Agencias

 

22-10-13.- El Gobierno británico concluyó que por razones económicas no puede permitirse desarrollar proyectos de energía verde, por lo que decidió aprobar la construcción de una planta de energía nuclear, que será la primera en los últimos 18 años.
La “Hinkley Point C” será la primera planta nuclear que se instalará en Reino Unido desde “Sizewell B”, cuya construcción comenzó en 1988 e inició sus operaciones siete años después.
 

El ministro británico de Energía, Edward Davey, dio luz verde al proyecto de construir la primera de una serie de plantas nucleares de última generación con la que se prevé generar electricidad para abastecer a hasta cinco millones de hogares del país.

Según Davey, el emprendimiento valorado en más de 16.000 millones de euros estará a cargo de la firma energética francesa EDF, que comenzará próximamente la construcción en Somerset.

A pesar de la oposición de los grupos medioambientales, Davey aseguró ante el Parlamento de Londres que la construcción de esa flota de reactores nucleares es “de importancia nacional clave” para un país que busca reducir su dependencia del carbón.

Estiman que el proyecto generará entre 20.000 y 25.000 puestos de trabajo en la construcción de un complejo que contará con dos reactores, mientras que la planta necesitará casi mil operarios permanentes tras su apertura.

Davey señaló que el gobierno británico y EDF todavía mantienen negociaciones sobre el precio al que la compañía francesa ofrecerá la energía de la nueva planta.

El ministro explicó que el proyecto “se suma a una serie de nuevas iniciativas energéticas” prevista desde mayo de 2010, que incluyen “parques eólicos y de biomasa y centrales eléctricas alimentadas con gas”.

Lo llamativo es que en esas mismas instalaciones, la planta “Hinkley A” está en proceso de desmantelamiento desde su cierre en 1999, mientras que “Hinkley B”, que comenzó a generar energía en 1976, tiene previsto cesar su actividad en 2023.

Los grupos ecologistas denuncian que el Gobierno deberá implementar un aumento de los precios de la electricidad si quiere que EDF construya la planta y la cuestión de los vertidos nucleares seguirá siendo una de las mayores preocupaciones.

Greenpeace explicó que “toda una generación de consumidores se verá atada a facturas energéticas más altas”, al tiempo que la nueva planta “desplazará a otras tecnologías más nuevas, baratas y limpias”.

“Ahora que las compañías dicen que el precio de la energía eólica caerá tanto que se igualará con el de la nuclear para 2020, no hay justificación alguna para que \’Hinkley C\’ siga adelante”, declaró a la BBC el director ejecutivo de Greenpeace, John Sauven.