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16-10-13.- El Senado de EEUU ha llegado a un acuerdo de última hora para elevar el techo de la deuda y poner fin así al cierre parcial de la Administración federal. La posibilidad de la suspensión de pagos sigue en el aire, el límite concluye en unas pocas horas, ya que ahora falta que tanto la Cámara Alta como el Congreso voten y aprueben la medida.

 

Los líderes de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, y de la minoría republicana en esa cámara, Mitch McConnell han sido los encargados de anunciar este pacto «histórico». «Ha sido muy duro», reconoció Reid, al anunciar el compromiso, que incluso si las dos cámaras son capaces de sacarlo adelante a tiempo, sólo supone una solución temporal.

Los líderes demócrata y republicano en el Senado califican el acuerdo de «histórico»

La propuesta del Senado eleva el techo de endeudamiento de Estados Unidos hasta el 7 de febrero de 2014 y desbloquea el presupuesto federal para reabrir la Administración -paralizada parcialmente desde el 1 de octubre- hasta el 15 de enero, dando tiempo a que el Congreso inicie un debate sobre el gasto y reducción del déficit. Un comité bipartidista y bicameral se encargaría de negociar un acuerdo presupuestario a largo plazo que debería ser presentado en diciembre.

McConnell ha destacado además que el acuerdo incluye recortes en los presupuestos como forma de control de gasto, una de las principales preocupaciones de los republicanos, aunque ha indicado que los partidos necesitan hacer más para «poner en orden» la situación fiscal. El pacto también requeriría que se verifique el nivel de ingresos para las personas que buscan subvenciones para sus seguros de salud bajo la reforma sanitaria aprobada por el presidente Barack Obama, que, según ha dejado claro McConnell, los republicanos todavía esperan tumbar.

Una fuente demócrata ha asegurado que tanto en en el seno de su partido como entre los republicanos están seguros de que habrá apoyos más que suficientes en el Congreso para aprobar el plan del Senado. Los asesores del presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, han hablado incluso con los altos cargos de la Cámara Alta para acordar que sea el Congreso el primero en votar la medida, lo que agilizaría el trámite legislativo.

El senador Ted Cruz, del Tea Party, ha prometido que no bloqueará la votación, como pretenden los ultras

Asimismo, el Senado también actuará «rápidamente» para aprobar el acuerdo y más después de que el senador Ted Cruz, del Tea Party, haya anunciado que, aunque vote en contra, no hará nada por bloquear la legislación, en contra de la voluntad de los ultras. Un sólo senador díscolo puede forzar un debate para retrasar la votación. Cruz ya llevó a cabo una maniobra de bloqueo parlamentario al pronunciar durante más de 21 horas un discurso en el Senado para paralizar el proceso en el que se estaba debatiendo la extensión temporal de la financiación federal para evitar el cierre parcial de la Administración.

La Casa Blanca ha celebrado el acuerdo al mismo tiempo que ha urgido a ambas cámaras a aprobarlo «lo antes posible» para acabar con la crisis fiscal. «El presidente cree que este acuerdo logra lo necesario para reabrir la Administración, acabar con una paralización completamente innecesaria y eliminar la amenaza de obstrucción que ya ha dañado nuestra economía», ha declarado el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, en conferencia de prensa.

La Administración Obama se había resistido hasta ahora a aceptar ningún plan presupuestario que incluyera modificaciones a la reforma sanitaria. «Nos parece bien», se ha limitado a señalar el portavoz sobre la disposición incluida en el acuerdo. Carney ha subrayado la necesidad de acabar con la paralización del Gobierno, una «crisis manufacturada» que «ha hecho perder tiempo sobre otros objetivos, como mejoras económicas para la clase media y legislación para una reforma migratoria».

El pacto requiere verificar el nivel de ingresos de los que busquen subvenciones bajo el amparo de la reforma sanitaria

Anteriormente, Reid había defendido que el compromiso alcanzado «dará estabilidad» a EEUU y servirá para emprender «un camino hacia la sostenibilidad fiscal». El líder demócrata ha destacado asimismo que la «cooperación» con McConnell, «ha sido esencial para lograr el acuerdo». «Han sido unas semanas difíciles y largas para el Gobierno y para el país», declaró, por su parte, el republicano en referencia a la crisis, que comenzó con la falta de acuerdo en el Congreso para otorgar los fondos necesarios a la Administración en el nuevo año fiscal.

Nada más conocerse el acuerdo en el Senado, Wall Street amplió las ganancias y el Dow Jones, su principal indicador, superaba los 200 puntos. El impacto más grave para los ciudadanos de una suspensión parcial de pagos podría retrasarse algunos días, pero el consenso entre los expertos es que a partir del 1 de noviembre, si no hay acuerdo en el Congreso, Estados Unidos no podrá hacer frente a un gran volumen de obligaciones.