roselli y Jean Souêtre en conexión con la muerte de JFK.
Bothwell afirma que a Morales, jefe de operaciones de la oficina de la CIA en Miami en 1963, se le escuchó tramar el asesinato del presidente y luego jactarse de que «nosotros» nos deshicimos de JFK y su hermano, Bobby Kennedy.
Roselli era un mafioso de Chicago asociado con Jack Ruby, el hombre que disparó y mató al presunto asesino de JFK, Lee Harvey Oswald, de acuerdo con la demanda de Bothwell. El mafioso fue brutalmente asesinado en 1976 poco antes de ser programado para testificar ante un comité del Senado que investigaba operaciones deshonetas de la CIA, afirma Bothwell.
Jean Souêtre, también conocido como Michel Mertz y Michel Roux, era un francotirador de la Organización del Ejército Secreto francés que, según rumores, había participado en un intento de asesinato al general Charles de Gaulle.
Souêtre estaba en Dallas el 22 de noviembre de 1963, y Bothwell afirma que fue deportado por la CIA inmediatamente después del asesinato, alimentando las especulaciones de un segundo tirador.
Bothwell también busca registros sobre Thane Eugene Cesar y Enrique «Hank» Hernández en relación con el asesinato de Bobby Kennedy, quien recibió un disparo en la parte posterior de la cabeza en el Hotel Ambassador de Los Ángeles el 5 de junio de 1968.