Washington, octubre 30 de 2013. – La NSA ya dispone de acceso «por la puerta principal», a través del programa PRISM, a las cuentas de usuario de Google y Yahoo, bajo procedimientos sometidos a supervisión judicial, pero lo llamativo del que se descubrió hoy, llamado MUSCULAR, es que carece de esa supervisión.
 

Esta revelación potencia el escándalo desatado ya el año pasado cuando empezó a conocerse, a través del periodista del Guardian de Londres Glen Greenwald, la información del ex topo de la NSA Edward Snowden (hoy residente en Rusia) sobre la dimensión y magnitud del espionaje electrónico de esa agencia.

Cuando se confirmó que entre los espiados estaba la presidenta de Brasil, Dilma Roussef, se produjo un enfriamiento diplomático entre Brasilia y Washington que está lejos de superarse.

La temperatura de la incomodidad mundial volvió a subir varios grados cuando se supo que los espías estadounidenses intervenían comunicaciones telefónicas de sus aliados de la Unión Europea, incluso las de la canciller alemana Angela Merkel.

Ayer se conoció que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, estaba tratando de encontrar una desactivación del espionaje a sus fastidiados socios en conversaciones con el Congreso.

La NSA desarrolla el proyecto MUSCULAR -que se distingue por la agresividad con que ataca empresas emblemáticas de los Estados Unidos- en sociedad con el par británico de la NSA (el GCHQ, que se encarga de recoger y almacenar los datos básicos).

Ambas agencias de inteligencia, indica el diario a partir de filtraciones del ex topo Edward Snowden y entrevistas a funcionarios confiables, recopilaron 181.280.466 nuevos registros de todo tipo de información, solo entre el 9 de diciembre y el 9 de enero.

Tanto Google como Yahoo mantienen encriptados los datos de usuario, pero los espías descubrieron que la encriptación se incorpora en los «servidores de punta» (front end server) de las centrales de comunicaciones globales que vinculan las redes internas de cada empresa con la red planetaria.

Tras saber dónde se encriptan los datos que circulan por las redes internas, la NSA el GCHQ pueden acceder a cualquier información que desean de todas las comunicaciones cursadas por intermedio de Google o Yahoo.

La NSA está así en condiciones de recoger, desde sitios de intercepción no revelados, todo lo que desee. La NSA no se queda con todo lo que recolecta, agrega el Post, «pero recolecta mucho».

Según una rendición de cuentas del 9 de enero de 2013 publicada por el Post, el «directorio de adquisiciones» de la NSA envía diariamente, a depósitos de datos ubicados en su cuartel general en Fort Meade, millones de registros originados en las redes internas de Yahoo y Google.

El informe explica que, durante los 30 días previos, los recolectores de campo habían procesado y reenviado 181.280.466 nuevos registros, que van desde los «metadatos» (que indicarían quién envió o recibió correo electrónico y cuándo) a contenido, como textos, audio, o video.

Consultados por el medio estadounidense, funcionarios de la Casa Blanca y del Directorio Nacional de Inteligencia (que supervisa a la NSA), se negaron a confirmar, negar o explicar por qué el espionaje de ese país infiltra redes de ultramar de Google y Yahoo.

Google, en una declaración, se dijo «preocupada por los indicios de que el gobierno está interceptando el tráfico entre nuestros centros de datos, actividad de la que no estamos al tanto», y agregó que «hace mucho que viene preocupándonos la posibilidad de un fisgoneo de este tipo, y es por eso que seguimos encriptando cada vez más servicios y enlaces de Google».

Una portavoz de Yahoo declaró que «tenemos instalados estrictos controles para proteger la seguridad de nuestros centros de dato, y no dimos acceso a nuestros centros de dato a la NSA, ni a ninguna otra agencia gubernamental». No hizo referencias al flujo de datos entre los centros.

La intercepción de las comunicaciones de ultramar implica menos restricciones y menor supervisión que usando el programa PRISM. En los documentos de la NSA sobre el particular se habla de «toma completa», «acceso a granel», y operaciones de «alto volumen» sobre las redes de Yahoo y Google, que sería ilegal en Estados Unidos.

La infiltración de los espías se ejerce en puntos no revelados de las «nubes», miles de kilómetros de fibra óptica que unen los diversos centros de datos de Google y Yahoo en el mundo entero sujetas a complejísimas medidas de seguridad para garantizar su uso privado sin espionaje.

Para funcionar bien, los centros sincronizan altos volúmenes de información sobre los propietarios de las cuentas. Si la NSA pone un drenaje en las nubes de Google y Yahoo, intercepta las comunicaciones en tiempo real, lo que, según un documento interno de la NSA, le otorga «una mirada retrospectiva sobre la actividad objetivo».