Food & Water Watch

 

29-10-13.- El informe concluye con la recomendación de que todos los países deberían tener el derecho a establecer su propia política de los cultivos y los alimentos transgénicos libres de la interferencia de EE.UU., y sugiere cómo el Departamento de Estado debe abordar el desarrollo agrícola poniendo los intereses de otros países antes de que los intereses de la las empresas de semillas biotecnológicas.

El desarrollo agrícola es esencial para los países en desarrollo para fomentar la economía sostenible, mejorar la seguridad alimentaria para combatir el hambre en el mundo y aumentar la resiliencia al cambio climático. Hacer frente a estos retos requerirá diversas estrategias que enfatizan enfoques sostenibles y productivos que son dirigidos por los países en el mundo en desarrollo.

 

Pero en la última década, los Estados Unidos ha perseguido agresivamente políticas exteriores de alimentación y agricultura que benefician a las compañías de semillas más grandes. El Departamento de Estado de los EE.UU. ha puesto en marcha una estrategia concertada para promover la biotecnología agrícola, a menudo frente a la oposición de la opinión pública y los gobiernos, a la exclusión casi total de otras alternativas políticas agrícolas más sostenibles y más adecuadas

 

EMBAJADORES DE LA BIOTECNOLOGÍA.pdf (2,67 MB)