Día de la Dignidad Nacional en Bolivia
Agencia Venezolana de Noticias (AVN)

17 de Octubre de 2013.- El presidente boliviano, Evo Morales, promulgó este jueves la ley que declara al 17 de octubre como el Día de la Dignidad Nacional en Bolivia, fecha que marca el fin del modelo neoliberal en la nación suramericana.
Este día recuerda el fin del Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada y la culminación de la represión que ordenó el gobernante contra los bolivianos, que habían tomado las calles para defender los recursos naturales, específicamente el gas, que iba a ser exportado a Estados Unidos favoreciendo a transnacionales. La represión dejó un saldo de más de 60 muertos y 500 heridos.
“El 17 de octubre de 2003 se evidenció el total agotamiento, total descomposición de ese modelo neoliberal”, precisó Morales en un acto celebrado en la ciudad de El Alto, departamento de La Paz, ante miles de personas provenientes de toda Bolivia.
El Mandatario señaló que en la fecha también es importante “recordar cómo luchamos, cómo nos hemos organizado, cómo nos hemos movilizado, pero también cómo nos hemos concientizado para entender qué estaba pasando en Bolivia”.
Recordó que ese octubre de 2003 culminó la “larga lucha del pueblo boliviano, recuperando su recursos naturales, dignificándonos no solamente ante nosotros sino ante el mundo, porque era un Estado vendido o regalado a las transnacionales”.
Larga lucha
Morales detalló que la lucha por la defensa de los recursos naturales en Bolivia y por la dignificación del trabajo comenzó una vez que se instaló el neoliberalismo en la nación suramericana, en 1985.
Los movimientos sociales se organizaron para defender los minerales, el agua y la educación, entre otros.
Precisó que esa batalla tuvo su punto más alto a partir del 8 de septiembre de 2003, cuando campesinos avanzaban hacia La Paz en defensa de sus derechos, mientras que en El Alto iniciaba una protesta en contra de una medida que pretendía imponer el Gobierno local para aumentar los impuestos, en consonancia con la receta que había recomendado el Fondo Monetario Internacional (FMI) a Bolivia para bajar el déficit fiscal.
A estas protestas se sumó, a partir del 16 de septiembre, una movilización nacional en defensa del gas. Esta protesta surgió luego que se dieran a conocer los planes de exportación de este recurso natural hacia Estados Unidos, favoreciendo a las transnacionales.
A través de un decreto, la administración de Sánchez de Lozada establecía que la empresa contratista extranjera adquiría el derecho de propiedad de la producción que obtenga en Boca de Pozo y de la disposición de la misma, es decir, que el gas, cuando sale a la superficie, ya no sería del Estado boliviano sino de las que la explotan.
Entre las principales demandas de los movimientos sociales destacaba que no se exportara el gas natural hasta abastecer el mercado interno y aumentar el precio a las transnacionales, puesto que era casi regalado, precisó Morales.
Las movilizaciones se replicaron en las poblaciones Warisata, Huatajata y Huarina, donde hubo los primeros muertos a manos de los militares y policías.
Ante esta grave situación de represión por parte del Gobierno se intensifica la lucha en todo el territorio boliviano y a partir del 8 de octubre inició un paro en El Alto, con movilizaciones radicalizadas, mientras campesinos marchaban hacia Santa Cruz.
El 11 de octubre Sánchez de Lozada militariza El Alto y hubo los primeros muertos en esa ciudad, lo que produjo que más gente saliera a las calles para pedir la dimisión del gobernante. Incluso, dirigentes sociales iniciaron una huelga de hambre.
El 13 y 14 de octubre se conoció la noticia de más personas fallecidas en otros puntos del país. Mientras el entonces Presidente daba entrevistas en las que decía que “era víctima del complot antidemocrático”, comentó Morales.
Además, Sánchez de Lozada comentaba en las entrevistas que él “no podía renunciar porque mi esposa quiere seguir siendo primera dama”.
Finalmente, el 17 de octubre, el gobernante abandona el Palacio de Gobierno, cesa la represión y la larga lucha popular consigue sus frutos, enfatizó Morales en su discurso.
